¡La Culpa la Tienen los Españoles!
por José Brechner | Publicado el 7/12/2005
Antes de los españoles, el incario era manejado por una monarquía donde pocos aristócratas gobernaban y los demás eran esclavos, pero según algunos, parece que eran muy felices. La nobleza incaica se entretenía ofreciendo sacrificios humanos a sus dioses, practicando trepanaciones de cráneos y reservándose a las muchachas vírgenes. No conocían la rueda y jamás llegaron a desarrollar la escritura, vivían en el primitivismo en relación a sus contemporáneos de Europa, su aporte a la humanidad es desconocido, pero según algunos indigenistas y demagogos afines, era el Edén.
¡La culpa la tienen los españoles! Durante cuatro años seguidos escuché vociferar casi todos los días en el Congreso Nacional al entonces diputado del Movimiento Revolucionario Tupac Katari de Liberación (MRTKL) y posteriormente vicepresidente de Bolivia Victor Hugo Cárdenas. No importaba si hablábamos de construir una carretera, fomentar las inversiones, hacer acuerdos con los países vecinos o definir el presupuesto nacional. Nunca importó el tema de fondo para Cárdenas y su compañero, el Honorable Walker Reynaga, hijo de Fausto Reynaga, autor de “La Revolución India”, el Mein Kampf boliviano. Lo único relevante era que desde que llegaron los españoles, Bolivia solo tuvo desgracias.
Antes de los españoles, el incario era manejado por una monarquía donde pocos aristócratas gobernaban y los demás eran esclavos, pero según algunos, parece que eran muy felices. La nobleza incaica se entretenía ofreciendo sacrificios humanos a sus dioses, practicando trepanaciones de cráneos y reservándose a las muchachas vírgenes. No conocían la rueda y jamás llegaron a desarrollar la escritura, vivían en el primitivismo en relación a sus contemporáneos de Europa, su aporte a la humanidad es desconocido, pero según algunos indigenistas y demagogos afines, era el Edén.
Llegaron los europeos y ese mundo paradisíaco se hundió dando origen a la corrupción, el saqueo, la opresión. ¿Cuánto de verdad hay en todo esto? Si admitimos que el saludo cotidiano impuesto por los incas a sus súbditos era una advertencia moral: “No seas ocioso; no seas mentiroso; no seas ladrón”, significa que estos defectos ya formaban parte de su sociedad antes de la llegada de los europeos, lo que significa que los habitantes precolombinos tenían las mismas falencias que los otros pueblos del mundo, aunque resalta que los otros no mencionaron la ociosidad como propia.
Culpar por los males de uno a los demás es el ardid del mediocre. Es cierto que los conquistadores fueron saqueadores genocidas, pero eso fue hace 500 años y no se puede seguir culpando a los españoles, a sus descendientes ni a nadie de lo que sucede hoy en día más que a uno mismo. Los europeos también trajeron cultura y civilización al nuevo mundo, de lo contrario no se hubiesen quedado. Toda persona de clase media que goza de vivienda, agua potable y electricidad, está viviendo hoy en mejores condiciones que cualquier monarca del siglo XV.
El indigenismo recalcitrante de Victor Hugo Cárdenas disminuyó cuando un descendiente de criollos, Gonzalo Sánchez de Lozada, le ofreció la vicepresidencia de Bolivia, pensando que de esa manera, compensaba las diferencias culturales y apaciguaba los legítimos deseos reivindicatorios de la población vernácula. Sin embargo el resultado es cuestionable. Ya no se trata de tener a un indígena letrado en el congreso o el ejecutivo,. Ahora se trata de tener a un simple campesino, sin brillo ni instrucción alguna, que no resalta por su sabiduría autóctona, capacidad intelectual o espiritualidad superior, en control del país.
El MRTKL murió con la vicepresidencia de Cárdenas, al aceptar que los blancos no eran tan malos como los pintaba Fausto Reynaga. Como dijo su correligionario, Felipe Quispe, líder del ultra izquierdista Movimiento Indio Pachakuti (MIP): “…a Cárdenas le lavaron el cerebro”. En verdad, se lo lavó solo y la higiene mental es siempre positiva, eliminó las pasiones irracionales e hizo un excelente papel como vicepresidente, lo que significa que hasta el más ferviente defensor de los intereses originarios puede ser un interlocutor válido si es sensato, preparado y está dispuesto a asumir la responsabilidad de manejarse prudentemente en un contexto democrático sin sometimiento a ningún gobierno extranjero.
Felipe Quispe y los demás caudillos no aprendieron de moderación ni avanzaron políticamente, siguen con el mismo discurso racista, la misma ideología fascista-comunista. Morales es nuevo en política pero no es diferente, ni siquiera tiene la experiencia y sapiencia de estos intelectuales aymaras. Solo aprendió a ser un poco más diplomático, es demagogo -como su comandante venezolano- y tiene millones de dólares, muy atrayentes para los oportunistas locales que creen que van a obtener parte del botín y lo han convertido en el candidato favorito.
Si el MAS llega al poder y se comporta democráticamente obedeciendo a las leyes y respetando los derechos humanos, no podrá controlar a su propia gente y menos aún a los demás grupos radicales. El país se convertirá en un campo de batalla, donde los caciques ordenarán asaltar a los que tienen para quedarse con sus codiciados bienes y después se aniquilarán entre ellos. La única posibilidad de poner orden sería a través de una dictadura, lo que incitaría a una rebelión popular o un levantamiento militar y acabaría en violencia generalizada, porque Bolivia…, no es Venezuela.
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