¿Es ésta una "educación gratuita"?
El 4 de abril de 1961 el dictador cubano Fidel Castro creó una organización juvenil a la que llamó Unión de
Casi todos los niños cubanos, incluyendo a Elian González cuya foto con su uniforme de pionero pueden ver
arriba, están obligados a pertenecer a esa organización. Si usted no simpatiza con el régimen y no quiere
que su hijo se convierta en un 'robot', las oportunidades para que pueda obtener una educación se verán
extremadamente limitadas.
Los pioneros tienen que participar en muchas actividades extracurriculares. Cuando el tirano de Cuba quiere
que un millón de cubanos marchen frente a la Sección de Intereses de Estados Unidos, los pioneros tienen que
estar presentes al igual que sus familiares.
Los pioneros también están supuestos a denunciar cualquier actividad 'contrarrevolucionaria' que observen
en sus propias casas o en la casa de algún amigo. Cientos de padres cubanos han sido encarcelados y algunos
hasta fusilados por haber sido denunciados por sus propios hijos de estar hablando mal del régimen o
realizando algún acto que pueda ser considerado como contrarrevolucionario.
Cuando los pioneros toman parte en alguna actividad convocada por el régimen reciben un cupón como el que
aparece arriba. Al día siguiente, los niños deben darle ese cupón a su maestro para confirmar que estuvieron
presente. De no ser así y el niño no tener una muy buena excusa, el maestro pondrá una nota en su "Expediente
Acumulativo del Estudiante" que cada estudiante cubano tiene consigo desde que comienza a ir a la escuela
hasta que termina la secundaria.
En este expediente también se mantiene información sobre la familia, si la misma se encuentra o no 'integrada'
al sistema imperante en Cuba y si participa junto con el estudiante en los actos que convoca el régimen.
De lo que diga ese expediente, dependerá si el estudiante puede realizar o no sus estudios universitarios.
¿Usted consideraría que esa es una 'educación gratuita' como suelen decir los apologistas de Castro?
Yo estoy seguro que muy pocos padres aceptarían que sus hijos se convirtieran en robots de un régimen
criminal como el que hay en Cuba, con tal de que puedan cursar estudios superiores.
Pero la mayoría de los extranjeros que van a Cuba y son ignorantes de la realidad cubana, se convierten en
cómplices de Castro cuando regresan a sus países hablando maravillas del sistema educacional cubano.