WORLD DATA SERVICE, 22/9/2005.- Una de las aclaraciones ante el Congreso en Washington de Thomas Shannon, nominado por el presidente George W. Bush al cargo de Subsecretario de Estado para el Hemisferio Occidental, ha sido que presentará "batalla ideológica" a Venezuela y favorecerá la "creación de condiciones" para una denominada "transición democrática" en Cuba, compulsada por la Casa Blanca.

En una audiencia en Capitol Hill destinada a analizar su nominación al cargo más relacionado con América Latina del gobierno estadounidense, Shannon abandonó un perfil personal que se ha descrito como "afable" y profesionalmente "diplomático" para anunciar varias "cruzadas" norteamericanas en la vasta región al sur del Río Bravo.

De acuerdo con citas en la prensa norteamericana, Shannon dijo a los congresistas que lo interrogan que se "enfrentará en una batalla ideológica con el presidente venezolano Hugo Chávez".

Al hablar sobre Cuba, dijo que un reto para Caleb McCarry, denominado coordinador nombrado por Bush de transición para una "nueva Cuba" del Departamento de Estado, será impulsar ese proceso intervencionista.

El antecesor de Shannon es el renunciante Roger Noriega, quien no solo fracasó en sus numerosas campañas anticubanas y antivenezolanas sino que también causó un mayor deterioro de los lazos de Washington con los gobiernos latinoamericanos a partir, entre otras líneas, de una "conducta demasiado comprometida con sectores contra Cuba y Venezuela radicados en Miami, Florida", de acuerdo con la opinión de un experto en Washington.

El próximo subsecretario de Estado envió además mensajes a Haití -donde respaldó la presencia de tropas internacionales- y a Colombia, de cuyo gobierno exigió, por adelantado, las extradiciones a Estados Unidos de todos los narcotraficantes de reputación.

Otro criterio del nominado es que países latinoamericanos como Nicaragua, Ecuador y Bolivia "están pasando por serios problemas políticos porque sus instituciones han sido incapaces de enfrentarse a los momentos de crisis y, además, porque sus partidos políticos no han podido satisfacer las demandas de la ciudadanía".

No obstante, perturbó ese razonamiento al señalar que en otros países del área "líderes populistas ...se aprovecharon de la situación para pasarle por alto a los partidos políticos tradicionales". Medios de prensa dijeron que esta fue una clara alusión a Venezuela.

Tras lanzar sus dardos contra Caracas, y tranquilizar así a sectores ultraconservadores del Congreso, Shannon dijo que "queremos tener buenas relaciones con Venezuela, pero al mismo tiempo no podemos dejar de tener en cuenta que allí se está viviendo un período dramático de cambios políticos'.

Confesó finalmente, después de elegir argumentos similares a los del fracasado Noriega, que "no hemos hecho un buen trabajo en la región, y tenemos que hacerlo'.

RL/FM