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De: matilda  (Mensaje original) Enviado: 30/03/2006 02:29
PRISA trabaja con la Comisión para la Asistencia a una Cuba Libre que integra también acciones contra Venezuela

inSurGente.- El periódico de Prisa, El País, publicó a principios de esta semana (días 27 y 28 de marzo), con un enorme despliegue de espacio y titulares -cuatro páginas completas a cinco columnas-, un enorme artículo titulado: “El nuevo régimen de Venezuela. 1. La dudosa obra de Chávez. 2. El caos petrolero”. La presentación del gigantesco panfleto –en la franja externa sobre las páginas- dice: “Investigación y análisis”. Los subtítulos de las dos entregas afirman lo siguiente: “La generosa factura petrolera no puede ocultar la realidad de un país asolado por la corrupción y el desorden económico”, con infraestructuras destruidas y una Administración arruinada”, la primera de ellas; y “Con una política energética al servicio de su proyecto de revolución bolivariana, varias decisiones de Chávez ponen en riesgo el futuro de la producción de petróleo en Venezuela”. El contenido de los artículos es indigno incluso para Falsimedia. Lo más significativo de todo este despliegue es que el texto, firmado por un personaje realmente siniestro, Norman Gall, fue publicado en enero y febrero en el periódico O Estado de Sao Paulo. De nuevo El País -tal como hizo el miércoles 14 de diciembre al republicar un artículo titulado “Nuestros lectores en la Habana”, que firmaba una tal Theresa Bond-, se integra en el circuito de Falsimedia organizado por el Gobierno de los EEUU. En “Leer más”, el informe publicado ayer en Rebelión y el texto publicado el 2 de enero por nSurGente. En "leer más", informes de Rebelión e Insurgente.



Tres antiguos textos sobre Venezuela de un editor de la revista Forbes publicados por El País

Carlos Martínez / Juan González
Rebelión

E
n la página de Norman Gall (http://www.normangall.com/publicationslist.htm), en el listado de publicaciones sobre Venezuela, es posible leer en inglés y en portugués los textos que El País publicó el día 27 de marzo (La dudosa obra de Chávez ), el día 28 (El caos petrolero) -requiere suscripción- y el que probablemente publicará en el futuro  (Las normas de Chávez) sobre Venezuela y el gobierno democrático presidido por Hugo Chávez.

En este último texto, Norman Gall resta valor a la Misión Robinson que ha convertido a Venezuela en territorio libre de analfabetismo, según la UNESCO. Para Gall esto carece de importancia pues "sólo el seis por cien de venezolanos eran analfabetos cuando empezó la mision en 2003". Pero si tomamos en cuenta el informe de la OIT y de la CEPAL de 2002, el porcentaje es de 6.8, en sólo tres años 1.482.000 personas mayores de catorce años han aprendido a leer a escribir, aunque parece ser que para alguien como Gall es un hecho insignificante.

Todos los artículos de este autor están plagados de textos tendenciosos (critica la alta abstención en las elecciones venezolanas pero en otro texto propone para Brasíl que se elimine el voto obligatorio pues "muchos brasileños votan sólo por obligación jurídica, sin conocimiento o interés por partidos y candidatos", llenos de mentiras (cuenta que el golpe de estado de 2002 lo dieron soldados que se negaron a cumplir la orden de Chávez de disparar contra la multitud), que no proceden de un periodista de El País que haya hecho un reportaje de investigación y análisis. Este "reportaje" esta elaborado por un miembro del consejo editorial de Foreign Policy en español, la revista fundada por Samuel Huntington y que tiene vinculaciones con el Fondo Nacional para la Democracia (National Endowment for Democracy o NED, por sus siglas en inglés) entidad creada en 1983 por Ronald Reagan, que tiene por objeto la promoción de la democracía pero que ha gastado cerca de dos millones de dólares para derrocar la democracía en Venezuela.

Norman Gall también es editor de la revista Forbes en S찾o Paulo, ex-consultor de Exxon Corporation, del Banco Mundial y director ejecutivo de una fundación, financiada por grandes empresas como British Gas, Nestlé , Philips , Santander Banespa o Siemens, llamada Instituto Braudel, director ejecutivo a quien le cabe el éxito de haber augurado públicamente que Mesa no perdería el poder en Bolivia y que Chávez caería por causa del referéndum revocatorio.

Uno de los empeños de este instituto es rebajar las, ya paupérrimas, pensiones públicas brasileñas y alargar la vida laboral de los trabajadores (http://www.braudel.org.br/novo/publicacoes/bp/bp38_es.pdf). En la página web del instituto, también se puede leer un encuentro del ex-presidente español Felipe González con niños brasileños, con los que, a próposito de África, se sincera: "Les voy a contar un secreto. Cuando dicen que la pobreza exprema produce revoluciones, es mentira, la pobreza extrema sólo exige sobrevivir cada día". Y para que los adolescentes lo entendieran bien, seguidamente les relató su encuentro con la Madre Teresa de Calcuta.

Los textos que publica El País fueron publicados en enero y febrero en el periódico O Estado de Sao Paulo , dirigido por una familia pudiente y vinculado con la derechista Sociedad Interamericana de Prensa, un asociación de empresarios de prensa que se caracteriza por sus constantes ataques a Cuba y Venezuela. Sin entrar en pretensiones conspirativas es lícito preguntarse por indicación de quién decide El País publicarlos ahora, reciclando artículos de hace varios meses de un periódico regional y conservador brasileño.


Bond y la Asistencia a una Cuba Libre

Antonio Maira
Insurgente

El miércoles 14 de diciembre el diario El País publicó un artículo titulado “Nuestros lectores en la Habana”, que firmaba una tal Theresa Bond, seudónimo de “alguien que escribe desde Cuba para publicaciones como el Foreing Affairs”, según afirma Carlos Manuel Estefanía, director de Cuba Nuestra, un feroz panfleto anticastrista que editan los exiliados cubanos en Suecia. El País, uno de los medios de comunicación del grupo PRISA, notorio representante del sector “progresista” de la Falsimedia española, publica un artículo de encargo, firmado con un seudónimo, evidentemente planificado en el ámbito del Departamento de Estado, diseñado en grueso y tal vez en fino en el entorno de Caleb McCarry y del representante del Imperio en la Oficina de Intereses de los EEUU en La Habana. La conclusión es obvia: El País funciona dentro de una red desinformativa y de propaganda dirigida por el Departamento de Estado del gobierno de los EEUU.

El texto del artículo –un verdadero libelo mentiroso y contradictorio, y por eso último muy clarificador- se refiere a la situación de los “disidentes” encarcelados en Cuba y en relación con ellos al “papel liberador” de las llamadas bibliotecas independientes (1).

El tal Carlos Manuel Estefanía se jacta de haber conseguido la publicación del artículo que reproduce El País hace dos semanas, en el suplemento cultural del periódico Dagens Nyheter -“uno de los más importantes de Suecia”- en fecha tan temprana como el lunes primero de agosto con el sugestivo título de "Bakom gallret blomstrar det fria ordet" (Tras la rejas florece la palabra libre).

La descarada jactancia de ser los inductores de la publicación del texto encabeza un editorial en el que el día 7 del mismo mes de agosto Cuba Nuestra reproducía casi textualmente el texto de Bond en forma de comentario del director del libelo, titulado esta vez: ¿Bibliotecas independientes en las cárceles de Cuba?

Una semana antes de la aparición en El País, el artículo -ya muy baqueteado como hemos visto- se publica en Le Monde, que le transfiere el testigo al periódico independiente de Polanco. Dagens Nyheter, Cuba Nuestra, Le Monde, El País,  en un periodo de cuatro meses y medio. Después de esos primeros avatares, el texto -originalmente escrito en inglés, según parece- irá rebotando de tribuna libre en tribuna libre haciendo camino a la infamia.

El origen del panfletario artículo -que publica como original el órgano más cualificado de Falsimedia en España- viene claramente señalado en el texto citado de Carlos Manuel Estefanía: “Después de España, probablemente sea  Suecia el país europeo que mayor cobertura de prensa le da al movimiento democrático en Cuba, una situación que no poco debe al activismo de una parte de la inmigración cubana en este país”.
Dada la poderosa iniciativa que los EEUU conceden a la “disidencia” cubana en el “proceso de transición”(2) es evidente que estamos ante un artículo diseñado y distribuido por el Departamento de Estado, de la misma manera que el Pentágono ha fabricado textos que después ha colocado –con nombres de autores inventados  o seudónimos- en la “prensa libre” iraquí, según se ha denunciado y demostrado en las últimas semanas.

Con la NED nos hemos topado, con la Nacional Endowment for Democracy o, lo que es peor, con el trabajo sistemático del Coordinador para la Transición a una Cuba Libre, Caleb McCarry, nombrado por la Secretaria de Estado de los Estados Unidos.

El asunto es mucho más escandaloso en el caso de El País que en el cado de los medios de comunicación iraquíes, ya que la Falsimedia en el país árabe es un aparato de publicidad creado por los sucesivos virreyes y embajadores de Washington en Bagdad, y el periódico español es uno de los símbolos de la independencia y libertad de prensa aceptados y divulgados como tales por el conglomerado mediático que responde al llamado “consenso de Washington”.

De modo que, recapitulemos:

-El País, uno de los medios de comunicación del grupo PRISA, notorio representante del sector “progresista” de la Falsimedia española, publica un artículo de encargo, firmado con un seudónimo, evidentemente planificado en el ámbito del Departamento de Estado, diseñado en grueso y tal vez en fino en el entorno de Caleb McCarry y del representante del Imperio en la Oficina de Intereses de los EEUU en La Habana.
-Dentro de ese entorno dirigido por el Comité para la Transición a una Cuba Libre, los elementos dinamizadores –“grupos de tarea”- son las organizaciones del exilio cubano más reaccionario. Tales elementos se encargan de señalar obligaciones a los medios de comunicación –Falsimedia- que se han integrado dentro de la red que colabora en las tareas propagandísticas del “proyecto Cuba” del Consejo de Seguridad Nacional, el Departamento de Estado y el Pentágono.

-El artículo –probablemente no es el primero- inicia su periplo en Suecia cuatro meses antes, el día 1 de agosto, y es republicado en Le Monde en la primera quincena de diciembre, una semana antes de que se distribuya desde El País para la opinión pública española. Inmediatamente después de la primera publicación, uno de los panfletos menos presentables del exilio cubano, Cuba Nuestra, afirma que el circuito que inicia “Falsimedia Bond” en Suecia está organizado por el exilio cubano más activo que sitúa en ese país y en España. El mismo panfleto proporciona datos muy concretos sobre “la empresa” para la que trabaja la autora o el autor del artículo distribuido, y sobre los canales de distribución.

-Las fechas tan separadas de publicación apuntan a la organización de los medios en una estructura funcional más rígida que la anterior, menos basada en la emulación voluntaria entre los enemigos de Cuba y más con la tarea concreta de “asistir a Cuba” que ha planificado el Departamento de Estado. Se trata pues de una verdadera red de difusión de artículos que no pierden “la frescura” con el paso del tiempo. En realidad se fabrican siguiendo una estrategia desinformativa y de propaganda, y después se colocan escalonada o simultáneamente en los medios, según se trate de crear poco a poco una “matriz de opinión” o de buscar un efecto de choque sobre coyunturas más concretas.
La conclusión de todo esto es muy clara y, sobre todo, muy precisa:

El País funciona dentro de una red desinformativa y de propaganda dirigida por el Departamento de Estado del gobierno de los EEUU.

Notas:

(1). Para un análisis pormenorizado de las “bibliotecas independientes” puede leerse el magnífico artículo publicado por Rebelión:
http://www.rebelion.org/medios/040111uni.htm

Para leer el artículo “nuestros lectores en la habana”:
http://www.camagueyanos.com/wwwboard/messages/45940.html


(2). El deseado por los EEUU proceso de transición está totalmente diseñado, tanto en lo que se refiere a los instrumentos que se utilizarán –se detallan los que sólo violan el derecho internacional, y se mencionan con alusiones muy claras los que además constituyen actos claros de terrorismo- como a los resultados que cumplirán el proceso, dos enormes documentos. Uno de ellos es una ley del Congreso de los EEUU –la Helms Burton-, que como hizo en menor grado la Enmienda Platt a principios del siglo XX define la estructura económica, social y política de Cuba, y los procedimientos para establecerla y controlarla que utilizará el gobierno norteamericano.  El otro es el Informe del Comité para la Transición a una Cuba Libre.

La existencia de una ley de los EEUU y de un documento operativo, y el  nombramiento por Washington del llamado Coordinador para la Transición son hechos ponen en evidencia varias cosas: la llamada “transición” en Cuba es una decisión de los EEUU; el objetivo de la transición, su resultado en cuanto a la estructura económica, social y política de Cuba, es también una decisión de Washington; y, finalmente, que no existe ninguna organización en la isla a la que el gobierno norteamericano conceda el más mínimo protagonismo en esta determinación externa del futuro de la isla.
Publicado en: 2006-01-02



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