..."Lo que os puedo dar os doy, que es una ínsula hecha y derecha, redonda y bien proporcionada..."
"Don Quijote de la Mancha". Capítulo XLII: " De los consejos que dió Don
Quijote a Sancho Panza antes que fuese a gobernar la ínsula..."
Vamos a Cuba, a lomo de libro
Como las antiguas “novelas por entregas”, vuelve un nuevo capítulo de la guerra desatada contra la amenazadora presencia, en las Bibliotecas de Miami, de un libro con la “aterradora” imagen de sonrientes pioneros cubanos. ¿Se queda? ¿Se va?... Lo importante es que ya muchos han podido comprender que los censores son los que se autoproclaman “defensores de la libertad de expresión”, y que…
¡¡la sonrisa de los niños cubanos nunca será censurada!!
Seguiremos informando sobre este enconado debate:
Vamos a Cuba, a lomo de libro
Por Juana Carrasco Martín
En el tercer round de la pelea volvió a ganar el libro, y con él la sensatez y la verdad. Por más de siete horas y durante dos sesiones de trabajo, el panel escolar de 17 personas —que incluyó educadores, administradores y miembros de la comunidad— que analizó si deja o no en las bibliotecas de las escuelas públicas del condado de Miami-Dade la obra Vamos a Cuba o A Visit To Cuba, decidió recomendarle al superintendente de educación de la localidad, Rudy Crew, mantener el libro en los estantes, para que cualquier niño pueda leerlo.
Consideraron que tenía omisiones, pero que era suficientemente preciso, exacto, verdadero y detallado para satisfacer las necesidades de su audiencia infantil, desde el kindergarten hasta el tercer grado.
Los prejuicios y las distorsiones de un padre de origen cubano dio inicio a esta especie de batalla «legal», que comenzó en la escuela primaria que lleva el nombre de la destacada ambientalista Marjorie Stoneman Douglas —conocida por su lucha a favor de la conservación del humedal de Los Everglades y del cuidado del equilibrio de la naturaleza, algo contra lo que supongo atentan los entrenamientos que ciertos grupos terroristas anticubanos, como Alpha 66, realizan en ese Parque Nacional estadounidense.
Pero eso es harina de otro costal, aunque destruir la biodiversidad, vidas humanas, o libros, constituyen componentes similares en los que se expresa el odio.
Sin embargo, la razón puede abrirse paso, como sucedió este lunes, cuando la Junta Escolar hizo su recomendación, a pesar de las protestas y presiones de una «pequeña banda de exiliados» —así los llamó la televisora local NBC6.NET.
Todo comenzó a principios de abril, cuando en la escuela sacaron al pequeño libro de los estantes ante la acalorada petición de un padre, molesto por la foto de los risueños escolares cubanos en la portada y por el texto que acusó de lavadora de cerebro de su hija, solo porque dice que los niños son iguales en Cuba que en Estados Unidos. El asunto fue sometido a la Junta Escolar de Miami-Dade y precisamente el 19 de abril, la moción del intransigente padre fue rechazada, aunque se decidió que el panel escolar volviera a discutir el tema. Juristas de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) abogaron porque el pequeño libro permanezca en las bibliotecas escolares, como garantía de los derechos individuales.
Así que desde los anaqueles, en sus alegres y coloridos uniformes, seguirán sonriendo nuestros pioneros, venciendo también con su ternura las ofuscaciones, ceguedades y obcecaciones; haciéndole un guiño cómplice de amor a los niños de segundo y tercer grado del otro lado del estrecho...
Por cierto, al decir de ACLU, sigue siendo un solo padre el irritado, furioso, frenético y rabioso...
En manos del superintendente Crew queda la última palabra. Ojalá prime la reflexión, el juicio y la cordura cuando haga su decisión final...
Juventud Rebelde Digital
Publicado el 7 de junio
Vamos a Cuba provoca una disputa electoral
RUI FERREIRA
El Nuevo Herald
La polémica sobre el libro Vamos a Cuba se ha vuelto ahora una controversia electoral después que un ex abogado de Miami anunció ayer su postulación al puesto de Agustín Barrera, el presidente de la Junta Escolar, porque éste se opuso a que retiraran el libro de las bibliotecas del sistema.
''Decidí aspirar contra ese muchacho porque creo que allí [en su distrito] hay una falta de integridad al momento de pedirle responsabilidades por su postura'', dijo a El Nuevo Herald el abogado Manny Anon, quien ha pedido una revisión de la biblioteca de la escuela de su hija y piensa demandar la retirada del libro si lo encuentra allí.
Si bien Anon sostiene que su contrincante tiene el apoyo de mucha gente, está dispuesto a ir de puerta en puerta para ''convencer a la comunidad de que hay que cambiar algo en la Junta Escolar''. “He detectado que existe mucha división en la comunidad por este asunto. Estuve asistiendo a las reuniones [de la comisión de revisión del libro] y vi que todos ellos estaban predispuestos hacia la solución''.
El lunes pasado, una comisión de análisis constituida dentro del sistema escolar del condado, decidió por votación de 15-1 mantener Vamos a Cuba en las bibliotecas escolares. Aunque el libro no es de lectura obligatoria, su contenido ha levantado una polémica pues presenta, según se ha denunciado, una realidad que no existe en la isla, además de incorreciones históricas.
Ayer, Anon, quien tiene un historial de trabajo voluntario al servicio de la comunidad, manifestó que su intención de incorporarse a la Junta Escolar va más allá de la controversia del libro. ''Tenemos la cuestión del número de alumnos en las aulas. Creo que hay que dejar el problema donde está. Me gusta el gobernador, soy republicano, pero la gente ha votado ya y eso debe ser lo que cuenta'', añadió Anon.
http://www.miami.com/mld/elnuevo/news/local/14784700.htm
La prohibición de un libro sobre Cuba podría ser limitada
MATTHEW I. PINZUR
The Miami Herald
Aun si la Junta Escolar de Miami-Dade acepta la petición hecha por un padre de que un controversial libro sobre Cuba desaparezca de la biblioteca de la escuela donde estudia su hija, el volumen podría permanecer en los estantes de otros 32 centros docentes.
La Junta someterá a votación el miércoles la solicitud de Juan Amador de que el libro Vamos a Cuba desaparezca de la biblioteca de Marjory Stoneman Douglas Elementary, pero ese voto no afectaría las restantes 48 copias del libro existentes en otras escuelas.
Las reglas del distrito sobre la eliminación de libros cuestionables a solicitud de los padres dicen que éstos deben primero pedírselo al director de la escuela, y luego, si no lo consiguen, apelar a una comisión de la propia escuela.
''Estas son decisiones locales'', dijo Joseph García, vocero del distrito.
La petición de Amador se ha convertido en un tema candente en el sur de la Florida. Sus partidarios dicen que el libro omite cosas importantes y contiene errores que dan una imagen luminosa de la vida bajo el régimen de Fidel Castro, pero quienes se oponen a hacerlo alegan que la medida equivaldría a censurar ideas políticas.
El debate culminó la semana pasada, cuando una comisión del distrito votó 15-1 a favor de mantener el libro en la biblioteca, y el superintendente Rudy Crew quedó complacido con la recomendación.
Pero uno de los miembros del panel, el representante estatal David Rivera, dice que Crew socavó el proceso mediante la búsqueda de compromisos e insinuando que mantendría el libro, aun a pesar de un voto contrario del panel, todo eso admitiendo que se trata de un libro con defectos.
Rivera dice que la Junta tiene derecho legal de sacar Vamos a Cuba de todo el distrito.
Amador llenó su última apelación el jueves por la tarde, lo que conduce al mitin de la Junta el próximo miércoles. Observadores esperan un fiero debate, y se considera que los nueve miembros tienen opiniones divididas.
Esas pasiones se hicieron evidentes el lunes con los comentarios del miembro de la Junta Frank Bolaños, uno de los más encendidos opositores del libro, quien habló sobre lo que significa la decisión que deben tomar sus colegas.
''Deberán escoger entre ponerse del lado de la verdad y de la comunidad cubana, o del lado de la mentira y en contra de la comunidad cubana'', dijo Bolaños, que está postulándose para el Senado estatal.
A menos que padres de las restantes 32 escuelas hagan el mismo tipo de solicitud que Amador llevó a la de su hija, el volumen podría ser prohibido en unas y quedar disponible en otras.
Bolaños tratará de impedirlo mediante una propuesta que pedirá sacar del distrito todas las copias del libro. Esa propuesta, que también podría discutirse en la reunión del miércoles, toma un camino legal novedoso: argumenta que el texto nunca cumplió los 15 requisitos básicos del distrito para títulos con derecho a integrar las bibliotecas escolares y que, por lo tanto, no queda al amparo del proceso de apelaciones dado a esos libros.
''Este punto de la agenda solicita que la Junta Escolar corrija el error cometido cuando una de sus propias regulaciones no fue aplicada en la selección de este libro'', dice su propuesta.
Al margen de si la Junta decide sacar el libro de una sola escuela o de todo el distrito, no parece que la pelea terminará con el voto del próximo miércoles.
''Censura es censura, por mucho que se la quiera disfrazar'', dijo Howard Simon, director ejecutivo del capítulo de la Unión Americana de Libertades Civiles en Florida. “Aunque estaríamos preparados para emprender una acción legal si las cosas llegaran a ese punto, espero que al nivel de la Junta Escolar prevalezca el sentido común''.
http://www.miami.com/mld/elnuevo/news/local/14781319.htm
Keep focus on school performance
OUR OPINION: CONTROVERSIAL BOOK SHOULD NOT BE BANNED
Keep focus on school performance
Karen Lee Wald a Cuba-Inside-Out
While the focus in this editorial is on looking at quality education vs. book banning, we should note that they are proud that Miami has finally gotten HALF of its students to an acceptable level of reading and math proficiency. Which of course means that half of their students are NOT proficient in math or reading.
While they are busy bashing the book that doesn't tell kindergarten through second grade students how terrible life under the Castro dictatorship is, it would be interesting to compare Miami's to Cuba's educational achievements.
[Cuban school children score far and away higher than all of their counterparts in Latin America, according to UNESCO studies; and students from all over the world do better than those in the US.........]
MIAMI HERALD: editorial
Posted on Wed, Jun. 14, 2006
As it deals today with a parent's request to ban a book from one elementary school, the Miami-Dade County School Board should keep things in perspective -- not always easy in an election year. The majority of parents in Miami-Dade are not concerned with fate of the book, Vamos a Cuba, in Marjory Stonemen Douglas Elementary. They want
the public school system to keep on improving the quality of their children's education, period.
The good news for Miami-Dade parents is that, for the first time, more than half of the school district's third through 10th graders have reached reading and math proficiency according to this year's Florida Comprehensive Assessment Test results. The district's median reading score tops the national median this year for the first time, as did the math proficiency for the second year.
Improving all schools
Especially encouraging is the improvement in reading and math scores in older students, considered a tough group to improve because they began school before the changes wrought by Gov. Jeb Bush's A+ Plan and the introduction of the FCAT.
The changes are the result of the joint focus of the School Board and Superintendent Rudy Crew on improving all of the county's schools through various means -- innovative teaching techniques, an emphasis on enhancing teaching skills, putting more resources in classrooms. Credit the state's tougher standards for grading schools and testing students, as well. There are more strides to make, but they are achievable if the board and administration remain focused on building education excellence.
That's why the controversy over Vamos a Cuba should not be allowed to distract the board. Everyone agrees that the book, one of a series about youths' lives in other countries, does not depict in all accuracy life in Cuba today. It is a simplified account of Cuban children's daily routines intended to help Miami-Dade students in kindergarten through second grade relate to the island's youth. That it ignores the brutal dictatorship that has ruled Cuba for more than 40 years is not in dispute.
Keep the book
But views among the Cuban-American community about whether it should be removed from schools are hardly one-sided. The results of two committees charged with assessing the book show this clearly. A committee of eight Cuban-American parents and administrators from Marjory Stoneman Douglas voted 7-1 to keep the book on the school's library shelves. Next, a 17-member committee of district and lay personnel voted 15-1 -- one resigned -- to keep the book. There were eight Cuban Americans on that committee, with just one voting for removal.
Censorship not optional
If the board votes to ban Vamos a Cuba, it would be censorship, a violation of district policy. The ban will no doubt beget lawsuits against the board and force Mr. Crew to engage a lawyer to deal with the awkward position that a ban would impose: juggling between upholding district policy and responding to a board decision.
Mr. Crew has offered satisfactory compromises such as requiring parental permission for a student to check out the book or attaching materials to it that inform readers it is not a complete portrayal of life in Cuba. Either of these is a sensible choice for the board. Censorship is not.
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