No hay sillas en los hospitales

Marilyn Díaz Fernández, Lux Info Press

CAMAGUEY, Cuba - Octubre (www.cubanet.org) - Los hospitales cubanos se han convertido en ruinosos edificios repletos de filtraciones, salideros, paredes despintadas y carencias de todo tipo desde los días iniciales del "período especial", luego de la desaparición de la Unión Soviética.

El calificativo de "especial" a aquel período le fue otorgado por el comandante, y ha sido una época en que los cubanos hemos sobrevivido de un modo extraño. Las personas que son hospitalizadas (niños, adultos, mujeres embarazadas, ancianos) tienen que llevar al centro asistencial donde los internan todo lo que van a utilizar, desde la cuchara, el vaso, la sábana, la toalla, el cubo para el agua, hasta los medicamentos que requieren, porque en las farmacias de los hospitales no existen.

Cuando alguien se enferma o va a parir, la familia tiene que hacer una verdadera mudada para que la estancia sea más "placentera". Pero como se dice que la virtud más admirable del ser humano es su capacidad de adaptación, ya nos hemos acostumbrado a esto, como al hecho de que nuestros hijos no reciban más leche cuando cumplen 7 años, a las cinco libras de arroz una vez al mes. Todo lo aceptamos sin protestar.

Una nueva carencia ha provocado altercados en los hospitales cubanos entre los acompañantes de los enfermos y las autoridades de Salud Pública. Estas hablan de multas y prohibición; y los primeros de cansancio y agotamiento. Me contó una mujer que en el hospital materno de Camagüey discutió con una enfermera que se oponía a que se sentara en la cama de la paciente, su sobrina. "Le sonreí -expresó-, y acepté su indicación, pero cuando agregó que en los hospitales Amalia Simoni y Manuel Ascunce hay que llevar una silla de la casa para sentarse a cuidar al enfermo, me reí a carcajadas, tal vez por eso que dicen que los cubanos nos reímos hasta de nuestras propias desgracias".

No hubo necesidad de investigar si lo que decía la mujer era cierto, porque recientemente, se pudo comprobar, en medio de una acalorada discusión entre dos madres que se disputaban una silla para sentarse. "No te asustes -dijo mi interlocutora-, no hay sillas en los hospitales. No sé qué hicieron con ellas, pero no hay. En cualquier momento tendremos que llevar hasta la cama para el enfermo".

Entonces recordé una tartaleta de guayaba que compré para merendar en el hospital habanero 10 de Octubre, y que dejé sobre la pequeña mesa donde tenía mis pertenencias, cuando padecía de leptospirosis. Me acosté a dormir la siesta, y al despertar, las cucarachas devoraban la tartaleta sin compasión. Me alegré en ese momento de vivir en un país que, según el discurso oficial, es una "potencia médica". De no ser así -me pregunté-, qué sería de nosotros.

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Bueno marjatta37, mira en realidad me parece “extremadamente interesante” este mensaje que has publicado sobre los médicos cubanos. En Realidad seria, y, es mejor dicho, un gran tema ha discutir. Mira y seria bueno que un tema de gran interés no se bajara al nivel de las discusiones personales. Y esto no lo digo por vos, sino por otros miembros del foro que terminan dándole un sentido muy personificado a los temas.

Mira te lo digo como Salvadoreño, como santaneco, Cuba ha hecho muchas cosas buenas por mi país, por mi gente, que no sé como agradecer. Mira, para el Terreno que hubo en mi país la solidaridad cubana con médicos y otros tipos de ayuda ahí estuvo. Y es realmente  emocionante. Sobre las “libertades” democráticas que has dicho me gustaría si te refieres al capitalismo. Claro que sí Cuba fuese capitalista esto no fuese posible.  Empero, en esto volvemos a un tema, que en lo personal me gustaría tratarlo científicamente; hoy no tengo tiempo para ello, por estoy emocionado.

Ahora, mira, si vos fueras a mi país de nacimiento, El Salvador, te dieras cuenta lo triste que es ahí la vida de la gente pobre, de las grades mayorías. Te aseguro que no sabrías si estas en la tierra o en el infierno. Mira, hermano, la muerte de niños en mi país por desnutrición es triste, dan ganas de llorar; no se puede ser frió. La gente pobre de mi país comen, si puede una vez al día; las madres no pueden dar de mamar a sus hijos (amantarlos) porque ellas mismas sufren desnutrición crónica. Es terriblemente imposible la extrema miseria en la cual está El Salvador.

El capitalismo es un sistema Cruel y despiadado. ¿Dónde están los sistemas democráticos?

Muerte Silenciosa 

La desnutrición tipo ‘Marasmo’ se caracteriza por la falta de proteínas y calorías en el cuerpo. Este tipo de afección es característico de pueblos que sufren hambruna.

La dieta obligada de niños y niñas en las comunidades se basa en la ingesta de arroz, frijoles, sal y tortillas. En ocasiones no tienen nada para comer.

Carlitos sufrió una larga agonía, antes de morir, víctima de la desnutrición.

Una niña de nueve años murió el 2 de septiembre pasado en el Hospital Bloom. Su caso se sumó a los índices de mortalidad infantil causada por desnutricón severa.

Tal vez no hubiese tenido sentido publicar todo esos mensajes ya publicados por mi persona, sino tuvieran mucho que ver con el tema de los médicos de Cuba. Y es que los gastos y el sacrificio del pueblo cubano para preparar todos los esos médicos requiere también de un buen sistema que funcione.  Y esto a pesar que muchos se vayan, se escapen o se fuguen pero aunque sean escapados y fugados siguen siendo el ejemplo que en ese país hay algo que si funciona bien, y lo que es más interesante, que un sistema alternativo al capitalismo es una gran realidad, y ya no es un sueño ni una utopía. Y como dijo un intelectual Ingles: “ “El socialismo ya no es una utopia , sino una necesidad para le mundo”.

Sino pues sigamos mirando Al Salvador, donde no se preparan médicos pero sí se le “chupa” la sangre a la gente. 

Quiero pedir disculpa a todo los lectores del este foro, por mi equivocación; por poner TERREMOTO puse terreno. Y cuando me di cuenta del error ya había tirado el mensaje de mis archivos. Se trata del último terremoto que tuvimos en el año 2000. Hace 6 años.