(IAR-Noticias) 27-May-06 Informe especial IAR-Noticias The Wall Street Journal es el diario económico-financiero más influyente del Imperio norteamericano, y su opinión es "palabra santa" para el establishment de poder económico, así como para las trasnacionales y bancos capitalistas "globalizados" que a la hora de diseñar sus políticas de "negocios" lo utilizan como fuente de consulta obligada. En los últimos días, este diario del Imperio (el único de los "grandes" que editorializó a favor de la reelección de Bush) ha lanzado una política editorial consistente en mostrar al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ejerciendo una especie de "`paternalismo" hegemónico sobre el presidente de Bolivia, Evo Morales, sobre todo en materia de recursos energéticos. El Journal, en sintonía con la estrategia del departamento de Estado, coloca a Chávez a la cabeza de lo que denomina "proceso populista" nacido con la ola de nacionalizaciones petroleras en América Latina. Para el financiero imperial, Chávez desarrolla un proyecto de "satelización económica petrolera" basado en un avance agresivo de la petrolera estatal venezolana (PDVSA) en el trazado de convenios y asociaciones con gobiernos de la región. Sin mencionarlo, destaca el carácter "imperial" de la política petrolera de Chávez, que -según la versión del Journal-, alimenta los proyectos políticos hegemónicos "populistas" del presidente venezolano en América Latina. Pasando por alto las políticas solidarias que vehiculizan los convenios petroleros de Chávez (intercambio de petróleo por bienes que producen los países de la región) coloca a la petrolera venezolana en el mismo plano que las trasnacionales capitalistas que saquean los recursos energéticos en América Latina. De manera tal que, en la visión del Journal (que es la visión del capitalismo financiero de Wall Street) , Chávez a convertido a Venezuela en un "supra-Estado petrolero" que compite con las trasnacionales y avanza sobre otros Estados para "satelizarlos" con un proyecto político hegemónico detrás. Y no por casualidad, esa es la nueva "argumentación" que utilizan los "cachorros del Imperio" para atacar a Chávez, tal como quedó demostrado con Alan García en Perú que la utiliza en su campaña electoral contra Humala. O sea que Chávez -según se desprende de la nueva metodología "de ataque"- a pasado de ser el "peligro comunista" para convertirse en una amenaza de "imperialismo estatal" que amenaza la soberanía de los países de la región. Lo interesante y "novedoso" en la nueva visión editorial del Journal sobre Chávez, es que no lo sitúa en un "eje de izquierda" (como en la versión tradicional del Departamento de Estado), sino en un eje "nacionalista petrolero" que comenzó a dispararse -según el financiero imperial- con la escalada de los precios del petróleo que ha ubicado al barril de crudo por encima de los 70 dólares. Según The Wall Street Journal -esta vez en total coincidencia con la conncepción de Washington al respecto- esta ola de "nacionalismo petrolero" responde a un eje compuesto por tres países: Rusia, Irán y Venezuela, desde donde se irradia la idea de "reestatizar" los recursos energéticos en los países emergentes. En este contexto, el "peligro Chávez" ya no se visualiza como una "amenaza ideológica"(el comunismo) sino como una amenaza geopolítica, económica y militar que amenaza con expandirse al resto de América Latina montado en la ola "nacionalizadora" de recursos energéticos y naturales. Otra evidencia que surge -tomando como parámetro la postura editorial de The Wall Street Journal- es que hay un plan de descalificación y minimización de los eventuales aliados de Chávez presentándolos como "títeres" del presidente venezolano. Chávez, el nuevo "peligro imperialista" El jueves pasado, en su edición en español, el diario imperial señala que el gobierno de Bolivia conducido por Evo Morales se ha convertido en una especie de "sucursal chavista" en el Cono Sur, trazando una alianza tan estrecha que "cuesta distinguir donde uno comienza y el otro termina". "Después de la elección (en Bolivia) , las siderúrgicas extranjeras calcularon que probablemente iban a tener que renegociar parte de sus contratos para desarrollar una enorme reserva de mineral de hierro conocida como El Mutún. Lo que no esperaban era ver a una docena de técnicos del gobierno de Venezuela sentados en la mesa de negociaciones", señala el Journal en un artículo titulado: "En Bolivia, las políticas de Evo Morales se mueven al ritmo de Hugo Chávez". Y prosigue: "Durante una reunión del 24 de abril con Jindal Steel & Power, de India, dos expertos venezolanos susurraban a los oídos de sus colegas bolivianos y les pasaban notas, dice Juan Mogrovejo, un representante de Jindal Steel que participó en las negociaciones. Los bolivianos endurecieron sus condiciones, demandando que la duración del proyecto fuera reducida de 40 a 20 años", agrega el Journal. Según el artículo de The Wall Street Journal, los tecnócratas venezolanos "ayudan a definir las políticas bolivianas" en temas tan diversos como salud, reforma agraria y la nacionalización de los hidrocarburos, cuando Morales viaja al exterior, "utiliza un jet provisto por Caracas". Luego cita al "líder de la oposición boliviana", Jorge Quiroga, que perdió contra Morales en las últimas elecciones presidenciales, diciendo que "nos hemos convertido en una colonia de Venezuela". Morales rechaza la acusación, pero se refiere a Chávez como el "padrino" de Bolivia, acota The Wall Street Journal, el diario de mayor influencia en el mundo de las inversiones y los negocios financieros. Para el Journal, hasta ahora, Bolivia representa el "mayor éxito en la estrategia de Chávez" de usar el petróleo para crear y liderar un bloque de países anti-EE.UU. en la región y más allá. Y describe el "imperialismo estatal" de Chávez diciendo que "le arrojó un salvavidas a Cuba, ha prestado centenares de millones de dólares a Argentina y Ecuador y ha votado dos veces a favor de las ambiciones nucleares de Irán en la Organización Internacional de la Energía Atómica". "Además de su pacto de libre comercio, Chávez ha lanzado una cadena de TV regional llamada Telesur, para que actúe como contrapeso a la estadounidense CNN", señala, agregando que "el mandatario venezolano ha hablado incluso de una Organización del Tratado del Atlántico Sur (OTAS) para rivalizar con la OTAN, la Organización del Tratado del Atlántico Norte. Y luego completa la nueva versión (made in usa) de Chávez "Emperador", afirmando que "aun cuando su poder e influencia continúan creciendo, Chávez se está acercando peligrosamente al límite, en una región donde la mayoría de la gente desconfía de la injerencia extranjera: desde la colonia española, hace más de dos siglos, o la intrusión de EE.UU. en décadas recientes". "Aun así, nada de esto detiene a Chávez, quien anuncia casi todas las semanas algún proyecto de integración regional. Su gran sueño es una confederación similar a la Unión Europea llamada Unión del Sur (Unisur)", señala en su artículo el Journal. Situando al presidente venezolano en un proyecto "mesiánico", el Journal afirma que Chávez se siente "un continuador de la tarea de "El Libertador" (Simón Bolivar) , y renombró a su país la República Bolivariana de Venezuela. Cuando estuvo preso por encabezar un fallido golpe de Estado en 1992, Chávez solía hablarle a un busto de bronce del héroe venezolano ubicado en el patio de la prisión, según han dicho sus compañeros de pabellón". Lo que surge como evidencia de esta campaña de acción psicológica emprendida -a todas luces- por el más influyente diario financiero imperial, es que Chávez dejó de ser el "peligro comunista" para convertirse en el nuevo "peligro imperialista" en América. Suena absurdo, y hasta humorístico, pero la usinas imperiales habitualmente utilizan recursos banales y estúpidos que, en base a la repetición mediática por las grandes cadenas, se materializan en la psicología de las mayorías. Y lo que resulta aún más increíble: el Imperio y sus usinas mediáticas (con el Journal como ejemplo emblemático) invierten el discurso antiimperialista de Chávez situando al presidente venezolano en el centro de un proyecto hegemónico que tiene al petróleo como arma de conquista económica. El mensaje, disgregador y sin sentido lógico, pone a Chávez y a Venezuela en un mismo plano que Bush y la trasnacionales imperialistas que saquean a América Latina. Y hay que tener en cuenta un detalle: Alan García utilizó el argumento del proyecto "satelizador" de Chávez en contra de Ollanta Humala (un aliado del presidente venezolano) en su campaña para la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Perú. En base a los sondeos que otorgan más de 10 puntos a García sobre Humala, "analistas" y voceros de la derecha peruana ya andan diciendo que la derrota de Humala en las urnas va a significar la derrota del "proyecto hegemónico" de Chávez en el Perú. Siguiendo la tendencia -claramente expresada en la línea editorial del Wall Street Journal- la misma estrategia van a utilizar en México si López Obrador pierde las elecciones frente al candidato derechista del oficialismo. El absurdo de poner a Chávez como jefe de un "proyecto imperialista" se sintetiza en la famosa frase de Vladimir Ilich Lenin: "la estupidez es lo más difícil de combatir". Al que debe contraponerse otro de recurrente uso popular: "La estupidez, como la mentira, tienen patas cortas". |