MUJERES CUBANAS DE HOY
Por Miriam Leiva
La Habana
Cubanet
Distribuye:
Paúl Echániz
Nueva York
E.U.
La Nueva Cuba
Octubre 22, 2006
Negra, en sus 50 años, callada y con amplia sonrisa. Asunción Carrillo tiene ese porte sereno, amistoso y apacible que trasladó a su hijo, Iván Hernández, el entusiasta y laborioso opositor pacífico condenado a sólo 25 años de cárcel durante la Primavera Negra de 2003.
Desde que Iván fue llevado arbitrariamente a prisión, Asunción viaja a La Habana para participar en las actividades de las Damas de Blanco. El viernes 14 de octubre tuvo el privilegio de recibir la visita de la Segunda Secretaria del Partido Comunista del Municipio de Colón, Matanzas, acompañada de un "deferente" séquito de representantes del Poder Popular y organizaciones de masas. Le advirtieron que no podía salir de su casa porque sabían que ella trataría de llegar a La Habana para encontrarse con las "peligrosas" mujeres que celebrarían el otorgamiento del Premio de Derechos Humanos 2006 por Human Rights First, prestigiosa organización no gubernamental, esa tarde en Nueva York.
Como para que no quedaran dudas, alrededor de 50 personas movilizadas entre estudiantes universitarios, trabajadores sociales y otros permanecieron frente a su modesta morada. En la mañana del sábado, Asunción salió a realizar sus habituales compras, pero iracundos trataron de impedírselo, ante su decisión, le impusieron la presencia de dos mujeres, seguidas de miembros de la Seguridad del Estado por tiendas, mercado agropecuario e incluso dentro de la casa de la abuela de Iván. Sólo el domingo por la noche, evidentemente cuando ya había transcurrido el encuentro de las Damas en La Habana, levantaron guardia frente a su puerta.
Los vecinos no habían participado en tan deleznables acciones, muchos hasta llegaron a interesarse por la situación de Asunción. Sorprendió a la población de Colón tanto alboroto y persecución a una indefensa mujer. Desde ahora todo el pueblo la conoce, sabe quienes son las Damas de Blanco y la inmensa represión a la que están sometidas.
En el poblado de El Roque en Perico, Alejandrina García de la Rivas, esposa de Diosdado González Marrero condenado a 20 años, sufrió similar acoso, y tres mujeres que de Matanzas se unen a las Damas como apoyo fueron alertadas sobre las consecuencias de sus acciones.
En Sancti Spiritus, nuevamente Ysel Acosta, esposa de Blas Giraldo Reyes condenado a 25 años de prisión, fue sometida a represión y prohibición de viajar. Muchas otras permanecieron vigiladas y seguidas en todo el archipiélago cubano.
Es imposible comprender como un gobierno que tiene todos los medios represivos funcionando, tema tanto a un encuentro de mujeres, cuyas únicas armas son gladiolos rosados en las manos y el dolor de la injusticia en el corazón. Debe ser muy débil moralmente, cuando tiene que maltratar en las prisiones a esos hombres cuyas convicciones no ha podido doblegar. Las ofensas que ha debido enfrentar Iván Carrillo en la cárcel El Pre de Santa Clara, van desde ser llamado Negro Mono por los guardias hasta días crueles en celdas de castigo.
Sí, entre los 75 hay personas de todos los tonos, desde blanco cubano hasta negro reluciente. Todos tienen una gran dignidad y son hermanos sin distinción de raza, color, religión, opinión política ni origen social. Igual sucede entre sus mujeres.
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