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Resposta  Missatge 1 de 2 del tema 
De: Gran Papiyo  (Missatge original) Enviat: 18/09/2005 21:28
Que tiempos aquellos en que la URSS existía y no se había producido aún el suicidio en masa del bloque oriental.
 

Recuerdan aniversario 25 del vuelo espacial soviético cubano

Silvia Barthelemy

El aniversario 25 del vuelo al cosmos del piloto cubano Arnaldo Tamayo Méndez, acontecimiento que evidenció cuánto puede hacerse a favor de la solidaridad, la cooperación de los pueblos en el estudio del espacio con fines pacíficos y por el bien de la Humanidad, fue recordado el viernes en un acto político-cultural en la sede del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.

Foto: JOSÉ M. CORREALeonid Popov y Arnaldo Tamayo recordaron la hazaña de haber viajado al espacio.

Durante la ceremonia el Héroe de la antigua Unión Soviética y de la República de Cuba, teniente general Leonid Popov, integrante de la tripulación de ese vuelo manifestó su satisfacción por encontrarse en nuestro país recordando aquellos emocionantes momentos.

Han transcurrido 25 años, dijo, y han sucedido muchos acontecimientos, pero puedo asegurarles que la gran amistad entre el pueblo ruso y el cubano se ha mantenido, y será para siempre, pues en cualquier lugar donde se mencione el nombre de Cuba se sienten orgullo y admiración por las hazañas y el valor de este pueblo.

El segundo jefe de la Dirección Política de las FAR, general de brigada Jorge Méndez de la Fe destacó que para que un cubano formara parte de aquella hazaña fue necesario, ante todo, que triunfara la Revolución, y nuestro país alcanzara un elevado desarrollo científico, lo cual permitió que investigadores y especialistas de varios sectores se vincularan y aportaran a los numerosos estudios realizados por los integrantes del vuelo.

Precisó, además, que este suceso se inscribe como una de las más gloriosas y hermosas acciones combativas, por lo que es un éxito de nuestra Revolución, del Socialismo, y del nivel educacional y científico del pueblo cubano.

El 18 de septiembre de 1980 viaja al cosmo la tripulación internacional integrada por el piloto cosmonauta soviético Yuri Romanenko y el cosmonauta investigador cubano Arnaldo Tamayo Méndez en la nave SOYUZ 38. En el espacio se acopla a la estación orbital la nave SALIUT 6 tripulada por los cosmonautas soviéticos Leonid Popov y Valeri Riumin. Durante ocho días permanecen en órbita realizando con éxito varios experimentos, entre ellos, estudios médico-biológicos, físico-técnicos y de teledetección.

La ceremonia de conmemoración fue presidida por el miembro del Buró Político Esteban Lazo Hernández; el general de cuerpo de ejército, viceministro de las FAR y jefe del Estado Mayor General, Álvaro López Miera; Andrei Dimitriev, embajador de la Federación Rusa; el general de brigada Arnaldo Tamayo Méndez, y otros oficiales de las FAR y dirigentes del Partido y del Gobierno cubanos.

                                               SALUDOS REVOLUCIONARIOS

                                                          (Gran Papiyo)



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Resposta  Missatge 2 de 2 del tema 
De: Gran Papiyo Enviat: 18/09/2005 23:46

Del Turquino al espacio

HÉCTOR ARTURO

En Guantánamo, donde nació el 29 de enero de 1942, el Sol no salía parejo para todos y dejaba en las sombras del olvido a los niños como él, huérfano desde muy pequeño, mulato y pobre para mayor desgracia.

Foto: JORGE LUIS GONZÀLEZLa Revolución y la solidaridad hicieron posible que un cubano de origen humilde volara al cosmos.

Tuvo entonces que echarse al hombro un cajón de limpiabotas y aprender a serruchar y a martillar, para emplearse como ayudante de carpintero, oficios que le permitían obtener unos pocos centavos con los cuales adquirir algunas libretas y lápices, y entregar el resto a la familia que lo había acogido como a un verdadero hijo.

Pero el Primero de Enero de 1959 todas las calles de Cuba amanecieron colmadas de barbudos con uniformes verdeolivo, que bajaron desde las montañas a los llanos, para hacer ascender hacia el infinito la libertad y la esperanza.

Foto: Foto: JORGE LUIS GONZÀLEZTamayo atesora en su oficina instantáneas que recogen momentos inolvidables de su hazaña espacial.

Supo entonces que las posibilidades hasta ese día inalcanzables y lejanas se acercaban para todos los que estuvieran dispuestos a vencer obstáculos. Pronto se incorporó a la Asociación de Jóvenes Rebeldes, con la cual subió en cinco ocasiones al Pico Turquino, desde donde contempló más de cerca las estrellas que siempre lo habían fascinado y se juró acariciarlas con sus manos.

Después matriculó en el Instituto Tecnológico Ejército Rebelde, en cuyas aulas fue seleccionado para cursar estudios de piloto de combate en la desaparecida Unión Soviética.

Regresó graduado en 1962, con apenas 19 años de edad, y cuando el holocausto nuclear pendía sobre las cabezas de millones de cubanos durante la Crisis de Octubre, realizó numerosos vuelos de reconocimiento por nuestras costas, a bordo de su MIG-15, con el cual cumplía sus misiones y guardias combativas desde las históricas pistas de la Brigada Aérea de la Guardia Playa Girón, en San Antonio de los Baños.

Un año después fue destinado a la Brigada Aérea Central de Santa Clara, en la cual se desempeñó como jefe de escuadrilla, de escuadrón, de Estado Mayor y segundo jefe de la unidad.

Ocupaba ese cargo en 1978, cuando fue escogido para ingresar en el Centro de Preparación de Cosmonautas, que todos conocíamos como la Ciudad Estelar Yuri Gagarin, en la URSS.

Tras intensas jornadas de preparación, el jueves 18 de septiembre de 1980, exactamente a las 22:11 horas de Moscú, es decir, las 3 y 11 minutos de la tarde en Cuba, la nave Soyuz-38 despegaba desde las estepas de Kazajstán hacia el cosmos, donde acopló al día siguiente con la Estación Orbital Saliut-6, en la cual se encontraban los cosmonautas soviéticos Leonid Popov y Valeri Riumin.

Su jefe y compañero de vuelo, Yuri Romanenko, lo definía con unos versos del Apóstol, que aprendió a cantar al compás de la música de la Guantanamera: "un hombre sincero de donde crece la palma".

Una semilla de este Árbol Nacional de Cuba lo acompañó al cosmos y fue posteriormente sembrada en La Demajagua, donde hoy se yergue altiva y orgullosa, a 25 años de haber germinado en la misma tierra sagrada en la cual el Padre de la Patria nos enseñó a regar con sudor y sangre las raíces de la Libertad.

Junto a la semilla de palma, llevó al cosmos la Bandera de la Estrella Solitaria, las partituras de nuestro Himno Nacional y de la canción Cuba, qué linda es Cuba, las órdenes José Martí y Playa Girón, una cápsula con arena de dicho sitio donde le propinamos al imperialismo yanki su primera gran derrota en América, estandartes de las organizaciones políticas y de masas, fotografías y un Habano.

Todos estos objetos se encuentran en diferentes museos del país, como testimonios materiales de aquella hazaña de la ciencia, la técnica y la solidaridad.

Como cosmonauta investigador, este piloto cubano cumplió exitosamente todos los experimentos programados por especialistas de la Academia de Ciencias de Cuba, entre ellos los de la esfera médico-biológica, que incluyó la realización por vez primera de un encefalograma a bordo de un complejo espacial.

También se efectuaron los primeros cultivos de monocristales orgánicos en condiciones de microgravedad con la utilización de partículas de azúcar cubano.

Asimismo hicieron la exploración de la Isla y su plataforma continental, la teledetección de yacimientos minerales y petrolíferos, y se probó un calzado del tipo de las sandalias, especialmente diseñado en Cuba para disminuir la influencia de la ingravidez.

Todos estos experimentos, de una forma u otra, han tenido aplicaciones prácticas en este cuarto de siglo transcurrido y sirvieron al desarrollo de la cosmonáutica y otras ciencias.

Desde el punto de vista político, se demostró que un pequeño país como Cuba, subdesarrollado y bloqueado por Estados Unidos, podía acceder a proyectos de este tipo, altamente costosos, gracias al Programa Intercosmos, que entonces llevaban a cabo la Unión Soviética y los demás miembros del campo socialista.

Aunque en Europa ocurrió lo que todos conocemos, Cuba se ha mantenido sin vacilaciones en su camino del Socialismo, sistema que nos ha permitido avanzar en diferentes esferas y ser el primer país de América Latina y África en enviar un hombre al cosmos, para reafirmar el criterio de que lo imposible es posible.

A 25 años del vuelo espacial conjunto Cuba-URSS, el capitalismo con todas sus riquezas y poderío no ha sido capaz de avanzar en tal sentido, y por el contrario, cada vez se comercializan más y más estos proyectos, hasta el extremo de que ya se anuncia que un cuarto estadounidense, sumamente rico, pagará 20 millones de dólares por pasar unas efímeras vacaciones en el cosmos.

Otros, más excéntricos aún, han pagado fortunas para que sus restos mortales sean trasladados al espacio y circunnaveguen eternamente la Tierra.

La NASA solo permite realizar vuelos cósmicos a ciudadanos estadounidenses. Los de otros países deben pagar los inaccesibles precios de los entrenamientos y de las misiones.

Esta misma agencia espacial de Estados Unidos impide que el primer cosmonauta cubano y latinoafricano participe en la Asociación No Gubernamental de Astronautas y Cosmonautas, pues le niegan constantemente las visas para asistir a congresos y otros eventos, y prohíben a sus colegas norteamericanos que viajen a Cuba o envíen a la Isla documentos científicos.

Cuba ha solicitado la sede de congresos y reuniones de esta asociación en reiteradas ocasiones, pero la NASA ha rechazado todas las propuestas. Los astronautas estadounidenses se han visto obligados a declinar las invitaciones que se les han hecho para visitar a nuestro país, debido a las draconianas leyes mantenidas en vigor por sus gobernantes y recrudecidas durante la actual Administración.

Por el contrario, las relaciones con los cosmonautas de la desaparecida URSS se mantienen de forma excelente, y en estos días se encuentra en Cuba Leonid Popov, invitado a los actos conmemorativos del vuelo espacial conjunto.

Romanenko, Riumin y Vladimir Shatálov no pudieron venir a la cita, pues el primero enfermó dos días antes del viaje; el segundo, como diseñador principal, y el tercero, preparador de cosmonautas, tienen misiones inaplazables en estos momentos, y se excusaron debidamente.

Mientras, se mantiene el peligro de extender hacia el cosmos la loca carrera armamentista en la cual Estados Unidos está enfrascado desde la famosa idea de la Guerra de las Galaxias, algunos de cuyos proyectos son ejecutados aceleradamente por los halcones ultraderechistas de George W. Bush.

Desaparecida la URSS, ahora Estados Unidos esgrime el pretexto de enfrentar a los "países villanos", contra los cuales se emplean todo tipo de recursos, entre ellos los satélites con fines militares, los centros de localización a largas distancias y otros planes demenciales y altamente lucrativos, que favorecen a sus allegados de la industria armamentista.

Desde el punto de vista personal, el primer cubano en viajar al cosmos dice sentirse un privilegiado, pues de seis mil millones de habitantes de la Tierra, él ocupa el número 97 de los 450 hombres y mujeres en hacer realidad ese sueño.

Desde las alturas sobrevoló en tres ocasiones su querida Patria, en órbitas de occidente a oriente. Abajo estábamos millones de cubanos oteando el firmamento hasta su retorno a Tierra, el viernes 26 de septiembre de 1980, para tratar de descubrir un diminuto punto blanco que se moviera entre las estrellas, y exclamar orgullosos: "¡Lo vi...!"

Todavía hoy no ha podido borrar de su mente las imágenes que apreció desde el cosmos, cuando contempló en toda su belleza la semiesfera de nuestro Planeta Azul, como lo llamó el primer cosmonauta del mundo, Yuri Gagarin.

Afirma que quienes contaminan la atmósfera, deterioran la capa de ozono que nos protege de las irradiaciones solares y aceleran los cambios climáticos, no imaginan lo hermoso que es este hogar de todos, para destruirlo de tal forma.

Peligra así hasta la existencia de nuestra propia especie y ya la humanidad ha sentido los efectos de esas estupideces de insensatos con los terribles efectos de recientes terremotos, tsunamis y huracanes, cada vez más trágicos y devastadores.

Recuerda con emoción los instantes de la despedida, antes de despegar en el cosmódromo de Baikonur. Allí conversó unos instantes con el General de Ejército Raúl Castro Ruz, quien presidió la delegación oficial cubana al acontecimiento.

"El Ministro se interesó por nuestra preparación y estado de ánimo, nos deseó éxitos en la misión, se tomó una fotografía con nosotros y me repitió una frase de Martí que ya me había dicho aquí cuando partimos a entrenar: toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz."

Hoy el general de brigada Arnaldo Tamayo Méndez es jefe del Departamento de Relaciones Exteriores del MINFAR, diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular, donde preside el Grupo Parlamentario de Amistad Cuba-Rusia, y entre otras condecoraciones ostenta el título de Héroe de la República de Cuba, que a él y a Romanenko les impuso el Comandante en Jefe.

Lejos están aquellos desafortunados días de su infancia en la entonces olvidada Guantánamo, donde como muchos niños pobres contemplaba las estrellas en cada noche.

Otros pequeñines en todo el mundo siguen aún soñando con atraparlas, pero solo tienen la posibilidad de llevar a sus hambrientas bocas el mendrugo extraído de algún basurero donde derraman sus sobrantes los todopoderosos.

Pero él pudo hacer realidad aquel anhelo infantil y ascender desde el Turquino al espacio para hablarle al oído a las estrellas, y contarles que aquí en su tierra natal el Sol comenzó a brillar para todos por igual desde aquel primer amanecer de Enero de 1959, cuando Fidel nos convocó a incorporarnos a una Revolución más grande que nosotros mismos.

                                                SALUDOS REVOLUCIONARIOS

                                                               (Gran Papiyo)



 
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