Una sola mención estadística bastó al doctor Pastor Micha Ondo Bile, ministro de Relaciones Exteriores y Cooperación de Guinea Ecuatorial, para definir cómo debían ser los vínculos entre las naciones del llamado Sur: gracias a la colaboración cubana su país graduó recientemente a los primeros 100 médicos en una facultad expresamente abierta en Malabo.
"¿Cuánto nos hubiéramos demorado en formar esos médicos o nos tendríamos que desembolsar por sus estudios, si dependiéramos de la ayuda de los países ricos?", se preguntó el Canciller al dialogar hoy al mediodía con periodistas que cubren la Cumbre de los No Alineados en La Habana.
Al momento de la independencia, en 1968, sólo radicaban en esa nación africana tres médicos ecuatoguineanos. Apenas un lustro atrás, Guinea registraba el más acusado índice de pobreza en África.
"Si hoy hemos salido de se abismo y mejoramos paulatinamente los índices de salud y educación, se debe en buena medida a la colaboración de Cuba", enfatizó.
El Ministro señaló cómo también con la ayuda de la nación antillana Guinea Ecuatorial se apresta a liquidar el analfabetismo en un plazo de cinco a siete años.
"Cuando expongo tales perspectivas, lo hago —precisó— para subrayar cómo ese tipo de relación es eficiente, desinteresada y solidaria y debe servir de ejemplo a la cooperación que debemos fomentar entre los países del Sur.
Ondo Bile concedió especial importancia política al encuentro de los Jefes de Estado y Gobierno del Movimiento No Alineado en La Habana como espacio de concertación.
"Bajo la presidencia de Cuba —expresó— el movimiento está en condiciones de reanimar su actividad, trazarse programas concretos en plazos determinados".
Otro de los intereses de su país en la cita habanera pasa por la prospección de intercambios con América Latina.
"Guinea Ecuatorial —declaró— es el único país africano hispanoparlante, por lo que puede constituir un puente entre nuestro continente y esta parte del mundo".