EE.UU. habla de Cuba sin fijarse en sus crímenes
Al mismo tiempo que representantes del gobierno de George W. Bush el lunes hablaban del dinero, alimentos y medicina que "invadirían" a Cuba a solo días de que muera Fidel Castro, el juez Thomas F. Hogan determinaba que la confiscación de los archivos del congresista William J. Jefferson, por el Buró Federal de Investigaciones, no violaba la estipulación constitucional de separación de poderes entre el legislativo y el ejecutivo.
Aunque el fallo del juez Hogan irá al proceso de apelación, la ciudadanía debe entender que este caso federal sobre los archivos del congresista Jefferson, tomados el 20 y 21 de mayo del corriente, y los 90 000 dólares que los agentes del FBI encontraron en la nevera del representante del Distrito 2 de Louisiana, son de más importancia que la más reciente diarrea verbal del gobierno de turno en Washington sobre Cuba y en contra de Fidel.
Así como protegió a los afectados por el Katrina, Bush proclama protección a los cubanos.
Atribuya a mera coincidencia —el que así lo vea— la divulgación del informe de la Comisión para la Asistencia a una Cuba Libre con el fallo federal del caso que ha unido a los republicanos y demócratas en ambas cámaras del Congreso en contra del poder ejecutivo, y le contaré que el control del petróleo no tuvo nada que ver con la invasión de Iraq. Tenemos a Bushito prometiendo abiertamente 80 millones de dólares a grupos anticastristas en los próximos dos años como si el Tesoro federal fuera pila de agua bendita.
Me imagino que la mayoría de los exiliados cubanos —no hablo del puñado de mercenarios que se hacen pasar por patriotas y se beneficiarán de la tajada que repartirá Bush— se reirá de las palabras de Condoleezza Rice. "Estamos ofreciendo apoyo a los esfuerzos cubanos para que se preparen para el día que recobren su soberanía y puedan seleccionar un gobierno de su predilección a través de elecciones libres y multipartidistas", en parte dijo la secretaria de Estado.
Este es el mismo gobierno que impone su voluntad en Afganistán e Iraq a través de gobiernos que manejan desde la Casa Blanca; el mismo inepto y criminal gobierno que permitió que miles murieran en New Orleans y protegen a un Jefferson. Hablan de Cuba sin mirarse en el espejo.