SAN JUAN (EFE) - El cadáver del líder independentista puertorriqueño
Filiberto Ojeda Ríos fue enterrado hoy en el cementerio de su pueblo natal,
Naguabo, ante miles de personas que acudieron a mostrarle sus respetos y a
protestar por las condiciones en las que murió.
El féretro de Ojeda Ríos, quien murió el pasado viernes a los 72 años de
edad por un disparo de un agente del FBI, fue enterrado sin lápida, para
fundirse, como él deseaba, con esa tierra cuya independencia quiso conseguir por
las armas.
Ojeda Ríos, desde hace 15 años uno de los 10 fugitivos más buscados por
el FBI, estaba condenado a 55 años de cárcel por haber robado 7,2 millones de
dólares de un camión blindado de la compañía estadounidense Wells Fargo en
1983.
En las cercanías del cementerio del barrio Río Blanco de Naguabo, este de
Puerto Rico, en los tejados de las casas y sobre los muros, una multitud de
independentistas hacía ondear sus banderas y alzaba sus puños para cantar el
himno nacionalista "La borinqueña".
Como era imposible que toda esa gente entrara al camposanto, el féretro
de Ojeda Ríos fue expuesto durante casi dos horas en el exterior, donde líderes
independentistas y familiares lanzaron sus
proclamas.
La primera en hablar fue la esposa de Ojeda Ríos, Elma Beatriz Rosado,
quien compartió con los presentes que cuando se comprometieron, su esposo le
dijo: "te entrego mi corazón porque mi vida es de la
patria".
Rosado recordó que Ojeda Ríos participó activamente en la revolución
cubana y dijo de los agentes del FBI que "esos criminales asesinos mienten en
todas las declaraciones. Que ningún puertorriqueño crea sus mentiras y que se
vayan ya".
" En Borinquen morirán!", exclamaban los asistentes al sepelio en
referencia a los funcionarios de la administración federal estadounidense que
actúan en Puerto Rico. Estado Libre Asociado a
EEUU.
Luego se leyó un mensaje del embajador venezolano en Estados los Unidos,
Fermín Toro Jiménez, en el que condenaba la operación policial del FBI que acabó
el pasado viernes con la vida de Ojeda Rios, líder del Ejército Popular Boricua
"Los Macheteros".
El copresidente del Movimiento Nacional Hostosiano, Julio Muriente,
señaló que la muerte de Ojeda Ríos será el catalizador que unirá a los distintos
sectores independentistas.
"Juramos que esta patria será libre, cueste lo que cueste", exclamó el
presidente del Frente Socialista, Jorge Farinacci.
Media docena de dirigentes independentistas subieron a la tarima para
arengar a un público emocionado que les respondía "todo boricua es
machetero".
Uno de los momentos más celebrados fue la interpretación por parte del
joven artista Mikie Rivera de una canción que le dedicó a Ojeda Ríos y que uno
de sus versos dice: "Si el pitirre (pájaro pequeño) es temido por el güaragao
(ave grande), el águila también lo temerá".
"Filiberto, camarada, tu muerte será vengada", fue uno de los gritos más
repetidos durante el entierro.
Miles de personas acompañaron el féretro de Ojeda Ríos en su traslado
desde San Juan a Naguabo.
El cortejo fúnebre, en el que participaron cientos de vehículos, recorrió
la carretera hacia esa población, que estaba adornada con banderas
puertorriqueñas y carteles en los que se podían leer lemas como "Filiberto vive"
o "FBI asesinos".
La policía controló los accesos al cementerio, mientras cientos de
automovilistas improvisaban estacionamientos en las zonas
cercanas.
El acontecimiento también atajo a multitud de vendedores ambulantes de
comidas y bebidas, y de personas que han montado puestos para la venta de
camisetas conmemorativas.
También fueron enviadas al lugar varias ambulancias para atender a las
personas que pudieran sufrir problemas de salud o desmayos debido al sofocante
sol.
Ojeda Ríos murió tras haber recibido el viernes un disparo en un tiroteo
con policías de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) que pretendían
detenerlo, acción en la que también resultó herido un agente federal de
EEUU.
El líder independentista puertorriqueño murió desangrado durante las 20
horas en las que el FBI lo mantuvo acorralado en la residencia del oeste de
Puerto Rico en la que había sido localizado.
El cadáver del líder independentista puertorriqueño Filiberto Ojeda Ríos
fue enterrado hoy en el cementerio de su pueblo natal, Naguabo, ante miles de
personas que acudieron a mostrarle sus respetos y a protestar por las
condiciones en las que murió.