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De: matilda  (Mensaje original) Enviado: 07/06/2006 03:34
Un cómplice de Posada Carriles, el coronel yanqui Steele, dirige escuadrones de la muerte en Iraq

inSurGente.- Poco a poco se irá descubriendo quién está detrás de esa matanza programada de civiles en Iraq, que aparecen maniatados, tiroteados y con señales de tortura, a la que los medios de comunicación restan importancia al encasillarlos con una referencia genérica, cuando hablan de guerra sectaria. Según denuncia hoy la prensa cubana, el coronel estadounidense James Steele, cómplice histórico del terrorista internacional al servicio de la CIA, Luis Posada Carriles, asesora operaciones especiales ejecutadas por escuadrones de la muerte en Iraq. El coronel Steele fue el personaje a quien Posada Carriles, protegido por Estados Unidos, anunció el derribo de un DC-3 en Nicaragua y la captura de Eugene Hassenfus, el ya casi olvidado incidente que luego provocó el escándalo Irán-Contras. Historias viejas de personajes siniestros, todavía muy activos. El diario cubano Granma afirma que la presencia del coronel Steele fue denunciada en una carta dirigida al Departamento de Estado por el congresista norteamericano Dennis J. Kucinich. Kucinich reclamó la copia de todos los documentos de los planes del Pentágono sobre el uso de miembros de las Fuerzas Especiales estadounidenses para constituir en Iraq equipos de asesinato y secuestro.


Prensa Latina.- El 8 de enero del 2005 la revista Newsweek se refería a tales planes, designados como la Opción Salvadoreña, para aplastar la insurgencia de los sunitas.

Con una operación similar decenas de miles de salvadoreños fueron asesinados o desaparecidos, incluyendo al arzobispo católico Óscar Arnulfo Romero y cuatro monjas norteamericanas.

Kucinich recordó cómo Steele, quién asesora al embajador estadounidense en Iraq para las Fuerzas de Seguridad iraquíes, desarrolló en El Salvador planes para atacar a líderes de las fuerzas revolucionarias y sus partidarios, refiere el rotativo.

En este momento, el coronel Steele ha sido asignado a trabajar con la nueva unidad de contra-insurgencia conocida como Comandos de Policía Especial, operando bajo la autoridad del Ministerio del Interior de Iraq, señaló Kucinich citado por Granma.

Además de abastecer a la contrarrevolución nicaragüense desde la base aérea salvadoreña de Ilopango, Steele es identificado como creador de escuadrones de la muerte en ese país centroamericano en el periodo 1984-1986, con decenas de miles de víctimas.

Una investigación del periodista estadounidense Robert Parry reveló en 1996 cómo Posada dió al FBI elementos de su participación en el tráfico de drogas y armas bajo órdenes de Steele, entonces oficial de confianza del coronel Oliver North y la Casa Blanca.

Los documentos obtenidos por Parry indicaron cómo Posada confesó que en octubre de 1986, cuando el avión de Eugene Hassenfus es derribado, alertó primero a Steele y luego a la Casa Blanca a través de Félix Rodríguez Mendigutía, quien se encontraba en Miami.

El alto oficial se reunió con Posada en Ilopango para informarse sobre el plan de vuelo del piloto capturado y orientar las medidas a tomar con urgencia para desaparecer las pruebas de la operación.

Posada Carriles, autor del sabotaje a un avión civil cubano en pleno vuelo que mató a 73 personas, se jacta en su libro Los Caminos del Guerrero de sus estrechos vínculos con Steele, comenta Granma.

No hay que sorprenderse entonces de la multitud de privilegios que recibe en Estados Unidos ese conocido terrorista internacional, apuntó el rotativo.

Tampoco que cinco cubanos continúan encarcelados en Estados Unidos desde hace ocho años, por arriesgar sus vidas infiltrando círculos terroristas cubanoamericanos, subrayó Granma.


La noticia de Newsweek en enero del 2005

El Pentágono estudia formar en Iraq 'escuadrones de la muerte' como ocurrió en El Salvador, según lo reveló la revista Newsweek.

Redacción LTH/ Agencias

Los soldados estadounidenses muertos en Iraq ya son más de 1,350, las estadísticas indican que por cada muerto en combate hay 10 heridos, cuando en la guerra de Vietnam la relación era de uno a cuatro. Y por más que el discurso oficial de La Casa Blanca sea 'acabar con el terrorismo para lograr la paz', no hay ninguna luz al final del túnel. ¿Qué se puede hacer para salir del tremendo atolladero de Iraq?

El último intento del Pentágono ha venido en denominarse 'Opción El Salvador', con la idea de formar Escuadrones de la Muerte para combatir a los insurgentes, según lo reveló esta semana el semanario Newsweek. Y el hecho de que se esté discutiendo la medida, da una idea de cuán preocupado está el Secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, y el comando mayor del Pentágono.

'Con lo que todo el mundo está de acuerdo es con que no podemos seguir como hasta ahora', dijo un funcionario veterano [de La Casa Blanca] a la revista Newsweek: 'Tenemos que encontrar la forma de llevar a cabo una ofensiva contra los insurgentes [iraquíes]. Hasta ahora estamos jugando a la defensiva y estamos perdiendo'.

Algo en lo que la mayoría de los analistas están de acuerdo es que la última operación en Faluya, en noviembre [de 2004], no tuvo tanto éxito —según la propaganda oficial— en romper la retaguardia de la insurgencia.

Las pruebas más fuertes de los errores llegan del propio Pentágono que, según desveló la revista Newsweek en su edición de esta semana, 'debate intensamente' la posibilidad de crear escuadrones de la muerte para combatir la insurgencia, que cada día mata a soldados estadounidenses y deja a decenas de heridos más.

El plan se llama 'Opción Salvador' y está basado en el apoyo del Gobierno de Ronald Reagan a la guerra contra la guerrilla en El Salvador —y otros grupos guerrilleros en varios países latinoamericanos—. El gobierno de EEUU financió o apoyó entonces a fuerzas nacionalistas que incluían a los denominados Escuadrones de la Muerte, cuyo objetivo era la caza y el asesinato de los líderes rebeldes y de sus simpatizantes, aunque la historia ha demostrado que la mayoría de las víctimas fueron civiles indefendos [mujeres, niños y ancianos].

Entre los funcionarios de la presente Administración [estadounidense] que trabajaron entonces en Centroamérica [durante las guerras civiles en Centroamérica durante los 1980's] está John Negroponte, actual embajador de Iraq. Bajo el mandato Reagan fue embajador en Honduras, desde donde él dirigió las operaciones encubiertas, según diversos informes basados en documentos oficiales desclasificados.

Como se hizo entonces, el plan ahora sería enviar equipos de las fuerzas especiales para 'asesorar, apoyar y entrenar escuadrones iraquíes, probablemente compuestos por guerreros kurdos y milicianos shiís, para luchar contra los insurgentes suníes y sus simpatizantes incluso al otro lado de la frontera con Siria'. La operación dependería del Pentágono o de la CIA —que tienen una vasta experiencia en este tipo de operaciones contrainsurgentes.

Una de las fuentes militares de Newsweek es quien mejor ha resumido la sensación de fracaso en el Pentágono. 'En lo que todo el mundo está de acuerdo es en que no podemos seguir como estamos —ha declarado el alto mando—. Debemos encontrar una forma para volver a estar preparados para atacar a los insurgentes. Ahora estamos a la defensiva. Y estamos perdiendo'.

Esa creciente sensación de fracaso quedó patente el pasado domingo 9 de enero, cuando el secretario de Estado, Colin Powell, tuvo que hacer una ronda de entrevistas en televisión para mostrar la confianza de la Administración de George Bush en que las elecciones se harán el 30 de enero. No obstante, Powell no ocultó su preocupación por la incertidumbre de qué ocurrirá después de que se celebren.

Las declaraciones de Powell intentan contrarrestar las crecientes voces que alertan sobre los riesgos en Iraq. La semana pasada, el exasesor de seguridad nacional Brent Scowcroft habló del riesgo de 'guerra civil' en Irak y advirtió de que las elecciones 'más que ser un punto de inflexión prometedor, tienen el gran potencial de profundizar el conflicto'. E incluso Howard Coble, republicano y aliado de Bush, se convirtió en uno de los primeros congresistas en solicitar la retirada.


Gran Bretaña lo rechaza

Tras conocerse la información de Newsweek, el gobierno de Gran Bretaña desmintió que el envío del nuevo contingente a Iraq vaya a integrar escuadrones de la muerte similares a los que operaron en la guerra civil de El Salvador en la década de los 80, mientras que la organización Human Rights Watch [HRW] indicó que la posible utilización de estos grupos por Estados Unidos para combatir a la resistencia iraquí representaría un nuevo golpe a las Convenciones de Ginebra.

El ministro de Defensa británico, Geoff Hoon, al anunciar ante el Parlamento el envío de 400 militares suplementarios a Iraq, desestimó que Londres vaya a participar en ese plan, dado a conocer por el semanario estadunidense Newsweek.

El diputado Paul Keith protestó ante Hoon al señalar que coincide con reportes de prensa según los cuales Estados Unidos estudia la posibilidad de utilizar escuadrones de la muerte contra los jefes de la insurrección iraquí, como ocurrió en El Salvador, donde más de 75.000 personas perdieron la vida durante la guerra civil de los 80.

Keith criticó, en nombre del Partido Liberal Demócrata, el envío de nuevas tropas, tras la publicación del artículo de Newsweek.

'Le aconsejo que no crea todo lo que lee', respondió Hoon e indicó que el envío de nuevas tropas a Iraq es para 'apoyar la seguridad electoral' en ese país de cara a los comicios del próximo día 30. La decisión fue adoptada por recomendación del mando militar británico en Iraq y será por un 'periodo limitado', precisó.

Interrogado por Newsweek, Negroponte indicó que no está involucrado en ninguna estrategia militar en Iraq, y afirmó que cualquier mención sobre esto 'es puramente gratuita'.


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Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: mfelix28 Enviado: 07/06/2006 19:22
Y utilizan las técnicas que usaron en El Salvador, usando a los exsoldados de Saddam .



Son tantas las evidencias contra la policía y las milicias del Ministerio de Interior, ligadas al gobierno, que incluso el embajador británico William Patey 짯el representante del principal aliado de Bush en la ocupación ilegal- ha solicitado una investigación al respecto.

Muchas de las acusaciones apuntan a los 5.000 integrantes de la Brigada del Lobo, comandos especiales de la policía del Ministerio de Interior. En mayo de este año, el New York Times detallaba a fondo cómo la administración Bush había supervisado la formación de esta unidad especial paramilitar.

La Brigada del Lobo fue reunida en 2004 bajo las indicaciones de un equipo de élite de operativos estadounidenses, siguiendo las órdenes del entonces embajador de EEUU en Iraq, John Negroponte.

Su formación era parte de la política estadounidense catalogada por el NY Times como "la opción El Salvador", una campaña de asesinatos masivos según el modelo de los escuadrones de la muerte de extrema derecha operativos en El Salvador en los '80. .......

....Negroponte tenía las credenciales suficientes para iniciar una operación semejante en Iraq. Había servido como responsable de la embajada estadounidenses en Honduras del 81 al 85, aconsejando al gobierno hondureño apoyado por EEUU, mientras éste dejaba campar a sus anchas a los paramilitares que mataron y asesinaron a cientos de opositores.

Los individuos que Negroponte seleccionó para reclutar y entrenar la policía del ministerio de Interior disfrutaban de una trayectoria todavía más larga en lo que supone trabajar con regímenes latinoamericanos y sus escuadrones de la muerte apoyados por EEUU.

.....

El principal asesor militar de EEUU para los comandos de la policía era James Steele, quien, de acuerdo con la biografía que él mismo ofreció recientemente en un acto en Washington, "comandó el contingente militar de EEUU en El Salvador durante el clímax de la guerra con la guerrilla" y le fue "confiado el entrenamiento y equipamiento de los que se consideraba la mejor fuerzas antiterrorista de la región"- Durante el "clímax de la guerra con la guerrilla" en El Salvador, unos 70.000 opositores de izquierdas del régimen fueron asesinados por los escuadrones de la muerte "anti-terroristas".

La mayoría de los individuos reclutados por Casteel y Steele para los comandos de la policía iraquí eran miembros de la Guardia Republicana de Saddam Hussein, el principal contigente empleado para suprimir la disidencia interna.

Poco después de que los comandos comenzaran sus operaciones, surgieron acusaciones de asesinatos, ejecuciones extrajudiciales y torturas. La cadena de información periodística Knight Ridder y el diario británico The Observer, han publicado amplios artículos en los que los testigos afirman que los hombres asesinados fueron tomados en custodia por los comandos.

Incluso uno de los periodistas de Knight Ridder que estaba recopilando estos datos, Yasser Salihi, resultó muerto de un disparo en la cabeza cuando se aproximaba a un puesto de control estadounidense el 24 de junio, tres días antes de que se publicara su artículo. Seis semanas más tarde, el periodista estadounidense Steven Vincent fue secuestrado por supuestas fuerzas de Interior, y asesinado tras haber informado en el New York Times sobre los escuadrones de la muerte del gobierno que operaban en Basora.

....

El ministro de Interior es uno de los principales representantes del CSRII, Bayan Yabor. Desde la formación del actual gobierno de coalición kurdo-shií el pasado abril, Yabor ha sido acusado de haber introducido una gran número de milicianos de las Badr en el ministerio, donde trabajan al lado de antiguos miembros de la policía secreta de Hussein y de guardias republicanos sobre los que se concedió una amnistía por parte de los militares de EEUU, a cambio de trabajar para las fuerzas de ocupación contra la Resistencia.

Un hombre de negocios iraquí, quien se presentó como "Zaer", afirmaba el 31 de octubre al Washington Times que las brigadas Badr tienen su sede en el piso 11 del Ministerio de Interior, un piso más arriba que los servicios de inteligencia y dos por encima de los comandos de la policía.

Esta es la realidad de la llamada "democracia" que la Casa Blanca se jacta de haber creado en Iraq. Más de dos años y medio después de la invasión, gran parte del país sigue estando bajo el control directo o indirecto de los grupos de la Resistencia. La población en general se está hartando de las insufribles condiciones de vida que enfrenta, y de la arrogancia de la Ocupación y su gobierno títere. Para poder mantener su crispada presa sobre el país, la administración Bush se está apoyando en un aparato de asesinos a sueldo y sicarios que matan y aterrorizan a la oposición, mientras que los militares estadounidenses lanzan ataques criminales para aplastar ciudades y pueblos rebeldes.//PLL

http://www.ongcidets.cl/porlalibre/iraqart9.html



 
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