El arraigo al antimperialismo, a la unidad, la libertad y a la Patria fueron valores del General Antonio Maceo y son hoy principios de nuestra Patria, expresó Esteban Lazo Hernández, miembro del Buró Político, en la Tribuna Abierta de la Revolución y ceremonia Militar, celebradas este 7 de diciembre en homenaje al Aniversario 110 de la caída en combate del Titán de Bronce y de su ayudante Panchito Gómez Toro, y al 17 de la Operación Tributo.
Al acto asistieron el Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque, Ricardo Alarcón de Quesada y Pedro Sáez Montejo, miembros del Buró Político; los Comandantes de la Revolución Ramiro Valdés y Guillermo García; dirigentes de organizaciones políticas y de masas, agregados militares acreditados en Cuba, miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y del Ministerio del Interior, y estudiantes de las distintas enseñanzas.
Dany Rivera Marrero, cadete de la Escuela Interarmas de las FAR General Antonio Maceo, proclamó en nombre de los futuros oficiales y del pueblo cubano, la decisión de entregar su sangre si fuera necesario para garantizar la soberanía de la Patria.
La pionera Yesica Borroto y el teniente coronel de la reserva Berto Horta, de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana, significaron los méritos del Lugarteniente General del Ejército Libertador y la vigencia de su ejemplo.
En representación de los combatientes internacionalistas, Santiago Saldívar Fonseca evocó la Operación Tributo como digno homenaje al ejemplo de los cubanos que cayeron en diversos lugares del mundo defendiendo la soberanía de otros pueblos.
Tres ofrendas florales fueron colocadas simultáneamente ante los restos mortales de Maceo y de Panchito, de Juan Fajardo Vega, el último mambí, y de Blas Roca, escoltadas por un servicio de guardia de honor. A continuación se lanzaron tres salvas de artillería como tributo. Cerró la conmemoración una Revista Militar.
Desde horas de la madrugada combatientes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y del Ministerio del Interior (MININT), realizaron una patriótica marcha de 15 kilómetros desde San Pedro, donde cayó el Titán de Bronce, siguiendo la misma ruta utilizada por las fuerzas mambisas para mantener a salvo el cadáver del prócer de la lucha independentista cubana.