ELECCIONES EN NICARAGUA : RADIOGRAFIA DE UN PAIS SIGNADO POR LA TIRANIA, LA REVOLUCION Y LA GUERRA CIVIL
El sandinismo, entre la nostalgia revolucionaria y la mutación de Ortega
Pasaron 26 años desde el fin del proceso que terminó con los Somoza. El ex presidente sandinista aspira al poder con apoyo de ex contras y somocistas.
AQUELLOS TIEMPOS. AÑO 1983. DANIEL ORTEGA, (IZQ.) ENCABEZA UNA MANIFESTACION EN APOYO AL SANDINISMO.
Pablo Biffi MANAGUA ENVIADO ESPECIAL pbiffi@clarin.com
La casona ocupa toda la manzana del arbolado barrio El Carmen, en Managua. Los altos muros pintados de varios colores impiden ver hacia adentro. El dueño de esa propiedad era Jaime Morales Carazo hasta que le fue expropiada luego del triunfo de la Revolución Sandinista, en 1979. Este banquero, que se exilió en EE.UU., fue desde allí uno de los ideólogos de los Contras, que financiados por Washington y entrenados desde Honduras por militares y paramilitares argentinos, le hicieron la guerra sucia durante casi 10 años al sandinismo en el poder. Hoy, esa casona es propiedad de Daniel Ortega, "expropiada" también al Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) por este personaje, en el marco de lo que aquí se llama "la piñata sandinista", la apropiación lisa y llana de bienes que por ley le correspondían al Frente. Esa es la parábola de "Daniel" —como todos lo llaman aquí—, la metamorfosis de un líder revolucionario que se convirtió en >