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General: VARGAS LLOSA COMENTA!
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De: MIKIMBYJODON1 (Mensaje original) |
Enviado: 28/11/2006 15:07 |
Álvaro Vargas Llosa Fidel Castro parece empeñado en demostrarnos que Benjamin Franklin se equivocó cuando dijo que nada era inevitable salvo la muerte y los impuestos. Con el paso de los años, su crueldad ha aumentado en lugar de ablandarse; su sevicia es proporcional al avance de su ancianidad, como lo demuestra el hecho de que mantenga en la cárcel a muchos de los periodistas, escritores, activistas y simples ciudadanos que metió en el ergástulo en 2003 por el delito de pensar y expresarse. No existe, en la historia de dos siglos de la América Latina independiente, una dictadura más longeva. Gracias a una combinación de factores –el milimétrico sistema represivo, las subvenciones de la URSS, primero, y de Venezuela después, la condición insular del país, la habilidad para exportar la disidencia al exterior, la pasividad de los gobiernos latinoamericanos-, Castro ha podido sobrevivir a la constancia cotidiana del desastre moral, político y económico que ha sido su experimento totalitario. Es una hazaña de la que me avergüenzo como latinoamericano. En cierta forma, la supervivencia de Castro simboliza el retraso cultural de América Latina. Mientras que buena parte del mundo se ha ido despojando con resultados asombrosos de las taras que inhibieron su desarrollo durante mucho tiempo, los latinoamericanos, con honrosas excepciones, hemos perseverado en el error del tercermundismo político y económico, culpando a otros de nuestras propias calamidades, declarando guerras imposibles de ganar a los valores liberales y sofocando el talento creador de riqueza de nuestros ciudadanos mediante toda clase de supersticiones populistas. De todos esos fracasos, el de Castro, a quien a sus 80 años el resto del mundo observa como se mira una rareza zoológica, es el más rotundo y cruel. Ojalá que esta fecha sirva para que las nuevas generaciones aprendan estas lecciones importantes. | | | |
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De: MIKIMBYJODON1 |
Enviado: 28/11/2006 18:07 |
Carlos Alberto Montaner Castro estuvo a punto de morir. La hemorragia intestinal y la subsiguiente operación le han llegado dos semanas antes de cumplir ochenta años. Fue un aviso. Más de la mitad de su vida se la ha pasado gobernando. Hace casi cuarenta y ocho años que tomó el poder a tiros y desde entonces no lo ha soltado. Cuando comenzó, el Comandante era un joven impetuoso y audaz, convencido de que sabía cómo reorganizar a la humanidad para que todos se transformaran en ricos y felices, aunque el procedimiento para lograr tan benévolo propósito fuera a palos y tentetieso. A estas alturas de la historia sólo quedan dos preguntas interesantes que hacer sobre el fallido experimento montado por Castro en esa pobre isla: ¿por qué ha durado tanto tiempo en el poder un tipo tan excéntrico y disparatado, capaz de realizar hazañas tan improbables como destruir la centenaria industria azucarera, multiplicar por diez el número de prostitutas, fusilar o eliminar dieciséis mil personas y colocar en el exilio a un 15% de la población cubana? Nadie duda que el suyo es el peor gobierno que ha padecido ese país, incapaz en medio siglo de lograr que los cubanos tengan agua potable, electricidad, comida y techo en cantidades mínimamente razonables, lo que hace aún más urgente la respuesta: ¿cómo no ha sido derrocado un gobernante tan incompetente? La segunda pregunta también es obvia: ¿qué pasará cuando desaparezca? Al fin y al cabo, al margen de esta crisis reciente, se trata de un anciano enfermo, aquejado de Parkinson, que exhibe síntomas clarísimos de demencia senil, y que ya ha sido víctima de varias isquemias cerebrales que le han ido afectando su capacidad para comunicarse. Balbucea, se repite, se vuelve incoherente, se confunde, y se muestra agresivamente malhumorado ante la menor contrariedad. Todavía habla ocho horas consecutivas, sin la menor piedad con la vejiga ajena, pero lo importante no es la resistencia de sus ejercitadas cuerdas vocales o de sus poderosos esfínteres, sino el contenido de sus discursos: es un pobre hombre que no cesa de decir tonterías, para vergüenza de una clase dirigente adiestrada en la obediencia a un líder carismático supuestamente infalible, y que ahora no sabe qué hacer frente a un viejito majadero y maniático que lo mismo diseña vacas enanas que les explica el insondable secreto científico de las ollas de presión. La primera pregunta tiene una respuesta bastante sencilla: Castro ha durado casi cinco décadas en el poder, pese a ser un desastroso gobernante, porque ha creado una hermética jaula institucional de la que no hay escape posible. Su permanencia no tiene nada que ver con su talento como líder, de la época en que vivimos, ni de sus habilidades como estratega. No son sus virtudes lo que lo sostienen, sino sus defectos: su falta de escrúpulos y su ilimitada capacidad para hacer daño, aún a los que lo rodean, como se comprobó con el fusilamiento de Arnaldo Ochoa, su mejor general. Castro controla totalmente el parlamento, el sistema judicial, las fuerzas armadas, y los medios de comunicación, mientras la policía política vigila, intimida y castiga a cualquier miembro de esa estructura de poder que se mueva un milímetro de la línea oficial. Los demócratas de la oposición -un puñado de mujeres y hombres extraordinariamente valientes-, permanentemente espiados y penetrados por los cuerpos de Seguridad, tampoco pueden moverse más allá de los estrictos límites que les señala el aparato, y, cuando lo hacen, los encarcela, maltrata o mata sin la menor compasión. ¿Por qué los cubanos no se quitan a Castro de encima? Exactamente por las mismas razones por las que los norcoreanos no se sacuden a Kim Jong-il: porque no pueden. Sin embargo, tras su muerte todo comenzará a cambiar, probablemente a un ritmo muy rápido. ¿Por qué? Porque dentro de la clase dirigente hay una profunda desmoralización. No obedecen por convicción, sino por miedo, y porque saben que la dictadura ni siquiera deja espacio para la marginación voluntaria. O doblan la cerviz y aplauden, o los barren. Pero esa humillante situación comenzará a cambiar en el velorio del Comandante, cuando todos, tirios y troyanos, sentirán un inmenso alivio en la medida en que el ataúd descienda dentro de la fosa y desaparezca la pesada mano con que el dictador les aprisionaba el cuello. Ese será el momento en que los reformistas del régimen -la inmensa mayoría- y los demócratas de la oposición, organizada y pacíficamente comenzarán a desmantelar ese anacrónico manicomio. |
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De: elsantaneco |
Enviado: 28/11/2006 21:03 |
En realidad lo que parece más clásico en la intelectualidad deciente de Cuba o “exiliados” en Miami, lo digo a luz de estos artículos , que carecen de argumentos sólidos a la hora de demostrar su plan como “oposición” ante una supuesta alternativa de gobierno en Cuba. Y el problema es que la “Oposición” si en realidad existirá como tal, no tendría en realidad alternativa alguna: y tal vez sea está su peor encrucijada. Éstos no tienen alternativa política por dos razones: 1 al país al cual ellos pretenden defender, durante estos 40 y pico de años lo han vendido al mejor postro (EE.UU.) y 2 No existen los ejemplos de triunfo social y político del sistema caduco (el capitalismo) el cual ellos quieren llevar a la Isla. Sus razones económicas se ahogan en el mismo bloqueo. Y por otro lado son tan cobardes que son incapaces de reconocer los logros Sociales que la Revolución ha logrado a pesar del férreo bloqueo. Es terriblemente vergonzoso para los Intelectuales de Miami el hecho de “vivir en el primer mundo” y tener ideas tercer mundistas. Así dentro de estos artículos vemos que dicho “intelectuales” en lugar de ahondar en cuestiones sociales de fondo, se van por la borda, señalando los problemas personales de un ciudadano cubano. Si no les gusta el gobierno de Cuba esta bien, pero la postura de un verdadero “intelectual” de las letras y el pensamiento debe de estar a la altura de los hechos. Y estos señoriítos están muy lejos de demostrarlo. Son rotundamente incapaces de debatir idea contra ideas, y todo lo contrario se bajan al insulto por evadir ideas. Y su canción política económica está anclada aún en las Cuba prerrevolucionaria aún en la Dictadura de Batista. Es clásico: pintan una “tiranía “ que da educación de primera calidad, que ha elevado la cultura del pueblo, que tiene escuelas en todo el país y que además le da salud gratuita a su pueblos. Es decir desde una verdadera tiranía quieren pintar otra |
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De: MIKIMBYJODON1 |
Enviado: 28/11/2006 21:03 |
santana parece que no leistes bien,pero uno de ello reconoce los logros,por ejemplo el de compartir el hambre,el odio,el encarcelamiento ect ect ect ect. |
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De: matilda |
Enviado: 29/11/2006 18:52 |
De verdad que ni Maquiavelo podría haber llegado a la "fórmula perfecta del poder" con la misma desproporción e impavidez que éste señor, fórmula tan contradictoria como obsoleta . La lógica que nos presenta es sencillamente "insuperable". Resulta que Castro se mantiene en el poder durante casi cinco décadas no debido a sus virtudes sino a sus defectos !!!! Se trata de un ser insano que :Balbucea, se repite, se vuelve incoherente, se confunde, y se muestra agresivamente malhumorado ante la menor contrariedad. No obstante ello......Castro controla totalmente el parlamento, el sistema judicial, las fuerzas armadas, y los medios de comunicación ¡¡¡!!!! Lo peor del maquiavelito no es ésta absurda proposición,lo peor es que aún así se pregunta........... ¿cómo no ha sido derrocado un gobernante tan incompetente?
Je, la misma pregunta que se debe hacer Fidel con respecto a sus detractores!!! matilda |
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