Pacientes paquistaníes en el Hermanos Ameijeiras
¡Cuba en el corazón!
JOSÉ A. DE LA OSA
delaosa@granma.cip.cu
Desde las nevadas laderas del Himalaya, llegaron a Cuba 14 pacientes (seis niños y ocho adultos) que sufrieron la amputación en uno de sus miembros inferiores como consecuencia del devastador terremoto que asoló el noreste de esa nación el 8 de octubre pasado.
Saraj, de ocho años, junto a su papá.
Atendidos inicialmente en sus villas de residencia —Thakot, Bassian, Hattian, Muzaffarabad— por integrantes del Contingente Médico Internacional Henry Reeve, se encuentran desde hace poco más de dos semanas en el Hospital Clínico-Quirúrgico Hermanos Ameijeiras, en Ciudad de La Habana, donde han recibido una valoración médica integral.
Pacientes paquistaníes que son atendidos en el Hospital Clínico-Quirúrgico Hermanos Ameijeiras.
Un equipo multidisciplinario de especialistas de ese prestigioso centro asistencial dirige ahora sus esfuerzos científicos, fundamentalmente, al tratamiento intensivo e individualizado de rehabilitación y fisioterapia, junto a expertos del Laboratorio de Ortopedia Técnica Docente Cuba-RDA, a fin de dotar a estos pacientes de las habilidades necesarias para la marcha con prótesis.
El doctor Antonio Enamorado, director del Hermanos Ameijeiras, valoró como "muy favorable" el buen estado de ánimo y la rápida adaptación de estos pacientes, 10 de los cuales ya están caminando con sus prótesis y los cuatro restantes se espera lo harán a finales de esta semana.
Aunque cuentan con un traductor, las barreras lingüísticas no impiden la comunicación directa con el personal médico, paramédico, y el trabajador o trabajadora social que los apoya. Ello constituye una fuerza imprescindible para el mejor y más rápido desarrollo de los procederes de rehabilitación que se les aplican, teniendo en cuenta además los traumas psicológicos que perviven luego de los desastres naturales.
El doctor José Vila Yanes, especialista en Medicina Física y Rehabilitación, e integrante del contingente Henry Reeve quien los acompañó desde Paquistán, a modo de ejemplo le dice a Farab, una de las pacientes, la palabra "Cuba"... ¡y ella sonríe con amplitud! "Cuba es alegre", traducen.
Los 14 pacientes que son atendidos ahora en nuestro país viajaron con igual número de familiares. La mayoría de ellos era la primera vez que salían siquiera de las regiones del Himalaya donde residen.
SARAJ ESTABA EN LA ESCUELA
Saraj tiene ocho años y se encuentra hospitalizado en el piso 19 del Hermanos Ameijeiras. A su llegada al centro asistencial, dice la trabajadora social, no sonreía con facilidad. Su padre, Mohammad Fakir, junto a él, considera que su hijo es un "afortunado", porque salvó la vida durante el terremoto, que sorprendió al pequeño en el horario escolar.
Rememora ahora que al comenzar el temblor, Saraj salió del aula corriendo hacia la calle y, en el trayecto, una piedra se desprendió del techo de la escuela y le cercenó una de sus piernas, por el tercio medio de la tibia. Atendido de primeros auxilios en un hospital paquistaní, fue tratado después por ortopédicos y rehabilitadores del Contingente Henry Reeve hasta su remisión a La Habana.
Fakir, quien se desempeña en su país como chofer de un camión, confiesa que desconocía no ya la ubicación geográfica de Cuba, sino la existencia misma de esta "isla grande", y quiso hacer patente su agradecimiento y su felicidad por los cuidados recibidos, porque literalmente los han abrumado con atenciones para que se sientan como en casa. Ahora tiene a Cuba en el corazón, dice.
SALUDOS REVOLUCIONARIOS
(Gran Papiyo)