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General: EL LIBERTARIO # 48 Destruyendo la arquitectura de la represión
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De: RudolfRocker1  (Mensaje original) Enviado: 24/08/2006 13:40

EL LIBERTARIO # 48: Destruyendo la arquitectura de la represión



* El nuevo número del vocero de la Comisión de
Relaciones Anarquistas (CRA) de Venezuela comienza a distribuirse, con
contenidos de imprescindible lectura para quienes se interesen en aproximarse a
una voz ácrata de ideas y acción que ya es bien conocida en los medios radicales
alternativos de Venezuela y de todo el ámbito de habla hispana.

 

   Esta edición trae lo siguiente:
-
Editorial, que anexamos al final;
- "Levantando los cimientos de la
represión";
- "El Gasducto Transcaribeño y el doblepensar";
- "¿Cual
movimiento estudiantil?";
- "El significado de la supuesta invasión
gringa";
- "UNT: ...¡Y ahora cuéntame una de sindicalismo autónomo!";
-
"El carbón y los medios de comunicación";
- "No hay palabras sin
acciones";
- Entrevista con Francis, activista transexual de Caracas;
-
"Chile: la rebelión de los estudiantes secundarios";
- "Reforma laboral en
España: la estrategia del cangrejo";
- "Movimiento libertario en Perú:
pasado y presente";
- "EE. UU. en Irak: sin poder irse, sin poder
quedarse";
- Entrevista con Cristina Dunaeva, activista anarquista rusa;
-
"Militarismo a paso de vencedores";
- "Qué es revolución (según John
Holloway)";
- "Vampiros, hamburguesas, anarquistas y trotskos";
-
"Guarimba carcelaria";
- "COPEL, Kamina Libre y PCC: apuntes de las revueltas
carcelarias";
- "Capitalismo y sociedad industrial: ¿Cómo quitárselos de
encima?";
- "Aquellas cartas (Marx-Proudhon)";
- Reseña del "Manual para
Insurgentes" de D.A. Rangel;
- Comic con ilustraciones de R. Bradbury y
textos de Willfull Disobedience; y
- Sección de
Noticias.

   Como habrán caido en cuenta nuestros
lectores más consecuentes, el # 48 sale con retraso de varias semanas en
relación a la habitual periodicidad bimensual, lo que ha sido causado por las
limitaciones económicas que de nuevo amenazan a una publicación desde su
nacimiento en 1995 funciona de modo escrupulosamente autogestionario, sin
recibir subvenciones del Estado ni de ninguna instancia del poder autoritario.
Dependemos de la venta directa del periódico y de la colaboración de una red
voluntaria de distribuidores, así que para seguir adelante es imprescindible que
recibamos el aporte de quienes estimen importante que esta voz de libertad e
igualdad en solidaridad continúe levantándose. Si se puede y se quiere ayudarnos
en algún modo, por favor comunicarse a nuestros e-mails ellibertario@nodo50.org ó ellibertario@hotmail.com

 

   Además, les invitamos a ver el video
venezolano de 8 minutos: "El mensaje musical de la anarquía", accesible en http://www.youtube.com/watch?v=whAyNh8nxC8,
donde hay entrevistas a varios colaboradores de El Libertario.


º Editorial El Libertario (Venezuela) # 48, agosto 2006.


El pasado 23 de junio en Ginebra, la Viceministra de Relaciones
Exteriores para América del Norte y Asuntos Multilaterales, Mary Pili Hernández,
dio un discurso en la Primera Sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU
instalada en esa ciudad. Esta alocución en el nuevo organismo de las Naciones
Unidas, sería ampliamente difundida por todos los medios de comunicación. Mary
Pili lo sabía, y para ello había dispuesto una intervención que, sin
petrodólares mediante, propagandeara las bondades del gobierno que representaba.
Más temprano que tarde, sus palabras comenzaron cuestionando la institución
multinacional, así como su visión sobre su propio mandato: “La manipulación de
un tema tan importante como el de los derechos humanos con fines políticos y
particulares para agredir a países incómodos para ciertas potencias mundiales, y
la división absurda de los derechos humanos, otorgándole excesiva preponderancia
a los civiles y políticos y olvidándose por completo de aquellos derechos
comprendidos en los ámbitos económico, social y cultural”. (Venezolana de
Televisión, http://www.vtv.gov.ve/NoticiasProgramas.php?IdNoticiaPrograma=555).
El ataque había surtido rápidamente efecto: más de 100 pares de ojos estaban
sobre ella y los bombillos rojos de las cámaras titilaban histéricamente. Mary
Pili gesticuló, agitó amenazadoramente una de sus manos y de tanto en tanto,
lanzaba una mirada furiosa hacia la representación estadounidense. La
temperatura de sus palabras aumentaba, pero como una estacada final, dejó lo que
consideraba la idea medular para el final: “todos los derechos son importantes
(…) pero es mucho más importante alimentarse que poder formar parte de un
partido político, tener un trabajo digno que vivir en un sistema democrático,
saber leer y escribir que tener libertad de expresión”. Hizo una pausa,
satisfecha de sí misma e imaginándose al Comandante viendo la transmisión en
directo, y reiteró. “hay unos derechos que son más _importantes_ que otros,
porque sin los primeros no se pueden, irremediablemente, ejercer los segundos”.


En realidad, esta perspectiva ni es de la Viceministra ni tampoco
es una idea nueva. Tal noción forma parte del sambenito que los marxistas
repiten desde la Guerra Fría, cuando desde Moscú se dictaba la política que
debían repetir los camaradas en el mundo entero. Ya en 1953, más de medio siglo
atrás, el escritor francés Albert Camus fustigó a quienes sostenían esta falsa
dicotomía: “Lo que caracteriza al mundo en que vivimos es esta dialéctica cínica
que opone injusticia a la esclavización y que refuerza a la una con la otra”.
Para el autor de “El hombre rebelde” separar la libertad de la justicia
significaba separar la cultura del trabajo, “el pecado social por excelencia”,
afirmando que todo aquello que humillaba al trabajo humillaba a la inteligencia
y a la inversa. Camus definía, en consecuencia, al esfuerzo secular de
liberación como un rechazo incesante a las humillaciones. “Las pocas libertades
democráticas de las cuales gozamos aún, no son ilusiones sin consecuencia, que
podemos dejarnos arrebatar sin protesta. Ellas representan justamente lo que nos
queda de las grandes conquistas revolucionarias de los dos últimos siglos. No
son, como nos lo dicen tantos astutos demagogos, la negación de la verdadera
libertad (…) Hay libertades que es menester conquistar con esfuerzo, una a una,
y aquellas que tenemos son etapas, insuficientes por cierto, pero que no dejan
de ser etapas en el camino de la libertad concreta”. Camus coincide con los
anarquistas en que hay que elegir, simultáneamente, libertad y justicia. “Si
alguien te quita el pan suprime al mismo tiempo tu libertad. Pero si alguien te
quita la libertad, ten por seguro que tu pan está amenazado, pues ya no
dependerá de ti y de tu lucha, sino del tutelaje de un amo. La miseria crece a
medida que disminuye la libertad y viceversa”. Ni víctima ni verdugo, Albert
Camus afirma una máxima demoledora de los argumentos de los autoritarios: “La
voz de orden para todos nosotros sólo puede ser ésta: sin ceder nada en el plano
de la justicia, no ceder nada en el plano de la libertad”.

Mari
Pili y la burocracia chavista juntan ideas para la retórica con medio siglo de
atraso. En la realidad, tras siete años de gobierno no han podido –ni han sabido
fuera de los discursos-, resolver las miserias cotidianas. Absortos en
entelequias y mistificaciones, su régimen es una extensión de los peores vicios
puntofijistas, mientras la deuda social –no las migajas y subsidios que otorgan
en tiempos de la mayor bonanza petrolera- es la que avanza a paso de vencedores.
Pero quienes no hemos elegido por lo menos malo, y nos hemos resistido a todos
los chantajes, creemos como el escritor galo-argelino que la rueda de la
historia gira incansablemente, y veremos un tiempo en el que ya no estaremos
solos.

 



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