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General: MANUEL A TE INVITO A CELEBRAR JUNTOS
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De: matilda (Mensaje original) |
Enviado: 30/09/2005 00:18 |
70 Aniversario de la Fundación del POUM 29 de Septiembre de 1935 - 29 de Septiembre de 2005 El POUM en la Memoria Andalucía Libre Andréu Nin y Wilebaldo Solano - Joaquín Maurín "La dirección del Partido oficial (el PCE) no ha hecho nada absolutamente por crear en Vasconia, en Galicia y en Andalucía un movimiento de independencia nacional íntimamente ligado a la clase obrera revolucionaria (...) Nosotros somos partidarios ardientes de la independencia de Cataluña, de Euskadi, de Galicia, de Andalucía, etc. La burguesía no ha podido hacer la unidad ibérica. Ha mantenido la cohesión mediante un régimen de opresión constante. España, que no es una nación sino un Estado opresor, debe ser disgregada". Carta abierta de la Federación Comunista Catalano-Balear al Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista, La Batalla, 1 de Mayo de 1931. (la negrita es nuestra, Andalucía Libre) [Citada en Grandizo Munis, Jalones de Derrota, Promesa de Victoria. Critica y Teoría de la Revolución española (1930-1939), Zero Zyx, Madrid, 1977, pags. 70-71; Víctor Alba, Dos Revolucionarios: Andreu Nin y Joaquín Maurin, Madrid, 1975, Págs. 133-134; Andrew Charles Dugan, BOC 1930-1936, El Bloque Obrero y Campesino, Laertes, Barcelona, 1996, pag. 105] La cita anterior no pretende en absoluto describir cual fue la posición del POUM sobre la cuestión nacional en general y la andaluza en particular. De hecho, las brillantes intuiciones políticas que contenía este documento de 1931 -cronológicamente el primero que conocemos expresamente favorable a la independencia andaluza- quedaron sin continuidad. Hecho publico sólo quince días después de las proclamaciones de la República Catalana -reconvertida por Macià en Generalitat autónoma- y de la II República Española, sus posiciones fueron pronto matizadas en junio de 1931 por la FCC-B a traves de su líder y portavoz Joaquim Maurin, en un sentido favorable a la separación para la libre unión. Las referencias al problema nacional de Andalucía desaparecieron de los textos de la FCC-B y de sus sucesores, Federación Comunista Ibérica y Bloque Obrero y Campesino; ausencia a la que quizá coadyuvaron tanto su evolución general en esta cuestión como su carencia de implantación en nuestra Nación así como las debilidades políticas del movimiento andalucista histórico de Blas Infante. El BOC, presente básicamente en Cataluña -donde era la principal fuerza política socialista y competía con ERC y CNT- centró lógicamente desde 1932 su atención en este tema en la elaboración de sucesivas actualizaciones tácticas ante la cuestión catalana, al hilo de la complejísima evolución de la situación política y social en este periodo revolucionario. Además, también hay que hacer constar que en su momento su formulación y defensa por la FCC-B provocó muy duras respuestas por parte de Andréu Nin y de la ICE, en términos más afines a los que entonces -y ahora- se entendía por ortodoxia leninista. (La ICE sí tenía presencia en Andalucía, contando con organizaciones locales -que luego fueron del POUM- en Sevilla, Cádiz, Gerena, Guadalcanal, Algeciras, Jaén y Fuensanta de Martos y en la vecina Llerena, exterminadas todas por los franquistas)*. Si hemos recuperado ahora este aspecto parcial de la prehistoria del POUM es para llamar la atención a su traves sobre el riquísimo caudal de perspectivas que encierra el conocimiento de la trayectoria de las dos corrientes revolucionarias que, configuradas en torno a 1930, confluyeron en su formación en septiembre de 1935: la Izquierda Comunista, sección de la Oposición de Izquierda y el Bloque Obrero y Campesino. Enseñanzas que no se agotan en absoluto en el nivel teórico de sus elaboraciones ni en el interés de sus aportaciones en el terreno del análisis o en el caudal informativo y polémico aportado por las discusiones cruzadas entre sí, con Trotsky y la Oposición de Izquierda Internacional o con otras organizaciones de la izquierda, sean los diversos nacionalistas de izquierda, los estalinistas del PCE o las diferentes corrientes del socialdemócrata PSOE o del movimiento anarco-sindicalista. El BOC y la IC fueron dos organizaciones militantes que durante la etapa republicana desarrollaron con honestidad el intento de construir una estrategia revolucionaria acorde a la situación en la que les tocó operar, defendiendo en la practica un proyecto socialista revolucionario coherente. Así es obligado recordar que sin su trabajo e influencia social, sindical y política no es posible entender -por ejemplo- la formación de las Alianzas Obreras que encabezarían las insurrecciones de Asturias y Cataluña en 1934 o fenómenos políticos de importancia como el origen, alcance y limites de la radicalización del PSOE-UGT entre 1933 y 1936 ante el ascenso de la amenaza fascista y la crisis terminal del régimen republicano. Llegado 1936, el POUM constata que la alternativa está planteada entre fascismo y socialismo. En condiciones muy difíciles, intenta articular su inmersión en la masiva corriente de respuesta popular unitaria con aspiraciones democrático-socialistas que se plasma en el triunfo de la coalición obrera-republicana en las elecciones de febrero -una vez que no consigue que se de un frente de izquierdas socialistas sin adherencias azañistas- combinándola con el impulso y centralización del vigoroso movimiento obrero y popular que se expresa en esas fechas a partir de la victoria electoral, con multitud de huelgas y ocupaciones de tierras. Denuncia que mientras esto ocurre, se gesta y extiende la conspiración militar-fascista, alertando ante la pasiva connivencia del Gobierno republicano del Frente Popular. Luego de que la movilización revolucionaria derrote el golpe militar en Julio y abra paso a la guerra civil, el POUM intentará que la vinculación entre Guerra y revolución/Revolución y guerra se mantenga, entendiendo esta conexión como única vía para la victoria; sufriendo, primero, las consecuencias de su condición minoritaria ante la CNT y la izquierda largocaballerista del PSOE y luego, la embestida directa del Frente Popular (ERC, republicanos Azañistas, derecha prietista del PSOE y gubernamentales de la CNT) a traves del ariete del estalinista PCE-PSUC. Tras las primeras escaramuzas contra el POUM de Madrid en noviembre de 1936, el estallido de la provocación de las Jornadas de Mayo de 1937 en Barcelona y la ulterior capitulación de la CNT, el Régimen republicano ilegalizará al POUM buscando con ello abrir paso franco a la liquidación de las conquistas revolucionarias de Julio de 1936 y reinstaurar el descompuesto régimen de la II República. Semanario clandestino de la JCI-POUM denuncia el secuestro y asesinato de Andréu Nin, 1937 A avalar ese objetivo, encubriéndolo tras calumnias, responde el intento de trasmutar al POUM en una agencia de espionaje franquista, faena a la que se dedican con virulencia el PCE-PSUC. Siguiendo la técnica de los Procesos de Moscú -denunciados valientemente por el POUM en su prensa- agentes de la policía secreta soviética en colaboración con estalinistas españoles secuestran a Andréu Nin, secretario político del POUM, para intentar arrancarle una confesión de su presunta traición. La heroica resistencia a las torturas de Nin lleva a su asesinato y desaparición y el escándalo internacional subsiguiente salva a los otros detenidos del POUM de similar destino, pese a su condena judicial, que los mantendrá, no obstante, en prisión hasta el avance franquista, cuando aprovechan la confusión para evadirse. En medio de una desmoralización general creciente en el campo popular, el POUM se reconstruye en la clandestinidad, reanudando su trabajo que persistirá en la resistencia tras la victoria franquista, recomponiendo una seria organización ilegal en Cataluña y Madrid. En 1945 el POUM sufrirá la escisión de una parte de su organización catalana que dará lugar a la formación del Moviment Socialista de Catalunya (MSC), organización que defiende la formación de una nueva socialdemocracia catalana. En plena guerra fría e influidos por ese contexto, abandonaran también el POUM del exilio otros antiguos militantes que pasaran del antiestalinismo a la estalinofobia. En 1952, el POUM resentirá los efectos de una amplia caída de militantes del interior, detenidos por la policía franquista, quedando reducido en la practica a una organización del exilio, desde donde desarrolla en adelante tareas de propaganda, infraestructura y apoyo a las fuerzas antifranquistas del interior. Durante los últimos años del franquismo, la incorporación de algunos nuevos jóvenes militantes llevará a un intento frustrado de reconstrucción política del POUM en el interior como organización de izquierda revolucionaria que -aparte de otras dificultades- tendrá que sobrellevar y superar los efectos de una operación paralela destinada a sumar la imagen del POUM en el haber de quienes pretenden reorganizar la socialdemocracia en Cataluña. Resuelto el envite, el nuevo POUM no conseguirá sin embargo sostenerse y terminará su actividad partidaria hacia finales de 1980 (no sin que antes, algunos militantes andaluces del POUM participen con otras fuerzas como FLA y JCA en la efímera formación del independentista Frente Andaluz de Liberación en 1979). 50 Aniversario del POUM - Pintada de la LCR, Granada, 1985 (Archivo Andalucía Libre) Las fuentes y obras ya accesibles nos permiten distinguir las actuaciones del momento de sus interpretaciones posteriores, incluso cuando estas son efectuadas por algunos de sus protagonistas y situar en su adecuado lugar las diferencias habidas incluso cuando toman forma virulenta. Lo más productivo es acercarse a ellas no a partir de previos alineamientos doctrinarios sino animados por la voluntad de saber y entender, intentando ponerse sinceramente en el lugar de aquellos y aquellas militantes del POUM que aún hoy, 70 años después, siguen mereciendo nuestro testimonio de respeto y admiración. La reivindicación del POUM hoy va más allá del reconocimiento debido a una corriente militante que fue socialista revolucionaria y democrática -cuando era media Noche en el siglo- y la más avanzada en su época en la comprensión desde la izquierda del problema nacional. No se limita al restablecimiento necesario de un hilo ético de continuidad honrosa, que trasciende el nivel de acuerdos y desacuerdos concretos posibles fruto de la evolución histórica o de las diferencias en perspectivas políticas. Es un ejercicio de justicia histórica que, sin requerir en absoluto identificación acrítica alguna, sino bien al contrario, sosteniéndose en el minucioso conocimiento de los hechos y en su intenso debate subsiguiente nos ofrece argumentos sobrados para contraponer en la polémica política actual a quienes aún hoy siguen, bien justificando explicita o vergonzantemente al Régimen franquista, bien -sea en versión socialdemócrata o zombiestalinista- ocultan la realidad histórica para presentar aquel periodo revolucionario como una simple confrontación entre democracia-liberal y totalitarismo, desde la que justificar sus posteriores transacciones con los herederos del franquismo y su colaboracionismo con el Régimen actual. Quede expresa nuestra consideración del POUM como experiencia militante histórica, que forma parte del patrimonio plural de quienes ahora, en pleno siglo XXI, luchan en Andalucía por la Independencia y el Socialismo. *Para datos de implantación en Andalucía de la ICE, ver Pelai Pages, El Movimiento Trotskista en España (1930-1935), Ediciones Península, Barcelona, 1977, pag. 90; Para datos de implantación del BOC y del POUM, ver: Andrew Charles Dugan, BOC 1930-1936, El Bloque Obrero y Campesino, Laertes, Barcelona, 1996, Apendices pag. 535 y ss. Actos Conmemorativos del 70 Aniversario de la Fundación del POUM (29 de septiembre de 1935 -29 de septiembre de 2005) Acto de la Fundación Andréu Nin de Barcelona La Fundación Andréu Nin de Barcelona organiza un acto de conmemoración del 70 aniversario de la fundación del POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista), que se celebrará en el Ateneo barcelonés, calle Canuda 6, el próximo jueves día 29 de septiembre, a las 19,30 horas de la tarde. Entrada libre. El acto será presentado por Bernat Castany -gerente del Ateneo- y en él participarán, entre otros, Wilebaldo Solano, el último secretario general del POUM, los historiadores Andrew Durgan y Pelai Pagès, y el escritor José Gutiérrez.
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De: mfelix28 |
Enviado: 30/09/2005 12:11 |
Mira: Aprovecho para aclarar a alguno que Orwell, el de 1984 y el de la granja, no era anticomunista, era antistalinista, y se afilió en España al trosko POUM y combatió con ellos contra el fascismo y al lado de comunistas. La guerra civil española Milicia del POUM, al fondo se distingue a George Orwell que destacan por su altura http://www.wsws.org/es/articles/2002/may2002/spa2-m14_prn.shtml En julio del 1936, el general Franco lanza su rebelión militar contra el gobierno republicano, que el pueblo había elegido, con el objetivo de destruir las organizaciones políticas, económicas y culturales de la clase obrera. Los obreros españoles reaccionaron con sus propias acciones revolucionarias, apoderándose de fábricas, tierras, el transporte y toda faceta de la vida militar y económica. Cuando el gobierno rehúsa armarlos, obtienen sus armas de los soldados, saquean almacenes de armamento o las improvisan de las formas más ingeniosas. Muchos de los artistas e intelectuales de vanguardia fueron a luchar en España, pues consideraban que los sucesos no eran solamente una lucha contra el azote del fascismo, sino por el socialismo mismo. El calibre de estos artistas se puede observar en la exposición, Sueños y pesadillas, que actualmente se exhibe en el Museo Imperial de la Guerra en Londres. Las experiencias de Orwell con los trabajadores españoles, que tan intensamente describe en Homenaje a Cataluña , reafirmó para él una vez por todas la índole contrarrevolucionaria de la burocracia estalinista, lo que le decidió a hacérselo saber a todo el mundo. En una carta que le escribiera a Cyril Connolly desde un hospital en Barcelona, donde recibía tratamiento médico por heridas de bala en la garganta y el brazo que los fascistas le habían causado, Orwell escribió: “También quedo agradecido por haberle dicho al público recientemente que probablemente yo debería escribir un libro acerca de España, lo cual, por supuesto, haré tan pronto se me sane este maldito brazo. He sido testigo de muchas cosas maravillosas y por fin he llegado a creer en el Socialismo, lo cual nunca había hecho antes. En general, aunque siento no haber podido ver a Madrid, me alegro de haber participado con Anarquistas y gente del POUM [Partido Obrero de Unificación Marxista]en un frente comparativamente poco conocido en vez de la Brigada Internacional, lo cual habría sido mi destino si hubiera llegado aquí con las credenciales del PC. [Partido Comunista] en vez de los del PLI [Partido Laborista Independiente]...” La experiencia de Orwell fue muy diferente a la de la gran mayoría de los artistas e intelectuales que fueron a España como partidarios de los Partidos Comunistas ya estalinizados, partidos que muchos todavía asociaban con el partido bolchevique de Lenín y las tradiciones revolucionarias de Octubre de 1917, y que poseían una enorme maquinaria para la diseminación de la propaganda y la aniquilación de toda oposición. La producción y publicación de semejante material en aquellos tiempos no fue pequeño cometido para Orwell. Al mismo tiempo que la burocracia estalinista activamente trataba de extinguir físicamente toda una generación de trabajadores e intelectuales marxistas que habían hecho posible la Revolución Rusa de 1917, los partidos comunistas internacionalmente actuaban por doquier, como agentes de Stalin, para suprimir toda oposición a los intereses de la burocracia. La honesta narración de Orwell de los sucesos españoles también chocó con las ideas que dominaban a grandes sectores de la clase obrera revolucionaria. Orwell muchas veces se refirió a las dificultades a las que se enfrentó durante ese período. En una carta a Reyner Happenstall escrita el 31 de julio de 1937, describe la ola de detenciones, tortura y represión que se llevaron a cabo en España contra toda persona bajo sospecha de ser trotskista. Continúa con: “Mientras tanto es imposible que siquiera una palabra acerca de estos sucesos vea la luz del día en la prensa inglesa...la experiencia con el New Statesman [periódico liberal/reformista] me causó cierta gracia. Tan pronto como salí de España, les envié un telegrama desde Francia preguntándoles si les gustaría que les enviase un artículo y, claro, dijeron que sí. Pero cuando se dieron cuenta que mi artículo trataba la represión del POUM, indicaron que no podían publicarlo. Para endulzar la píldora, me asignaron la crítica de un libro muy bueno que recientemente se había publicado— The Spanish Cockpit [ La cabina española] y que revelaba muy bien la realidad. Pero otra vez, al ver mi crítica, no lo publicaron, pues iba ‘contra nuestra filosofía editorial'. Aún así, ofrecieron pagarme por la crítica; en realidad, dinero para callar”. La publicación eventual del libro en 1938, luego de luchar acérrimamente para que una editorial lo publicara, resultó en que el Partido Comunista y sus simpatizantes despreciaran y difamaran a Orwell. Grandes sectores de los intelectuales izquierdistas lo condenaron al ostracismo. Para percatar la situación, hay que ver que, durante el resto de la vida de Orwell, sólo cincuenta tomos se vendían al año. Homenaje a Cataluña es, pues, un texto seminal que continúa siendo una excelente introducción a los acontecimientos españoles y a la estrangulación de la revolución a manos de los estalinistas. Pero Orwell pudo elaborar una alternativa revolucionaria al estalinismo y al dominio que la burocracia eventualmente llegó a ejercer sobre el movimiento obrero. Esto, junto con las victorias que esta política le entregó al fascismo, lo llevaron a una desmoralización política extrema, la cual es evidente en su novela, 1984. Terminó apoyando a los poderes democráticos imperialistas durante la Segunda Guerra Mundial. No obstante, esta evolución política no era inevitable. Cuando arribó en España para escribir sobre la guerra fue como corresponsal del PLI y pronto se encontró luchando como partícipe del POUM, partido fraternal. Su formación política fue consecuencia, pues, de corrientes centristas que activamente se oponían a la lucha de Trotsky para formar una nueva internacional en oposición a la Tercera Internacional, la cual ya había sido estalinizada y que, ante el peligro gemelo del fascismo y el estalinismo, había desarmado políticamente a los trabajadores más avanzados con su apoyo al Frente Popular en España. Trotsky le había prestado mucha atención a la evolución de varias tendencias centristas, tales como el PLI y el POUM, que habían ganado la simpatía de aquellos repugnados por el estalinismo y el reformismo, pero que objetivamente representaban un obstáculo a la adopción de un programa marxista verdaderamente revolucionario. Trotsky describió las inmensas condiciones favorables que existían en España para la revolución—las masas habían formado milicias y comités de obreros, que representaban los futuros órganos de su dominio de la sociedad—y castigó al POUM: “Aún cuando el POUM criticaba a los viejos partidos, se subordinaba a ellos en todas las cuestiones fundamentales: participó en el bloque de las elecciones "populares”; se unió al gobierno que liquidó los comités obreros; participó en la lucha para reconstituir esta coalición gubernamental; capituló una y otra vez ante los dirigentes Anarquistas y, relacionado a esta política, condujo una campaña sindicalista falsa; y adoptó una actitud vacilante y no revolucionaria hacia el levantamiento de mayo de 1937”. En Las lecciones de España: última advertencia, Trotsky repite: “La historia moderna de la sociedad burguesa está repleta de todo tipo de Frentes Populares; es decir, de las combinaciones políticas más diversas para la decepción de los trabajadores...Durante el período de revolución socialista no existe mayor crimen que una coalición con la burguesía”. Trotsky y la Cuarta Internacional insistían que los que España requería era un programa revolucionario, un partido revolucionario, y una dirigencia revolucionaria. es dudoso que Orwell llegara a comprender esto por completo. Cuando escribió Homenaje a Cataluña, hizo varias referencias a la índole política de la guerra civil y a la necesidad de un programa. Para 1942, en un ensayo titulado, Vistazo retroactivo a la Guerra Civil Española, Orwell declara: “La tesis trotskista—que la guerra pudo haberse ganado si la revolución no hubiese sido saboteada—fue probablemente falsa. La nacionalización de las fábricas, la demolición de las iglesias, y la publicación de manifiestos revolucionarios no habrían hecho a los ejércitos más eficaces. Los fascistas triunfaron porque era más fuertes. Tenían armas modernas y los otros no. Ninguna estrategia política podía cambiar esa situación”. Esto es contrario al punto de vista de Trotsky. En mismo medio de la guerra civil, éste escribió: “Como todo el mundo sabe, la guerra civil se conduce no solamente con armas militares, sino también con armas políticas. Desde un punto de vista puramente militar, la Revolución Española es mucho más débil que su enemigo. Su fortaleza se encuentra en su capacidad para inspirar a las grandes masas a la acción. Hasta le puede arrebatar el ejército (de Franco) a sus oficiales reaccionarios. Para lograr esto solamente es necesario presentar, de manera seria y valiente, el programa de la revolución socialista”. “Es imprescindible proclamar que desde ahora en adelante las tierras, las fábricas, y las tiendas serán trasladadas de manos capitalistas a manos del pueblo. Es necesario tomar acción inmediata para realizar este programa en las provincias donde los obreros tienen el poder. El ejército fascista no podría resistir los efectos de este programa: los soldados atarían los pies y las manos a sus oficiales y los entregarían a las jefaturas más cercanas de las milicias obreras. Pero a los ministros burgueses (republicanos) le es imposible aceptar este programa. Desvían la revolución social e instigan a los trabajadores y a los campesinos a que viertan diez veces más sangre que ellos en esta guerra civil”. La evolución eventual de Orwell no le quita importancia a Homenaje a Cataluña, pero sí nos ayuda a comprender el significado de la lucha que la Cuarta Internacional condujo para mostrar que existía una alternativa al estalinismo. Para una apreciación más profunda de la Guerra Civil y la Revolución en España, de la perspectiva revolucionaria, del papel que los diferentes partidos y organizaciones políticos desempeñaron, de la política contrarrevolucionaria del estalinismo, es esencial leer la antología de Trotsky sobre España, La Revolución Española, 1931-1939 (Pathfinder Press) y el libro de Felix Morrow, Revolución y Contra revolución en España (New Park Publications). |
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De: lealtad |
Enviado: 30/09/2005 12:11 |
Manuelllllllllllll... te hicieron una invitación, no merece una respuesta Matilda??? Lealtad |
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De: 02ManuelA |
Enviado: 01/10/2005 07:59 |
Matilda, me encuentro mal de salud (problemas de espalda) y podré estar muy poco tiempo sentado ante el teclado durante una temporada. Acabo de ver tu mensaje y procuro contestarte brevemente. No tengo inconveniente en sumarme al homenaje a la figura de Andreu Nin (por cierto, el instituto en el que trabajo lleva su nombre). Por lo que conozco de él, le considero una persona auténtica, digna de todo respeto, consecuente con sus ideas y capaz de morir sin doblegarse, sin consentir en manchar su nombre ni el del POUM, su partido, tras quién sabe qué feroces torturas, a manos de los esbirros stalinistas y sus títeres españoles, comunistas y socialistas del SIM. La antiimagen de un Bujarin, pongamos por caso. Él fue la figura principal entre los muchos izquierdistas asesinados en la guerra civil española por quienes dominaban en su propio bando. Acabo de leer un libro sumamente interesante sobre otro caso de este tipo: "Enterrar a los muertos", de Ignacio Martínez de Pisón, publicado en Seix Barral. Trata sobre el caso de José Robles, conocido por la influencia que tuvo en el viraje ideológico de John Dos Passos. Saludos. |
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De: mfelix28 |
Enviado: 01/10/2005 15:59 |
tras quién sabe qué feroces torturas, Dicen que fue desollado vivo. |
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De: 02ManuelA |
Enviado: 01/10/2005 15:59 |
Manuel, cortas la historia por donde te conviene. ¿Por qué no cuentas cuáles eran los posicionamientos de Orwell al final de su vida? Ni que decir tiene que anticomunistas. Como los de cualquier persona decente que ha sido comunista y, al no haber hecho dejación de su capacidad de libre raciocinio, ha podido calibrar, al desengañarse, la terrible magnitud de su error. |
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