Ser cubano es ...
Por: Ana María Sabat González
Ser cubano no significa solamente nacer en Cuba y vivir en ella. Más bien se llega a merecer de veras el gentilicio cuando hacemos las cosas acorde a nuestra idiosincrasia.
Un cubano no llega a ser el tipo chabacano, pero tampoco el empedernido, por nuestra sangre corre esa gracia de verle a todo el lado bueno y de salir victorioso hasta de las peores derrotas.
Si hay un grupo, se define muy bien cuál es el procedente de Cuba, por su desenfado, su cultura y también por su forma de ser.
Aunque hay excepciones, en su mayoría somos jaraneros, nos gustan mucho los chistes y siempre tratamos de verle el doble sentido a cualquier cosa.
Somos muy sensuales. Difícil que a un cubano del sexo masculino le pase una bella muchacha por el lado y no le “suelte” un piropo, de esos que hace ruborizarse a cualquier mujer.
Así somos, pero eso no quita la seriedad y la inteligencia que caracteriza al cubano medio. La creatividad, la consagración y la constante superación son cualidades que nos adornan, y esas nadie nos las puede quitar.
Nos gusta mucho el baile, sobre todo aquellos ritmos que nos hacen movernos de verdad y que nos lleva a divertirnos. Siempre dispuestos a pasar un buen rato.
Somos amigables. Esta característica podríamos decir que es la que nos identifica. A lo largo de la historia el hacer relaciones, el brindar lo que tenemos, el dar nuestros conocimientos y potencialidades a los pueblos que lo necesitan ha sido un sello propio de este país.
Por naturaleza somos hospitalarios, muchos visitantes se quedan encantados con el carácter jovial de mis coterráneos. Aquí los he visto compartir de tú a tú, caminar por nuestras calles y asombrarse de cómo vivimos a plenitud, y que a pesar de algunas carencias materiales somos felices porque estamos en Cuba.
Somos cubanos porque, más que todo, amamos este pedazo de tierra, que según algunos en el mapa mundi parece un caimán, pero que para nosotros es algo así como nuestro amuleto.
SALUDOS REVOLUCIONARIOS
(Gran Papiyo)