Al menos diez disidentes detenidos y algunos lesionados fue el saldo de dos actos de protesta este miércoles en La Habana, durante los cuales cientos de seguidores del régimen, algunos armados con bastones, fueron desplegados frente a los manifestantes, informaron a la AFP fuentes de la disidencia. "Hay por lo menos diez detenidos, calculamos que entre diez y veinte; pero estamos constatando. Hay heridos, con lesiones leves, que fueron asistidos" en un centro médico, dijo Elizardo Sánchez, dirigente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN). Según Sánchez, quien no precisó el número de heridos, el gobierno empleó "grupos para-policiales para reprimir el movimiento y usaron mucha fuerza, por eso hay lesionados". Un reporte de EFE agregó que durante el recorrido, los opositores fueron acosados, insultados y empujados hasta que varios fueron introducidos a la fuerza en un vehículo que no tenía identificación policial, entre ellos Emilio Leiva, presidente del Frente Línea Dura, y Manuel Pérez, del Movimiento Plantados por la Libertad de Cuba. La AFP constató que hacia las cinco de la tarde (hora local) la calma había retornado a los sitios donde tuvieron lugar los dos actos de protesta, de escasa envergadura y que estaban vinculados a la conmemoración del hundimiento hace 11 años del remolcador "13 de marzo" que intentaba llegar a Estados Unidos. La agitación comenzó cuando en horas de la mañana una veintena de personas echó flores al mar y lanzó volantes conmemorativos al hundimiento del remolcador el 13 de julio de 1994, que dejó 41 víctimas, según testigos. En otro punto de La Habana, en una esquina frente a la Plaza Antonio Maceo, al menos seis personas gritaron consignas antigubernamentales, tras lo cual empleados del vecino hospital Hermanos Ameijeiras salieron en respuesta. "Lo que nos motivó a hacer esto es conmemorar a las personas que murieron tratando de escapar de Cuba", dijo Manuel Pérez a periodistas frente al muro del Malecón. Según AP, los activistas tenían carteles con la foto de los muertos en el hundimiento. "Estas son las víctimas del remolcador. Víctimas de un tirano cruel que afirma ser el defensor de las mujeres y los niños de Cuba", expresaban las pancartas. Las calles de los alrededores fueron cortadas por uniformados y, de acuerdo con AP, se presentaron en el lugar el primer secretario del Partido Comunista en Ciudad de La Habana, Pedro Sáenz, y el alcalde de la capital, Juan Contino, quienes no ofrecieron declaraciones a la prensa. Unos 200 obreros progubernamentales, algunos de los cuales llevaban palos de madera, llegaron a ambos lugares, distantes en aproximadamente un kilómetro, transportados por autobuses y camiones oficiales, los cuales se apostaron en actitud defensiva, constató la AFP. Varias decenas de los obreros se desplegaron a lo largo de la calle San Lázaro, que une a ambos puntos, donde se registró una escasa presencia policial de uniformados, aunque se advirtió una nutrida presencia de agentes de la policía política vestida de civil. No obstante, al final de la tarde, la AFP observó que las brigadas de trabajadores ya se habían retirado de los sitios y no había presencia de los policías vestidos de civil, quienes son fácilmente identificables por los equipos de comunicación que portan. "Esto es parte del descontento popular, estamos recibiendo reportes de distintas partes del país sobre lanzamiento de objetos en la vía pública. Son expresiones de descontento, no organizadas por la oposición, a veces son una, dos o tres personas", añadió Sánchez. El presidente de la CCDHRN dijo haber recibido los reportes apenas salió de una reunión en la sede de la Embajada de Francia, donde un grupo de los principales líderes de la disidencia cubana fueron invitados a una "sesión de trabajo" con los representantes de la legación diplomática. Las plazas Maceo y La Punto, así como la calle San Lázaro, fueron los escenarios de las protestas antigubernamentales del 5 de agosto de 1994, previas a la crisis de los balseros, las mayores registradas en la Isla durante el gobierno de Castro. Hundido el 13 de julio de 1994, a unos 11 kilómetros de las costas cubanas, el remolcador "13 de marzo" se convirtió en el centro de una disputa entre las autoridades y sus opositores. Según los primeros se trató de un accidente, pues las naves enviadas sólo tenían la misión de disuadir a los secuestradores de la embarcación que pretendían llegar en ella a la Florida; pero para los segundos, fue el gobierno quien ocasionó el naufragio con barcos armados de mangueras de presión. En años anteriores, la conmemoración del 13 de julio ha motivado pequeños actos opositores en La Habana, sin que hasta ahora se reportaran incidentes. |