LA AGRESIÓN IDEOLÓGICA Y CULTURAL DE LOS ESTADOS UNIDOS HACIA CUBA Desde inicios de siglo, los Estados Unidos mantuvieron latente sus intenciones de penetración ideológica y cultural hacia el territorio cubano. Fueron variadas las formas de influencia ejercida, desde introducir el llamado modo de vida norteamericano, y su política consumista, hasta el empleo desproporcionado de transmisiones radiales y televisivas donde prevalecían sus manifestaciones culturales, publicaciones y ediciones de propósitos "plattistas".
Al triunfar la Revolución Cubana, esta penetración tomó formas más acabadas y agresivas. Su política comenzó a instrumentarse y estimularse, incorporando fines subversivos.
Estados Unidos comenzó reiteradamente a violar el espacio radioeléctrico nacional. Ya en mayo de 1960 la FCC (Comisión Federal de Comunicaciones) autorizaba transmisiones por onda corta hacia Cuba.
Por parte de la CIA se promovió el montaje de la estación conocida con el nombre de Radio Swan, en el Mar Caribe. Y es el 21 de marzo de 1960, que se unen en ese empeño, a la conocida 짼 La voz de los Estados Unidos de América짼 .
A partir de 1960 fueron incontables las horas de transmisiones hacia Cuba. Con el objetivo definido de desacreditar y desestabilizar el país surgieron Radio Mambí, La Cubanísima, Radio Swan, Radio Fé, Radio Martí, emisiones a través de programas de la CMQ y la emisora WQBA, entre muchas otras procedentes de Miami.
No se trata de libre flujo de información entre los pueblos ni mucho menos. Atendiendo al comportamiento de las transmisiones de radio y de televisión desde Estados Unidos hacia Cuba, y los análisis realizados por especialistas e investigadores del tema, se llegó a las siguientes conclusiones:
- La cuestión de la agresión radial de Estados Unidos contra Cuba, es otra cosa. No se debate acerca de la libertad de información o la libre circulación de las ideas, es un debate en torno a la soberanía de Cuba.
- Las transmisiones radiales y de televisión de Estados Unidos hacia Cuba, son un recurso político y, por su diseño y utilización, son un instrumento de agresión. Se consideran ilegítimas porque se diseñan especialmente contra Cuba.
- Según el Reglamento Internacional de Telecomunicaciones, en esta zona las frecuencias de ondas medias no deben ser utilizadas para transmisiones internacionales, y menos el contenido de su programación estar encaminado a la abierta promoción de la subversión, la violencia, la violación de las leyes, e incluso, el asesinato político.
- Son inmorales y ajenas a toda ética, porque su programación es incompatible con el espíritu de la legislación internacional, que concibe las comunicaciones como un vehículo para reforzar los vínculos entre los pueblos y difundir la cultura y la colaboración.
- Respecto a la agresión a través de la televisión, Estados Unidos se ha colocado en posición de delincuente internacional, al violar la prohibición que expresa el Reglamento de telecomunicaciones, se apoderaron de hecho de un canal registrado para la transmisión de la TV cubana, por la fuerza, sin consentimiento de la contraparte cubana.
- En Cuba existe una aceptable audiencia respecto a transmisiones de radio desde distintos puntos del planeta, como son; de Radio Francia, la BBC de Londres, Radio Nedherland, La Voz de Israel, Radio España, La Voz de los Estados Unidos y otras, pero no son exactamente lo mismo que las creadas en el propio territorio de Estados Unidos, con el fin de agredir a Cuba, entre las que figuran en primer orden la Radio y la TV Martí. Sólo la llamada Radio Martí, utiliza 18 frecuencias de onda corta, tres de onda media y una de FM contra el país.
- Las autoridades de telecomunicaciones de los Estados Unidos van más allá en su ilegalidad respecto a Cuba, cuando toleran que plantas comerciales del Sur de La Florida, empleen patrones de antena y transmisores de una potencia superior a la necesaria para las transmisiones locales, aceptan que plantas de onda corta, (denominadas piratas) trasmitan sin licencia, desde su territorio, invadan frecuencias destinadas al servicio de radioaficionados, tareas de la defensa civil, comunicaciones entre naves y aeronaves, y cometan otras arbitrariedades.
Cuba no tomó medidas contra decenas de plantas internacionales que penetran su espectro radioeléctrico, no actúa contra el elevado número de emisoras de México, Centro y Sur América, e incluso de Estados Unidos, que por su propagación, sin pretenderlo, son escuchadas en el país, ni incluso contra 짼 La Voz de los Estados Unidos de América짼 . Pero sí se actúa contra aquellas que laceran la soberanía e independencia, este diferendo no se relaciona con la libertad de información.
Se consideran ilegales todas las transmisiones en el interior de la Base Naval de Guantánamo, debido a que en 1903 cuando se estableció la base, no existía la radio ni la televisión, por lo que no fue negociado. Tampoco se alude a ello en el Tratado de Relaciones de 1934 entre Cuba y los Estados Unidos.
Sin embargo, desde los años 50, los norteamericanos comenzaron a inscribir en el Registro Internacional, las frecuencias utilizadas en la base.
En 1980, durante la Conferencia de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), Cuba denunció el empleo de estos servicios sobre la base del Reglamento que establece entre otros aspectos que toda notificación de asignación de frecuencia a una estación, debe ser hecha por la administración del país, en cuyo territorio está situada la estación.
Cuba ha estado sometida a un auténtico bombardeo radial y televisivo, que ha ascendido a 1 700 horas semanales de mensaje subversivo y anticubano, a través de más de 30 frecuencias.