El que suscribe no organiza turbas, ni los diplomáticos cubanos en España se dedican a «reventar» actos de elementos contrarrevolucionarios cubanos como los que cita en su artículo.


Tampoco, como en su momento hiciera el señor Montaner, pone bombas o almacena en su casa explosivos, a lo que se dedicaba este agente de la Agencia Central de Inteligencia en La Habana en 1960, ni se vincula a elementos terroristas como Luis Posada Carriles, Jorge Mas Canosa, Orlando Bosh y otros connotados elementos terroristas, sus compinches en Fort Benning, tal y como ha sido documentado por el periodista Jean-Guy Allard, lo cual no ha podido desmentir, a pesar de sus esfuerzos.

No hago en Madrid lo que me da la gana. Represento a mi país y a mi pueblo tan dignamente como soy capaz y estoy sumamente orgulloso de ello. No tengo nada de qué arrepentirme ni de qué avergonzarme, ni tiemblo cuando se habla de la lucha antiterrorista y de castigar a los terroristas, que son cosas que deben poner la carne de gallina a Montaner, pensando que se refieren a su persona.


Alberto Velazco San José
Embajador plenipotenciario de la República de Cuba en España