¡La Revolución socialista la defendemos con estos fusiles!
El 16 de abril, en la despedida de duelo a los caídos como consecuencia del bombardeo a los aeropuertos de San Antonio de los Baños, Ciudad Libertad y Santiago de Cuba y ante la conmovida manifestación combatiente, Fidel proclamó el carácter socialista de la Revolución y llamó al pueblo a aprestarse para el combate en defensa del socialismo. Granma reproduce, junto a la foto de Corrales, que captó aquel momento inolvidable, el texto íntegro de aquellas enardecidas palabras del Comandante en Jefe
Porque lo que no pueden perdonarnos los imperialistas es que estemos aquí, lo que no pueden perdonarnos los imperialistas es la dignidad, la entereza, el valor, la firmeza ideológica, el espíritu de sacrificio y el espíritu revolucionario del pueblo de Cuba.
Eso es los que no pueden perdonarnos, que estemos ahí en sus narices, ¡y que hayamos hecho una Revolución socialista en las propias narices de los Estados Unidos!
¡Y que esa Revolución socialista la defendemos con estos fusiles! ¡Y que esa Revolución socialista la defendemos con el valor con que ayer nuestros artilleros antiaéreos acribillaron a balazos a los aviones agresores!
Y esa Revolución, esa Revolución no la defendemos con mercenarios; esta Revolución la defendemos con los hombres y las mujeres del pueblo.
¿Quiénes tienen las armas? ¿Acaso las armas las tiene el mercenario? (Gritos de: “No”) ¿Acaso las armas las tiene el millonario? (Gritos de: “No”) Porque mercenario y millonario son la misma cosa. ¿Acaso las armas las tienen los hijos de los ricos? (Gritos de: “No”) ¿Acaso las armas las tienen los mayorales? (Gritos de: “No”) ¿Quiénes tienen las armas? ¿Qué manos son esas que levantan esas armas? ¿Son manos de señoritos? (Gritos de: “No”) ¿Son manos de ricos? (Gritos de: “No”) ¿Son manos de explotadores? (Gritos de: “No”) ¿Qué manos son esas que levantan esas armas? ¿No son manos obreras? (Gritos de: “Sí”) ¿No son manos campesinas? (Gritos de: “Sí”) ¿No son manos endurecidas por el trabajo? (Gritos de: “Sí”) ¿No son manos creadoras? (Gritos de: “Sí”) ¿No son manos humildes del pueblo? (Gritos de: “Sí”) ¿Y cuál es la mayoría del pueblo, los millonarios o los obreros? ¿Los explotadores o los explotados, los privilegiados o los humildes? (Gritos) ¿No tienen las armas los privilegiados? (Gritos de: “No”) ¿Las tienen los humildes? (Gritos de: “Sí”) ¿Son minorías los privilegiados? (Gritos de: “Sí”) ¿Son mayoría los humildes? (Gritos de: “Sí”) ¿Es democrática una revolución en que los humildes tienen las armas? (Gritos de: “Sí”).
Compañeros obreros y campesinos, esta es la Revolución socialista y democrática de los humildes, con los humildes y para los humildes. Y por esta Revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes, estamos dispuestos a dar la vida.
Obreros y campesinos, hombres y mujeres humildes de la patria, ¿juran defender hasta la última gota de sangre esta Revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes? (Gritos de: “Sí”).
MARCHEMOS A NUESTROS BATALLONES Y DISPONGÁMONOS A SALIRLE AL FRENTE AL ENEMIGO
Compañeros obreros y campesinos de la patria, el ataque de ayer fue el preludio de la agresión de los mercenarios, el ataque de ayer que costó siete vidas heroicas, tuvo el propósito de destruir nuestros aviones en tierra, mas fracasaron, solo destruyeron dos aviones, y el grueso de los aviones enemigos fue averiado o abatido. Aquí, frente a la tumba de los compañeros caídos, aquí, junto a los restos de los jóvenes heroicos, hijos de obreros e hijos de humildes, reafirmemos nuestra decisión, de que al igual que ellos pusieron su pecho a las balas, al igual que ellos dieron su vida, vengan cuando vengan los mercenarios, todos nosotros, orgullosos de nuestra Revolución, orgullosos de defender esta Revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes, no vacilaremos, frente a quienes sean, en defenderla hasta nuestra última gota de sangre.
Fidel concluye su discurso pronunciando la consigna ¡Patria o Muerte!
La respuesta de los presentes adquiere una mayor dimensión al decir, con los fusiles en alto, en grito unánime: ¡Venceremos!
Es ese el momento en que, el Comandante en Jefe, toma nuevamente el micrófono y convoca a los presentes para que cantando el himno de Bayamo salgan a sus puestos de combate. Las palabras de Fidel resuenan en los altavoces:
Vamos a cantar el Himno Nacional, compañeros.
Compañeros, todas las unidades deben dirigirse hacia la sede de sus respectivos batallones, en vista de la movilización ordenada para mantener el país en estado de alerta ante la inminencia que se deduce de todos los hechos de las últimas semanas y del cobarde ataque de ayer, de la agresión de los mercenarios. Marchemos a las Casas de los Milicianos, formemos los batallones y dispongámonos a salirle al frente al enemigo, con el Himno Nacional, con las estrofas del himno patriótico, con el grito de “al combate”, con la convicción de que “morir por la patria es vivir” y que “en cadenas vivir, es vivir en oprobios y afrentas sumidos”.
Marchemos a nuestros respectivos batallones y allí esperen órdenes, compañeros.
SALUDOS REVOLUCIONARIOS
(Gran Papiyo)