Dimes y diretes en tierras del exilio
inSurGente (Tadeo Sevilla).-Vuelve a destaparse la Caja de Pandora entre los
¿ideólogos? del exilio cubano en Miami, después que el actual Secretario de Comercio del gobierno estadounidense Carlos Gutiérrez, el cubano de más alto rango en la administración de George W. Bush, lanzara la propuesta de un referéndum popular en Cuba, supervisado por la Organización de Estados Americanos (OEA), para conocer si el pueblo en la isla desea o no, ser gobernado por un sucesor del actual sistema político, en caso de que falleciera Fidel Castro. (Imagen: Conferencia de las Américas. Foto de Familia).
Según Mr. Gutiérrez, quien hizo sus pronunciamientos en el marco de la Conferencia de las Américas en su décima edición, reunión celebrada en la ciudad de Miami y auspiciada por el diario The Miami Herald y patrocinada por importantes consorcios transnacionales como General Motor y Samsung Electronic entre otras empresas que apoyan su realización, Cuba debe enfrentarse a una consulta popular, al estilo de lo que ocurrió en Chile el 5 de octubre de 1989 y que permitió la salida del poder del dictador Augusto Pinochet después de 16 años de cruenta tiranía. ''
Estamos dispuestos a ayudar al pueblo de Cuba -afirmó el Secretario de Comercio norteamericano-
pero sólo si lo quiere, esto es sobre el pueblo de Cuba, pero también creemos que le compete al pueblo cubano ser libre. Nosotros sólo queremos que le den una oportunidad al pueblo para que decida''.
También en el marco de esta reunión anual, el subsecretario de Estado estadounidense para Latinoamérica, Thomas Shannon, coincidió con la propuesta de Gutiérrez, sin referirse explícitamente a la opción de una convocatoria popular pero afirmando que ''
las soluciones no pueden venir de afuera. El problema central es entre el régimen y la gente de Cuba”.
Llama la atención, que estos discursos, pronunciados por dos altos representantes del gobierno de Washington se den en una conferencia donde entre los temas a discusión se incluye un análisis referente al potencial de negocios e inversión extranjera de Cuba, en tiempos que la isla sufre las consecuencias catastróficas del bloqueo comercial y económico impuesto por los Estados Unidos desde el 7 de febrero de 1962, hace 44 años y que ya tiene el deshonroso título de ser el embargo de mayor duración en la historia moderna.
Una movida política, en tiempos de eventuales cambios, donde nuevamente las altas esferas del gobierno norteamericano, quizás con una visión de que el diferendo cubano jamás podrá solucionarse por la fuerza y que las perspectivas de crecimiento económico en la isla son ostensibles a partir del flujo financiero provocado por las inversiones de capital extranjero en los últimos años, le dan la espalda, una vez más, al exilio radical y complicado de Miami, que no acepta ninguna otra opción, que sus trasnochadas aspiraciones de â
regresar” a la isla para recuperar los bienes que les fueron confiscados e instaurar un sistema de gobierno a la usanza bananera y neo colonial que aún guardan en sus memorias.
Las respuestas no se hicieron esperar. Lincoln Díaz Balart, congresista republicano por el estado de la Florida e hijo de un antiguo ministro de la dictadura de Fulgencio Batista en Cuba, tuvo agrias palabras contra el Secretario de Comercio a quien acusó de estar “
confundiendo” a los exiliados. Fue enfático al asegurar que
''la declaración del secretario Gutiérrez disminuyó la necesaria claridad con la que la política de Estados Unidos hacia Cuba tiene que ser transmitida'', refiriéndose supuestamente, a las promesas electorales del presidente Bush de combatir y derrocar a Fidel Castro antes de terminar su mandato.
También reaccionaron públicamente contra la declaraciones de Gutiérrez y Shannon en la Conferencia de las Américas, Alfredo Mesa, Director Ejecutivo de la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA), una de las organizaciones anticubanas con un largo historial agresivo contra el gobierno de La Habana y Ninoska Pérez Castellón, comentarista radial y una de las directoras del Consejo por la Libertad de Cuba (CLC), organización de corte radical que se creó con un grupo de disidentes de la FNCA después de la muerte de Jorge Mas Canosa. Ambas organizaciones pertenecen al abanico de grupos que apoyan y alientan las medidas restrictivas contra los ciudadanos cubanos y estadounidenses de viajar a Cuba, cabildean furiosamente para endurecer las leyes que estrangulan el comercio con la isla, boicotean los intercambios culturales y académicos y se oponen a cualquier propuesta encaminada a solucionar el conflicto entre Cuba y los Estados Unidos que ya dura 47 años. Como dice el populacho en Miami, «son de los que no quieren que se
"caiga" Fidel para que no se les acabe el “
negocito” de la libertad de Cuba»
Todavía el exilio de Miami, o mejor, esa parte radical, absurda y obsoleta que vive llena de odios y frustraciones, no se da cuenta que las instancias de poder en los Estados Unidos solo los tienen en cuenta en campañas electorales, tiempos en que un voto puede cambiarse inmediatamente a favor del primer candidato que llegue al sur de la Florida diciendo ¡Viva Cuba Libre! Ya pasaron los tiempos de las grandes operaciones de la CIA y los conflictos armados donde había plazas disponibles para el primer mercenario que se alistara. Tampoco tienen en cuenta que los cubanos de la isla eligieron su propio destino y tienen sus instancias democráticas muy bien diseñadas, pero por encima de todos esos argumentos, reaccionan de una manera tan virulenta porque tienen miedo a que la opinión de once millones de cubanos, eche por tierra sus esperanzas de regresar como triunfadores a la tierra que una vez abandonaron para hincarse de rodillas ante una bandera extranjera.
Estos dimes y diretes en tierras del exilio, son habituales cuando no se oyen los redobles de tambor que llaman a un combate de pacotilla. Quien no hable de venganza, de recuperación y de poder, aunque sea un ministro del gabinete de Bush, jamás será aceptado entre los “líderes” de esa parte del exilio agresivo y radical, gracias a Dios cada día más minoritario, que ya la vida le está cobrando sus errores y que se quedó parado en la última estación porque no hay tren para el regreso.
Periodista cubano. Reside en EEUU.