Si bien a Tabaré Vazquez le cabe la exculpación de Sancho Panza en el Quijote: "el que avisa no es traidor", ya que una y mil veces anticipó el gobierno ultrareaccionario que iba a encabezar con frases tales como "hay que tener disciplina fiscal", "respetar al F.M.I.", "voy a nombrar a Astori (ultraliberal) en economía" o de ex tupamaros (ya que lo siguen siendo solo de nombre) diciendo "hay que ordeñar a la vaca burgues y no matarla", en definitiva había que ser muy inocente para creer que estos tipos iban a gobernar para el pueblo (yo nunca me lo creí). Sin embargo y a pesar de todo Tabaré Vazquez y su gobierno son igualmente traidores, traidores a la dignidad del pueblo uruguayo, a la raza humana y a nuestra madre naturaleza. Su gobierno privilegia respetar "las inversiones privadas del exterior" (traducido el imperialismo de las multinacionales europeas), a la salud y calidad de vida de los vecinos argentinos de Gualeguaychú que van a sufrir terriblemente en su economía (pesca, turismo, carnavales) y en su salud (gases olorosos, contaminación del agua y el aire) la instalación de las empresas españolas ¿no tuvimos bastante ya con la conquista? y finesas, la primera expulsada de Pontevedra por su terrible destrucción del habitat natural y la segunda responsable de arruinar muchos lagos de Finlandia. Además el ministro de economía ya quiere hacer acuerdos de libre comercio tipo Alca con Estados Unidos, que significan más sumisión al imperio del norte y sus multinacionales y menos derechos (aún) para el Estado uruguayo y su pueblo. Ante este desolador panorama solo queda recordar la sabia frase de León Gieco:
"SI UN TRAIDOR PUEDE MAS QUE UNOS CUANTOS, QUE ESOS CUANTOS NO LO OLVIDEN FACILMENTE."