Vamos a comenzar por el principio:
Desde hace 20 días consecutivos, durante las 24 horas, la aviación de Israel bombardeó Líbano, un Estado soberano, asesinando a más de 800 civiles, 38% de ellos niños, destruyó su economía, sus rutas, su infraestructura, creó una catástrofe humanitaria, la que fue agravada, el domingo pasado, con la masacre de 58 civiles en la aldea de Qana, incluidos 37 niños, todos indefensos, víctimas de anteriores bombardeos, recluidos en un refugio, y sin que las cadenas televisivas internacionales pusiesen el clásico cartelito de "en vivo" y "urgente" para informar de la matanza.
Durante los 19 días que duró el genocidio sin interrupciones de las fuerzas invasoras judías en Libano las cadenas, sus repetidoras locales en los países, la "TV", sólo usaron 3 o 5 minutos de sus "segmentos" de noticias para informar sobre la "crisis de Medio Oriente" (no el genocidio de una potencia invasora a un país débil y desarmado) relegando y minimizando el significante de la masacre a una "noticia más".
Este lunes, 31 de julio, el gobierno cubano, anunció que su presidente, Fidel Castro, se estaba sometiendo a una intervención quirúrgica y que delegaba provisoriamente el mando de la Isla en su hermano, Raúl Castro.
Y sucedió lo que no ocurrió durante los 20 días de genocidio y de invasión continuadas en Líbano: las cadenas televisivas, con la CNN a la cabeza, estallaron en una cobertura en "vivo y en directo", con un cartelito de "urgente" en la parte inferior de sus pantallas, en transmisión continuada, levantando toda su programación, para "informar" sobre la intervención quirúrgica de Fidel Castro y la transmisión del mando a su hermano.
La CNN y el resto de las cadenas, desde el anuncio de la internación del presidente cubano, mantuvieron durante toda la noche del lunes sus trasmisiones informando en "vivo", con corresponsales, analistas, "opinando", "analizando", especulando sobre las distintas variantes y las alternativas de la sucesión.
Retomemos el hilo de la "información":
20 días de genocidio masivo de civiles y de destrucción militar en Líbano, 20 días de invasión militar de una superpotencia imperial sobre un país soberano que no ofreció ninguna resistencia, una catástrofe humanitaria con cientos de miles de personas huyendo de los bombardeos, no mereció ningún carácter de "urgente" , ninguna cobertura en "vivo" de las grandes cadenas, como sí lo mereció la intervención quirúrgica de un presidente que delegaba el mando en su hermano.
La CNN y las cadenas no desplegaron corresponsales, "analistas", testimonios de testigos, para contar sobre la masacre aérea en Beirut y en todo Líbano, sus detalles, las víctimas humanas, el desastre medio ambiental, la catástrofe humanitaria de centenares de miles de víctimas sometidas a una operación militar de exterminio por una superpotencia militar.
¿Locura?, ¿Deshumanización informativa?, ¿Mercado (Fidel vende y Líbano, no)?
Nada de eso: estrategia. Estrategia estudiada. Metodología de comunicación. Manipulación mediática del lobby judío que controla el paquete mayoritario de las acciones y el gerenciamiento de las grandes cadenas mediáticas internacionales y de los consorcios locales que hegemonizan la comunicación y la información en todos los países.
"Tapar al Líbano con la internación de Fidel", pareció ser la consigna tácita y sobreentendida tras el anuncio oficial de la intervención quirúrgica del mandatario cubano, con la esperanza de que la cobertura, por la proyección internacional de la figura de Fidel, pueda finalmente empalidecer la poca información sobre la masacre en Líbano
Con la historia inventada por los gusanos anticastristas sobre la enfermedad y la "sucesión" de Fidel, de prosperar, abre para las grandes cadenas mediáticas, controladas por el lobby judío, la posibilidad borrar la masacre en Líbano de los pocos lugares donde solía frecuentar en los espacios masivos de comunicación.
En consecuencia:
A partir de la internación de Fidel Castro, de las disquisiciones sobre si vive o se muere, de las teorías conspirativas sobre su sucesión, la ignorancia internacional, los alienados del planeta, los que consumieron y vibraron con el Mundial de Alemania, los que ni se enteraron de la masacre de niños inocentes en Líbano y en Gaza, pueden emocionarse con la historia del patriarca revolucionario.
Así como el Ché fue convertido en remera y en una lata de cerveza después de morir combatiendo contra el imperio capitalista, las grandes cadenas ya están convirtiendo los últimos días de Fidel en una fiesta del "negocio mediático", como lo hiceron (salvamdo las distancias) con Lady Di y el Papa Juan Pablo II.
Pero hay un límite impuesto al negocio: en la CNN, y en el resto de las grandes cadenas, todo se vende , menos las masacres producidas por los "patrones" del lobby judío.
"Fidel Castro delega el poder", "incertidumbre en Cuba", "Exilio cubano celebra en Miami", son algunos de los titulares con los que la CNN y las grandes cadenas comenzaron a calentar su "cobertura en vivo" que durante toda la noche del lunes eclipsó cualquier otra información del mundo.
Y la "sucesión" y enfermedad de Fidel Castro, la materia prima del "show mediático" que tapó la información internacional en una noche de "cobertura" en vivo, también sirve para una futura estrategia de seguir tapando la masacre en Medio Oriente.
Que continúa en todos lados, menos en las coberturas en vivo de la CNN.
Se trata de la misma CNN que, durante 20 días, calló y deformó la invasión israelí a Líbano, y, que el lunes, demostró nuevamente que todo lo que toca lo convierte en "noticia".
Todo, menos el genocidio perpetrado por sus patrones