Chile se ubica en el penúltimo lugar de felicidad entre seis países sudamericanos, siendo sólo superado por Perú. De acuerdo al ránking, Venezuela se alzó como la nación más feliz, con un 83% de personas que se declaran sentirse así.
El estudio, realizado por la empresa de análisis y estudios de mercado Cimagroup, que midió el nivel de felicidad y los factores que influyen en ella en Chile, Perú, Bolivia, Ecuador, Colombia y Venezuela, reveló que ésta no tiene relación con la riqueza o nivel de desarrollo económico de una nación.
En él se estableció que el país más rico (Chile) y el más pobre (Bolivia), tienen similares grados de felicidad (66% y 67%, respectivamente), en tanto el más feliz (Venezuela) y el menos feliz (Perú), tienen un ingreso muy parecido.
"Definitivamente, el dinero no hace la felicidad; pero más aún, el desarrollo económico tampoco la produce. Más importante es el nivel de desigualdad entre los países: en general los países con mejor distribución del ingreso son más felices que los países con mucha desigualdad", explica Pablo González Vicente, Presidente de Cimagroup, frente a los resultados de esta inédita investigación.
En general, los resultados revelan que hacia el sur del continente la felicidad disminuye. "Un análisis por ciudades nos muestra que el clima es un factor importante: las personas que viven en las ciudades con clima más cálido son más felices que la que viven en las ciudades de clima frío. Así por ejemplo, en Chile, los nortinos son más felices que los sureños”, señala el directivo.
Satisfacción con los distintos aspectos de la vidaEl estudio preguntó a los encuestados con qué nota califican su satisfacción con nueve aspectos de la vida, considerándose satisfechos a quienes pusieron nota 6 ó 7. Así se pudo establecer que, en todos los países estudiados, la familia provoca la mayor satisfacción en las personas, en tanto la situación económica es lo que menos satisface.
Sin embargo, el que las personas se sientan contentas con su situación económica depende de la cultura, y no sólo de sus condiciones objetivas de vida. "La felicidad de las personas depende de la distancia entre las expectativas y la realidad. Y las expectativas son muy variables, pues también se ven influenciadas por la cultura y el sistema de valores que cada cual profesa", afirma Pablo González.
Al respecto, a pesar de que los chilenos son los más ricos de la región –de acuerdo al ingreso per cápita-, su satisfacción con la situación económica (33%) está muy por debajo de Venezuela (56%) y Colombia (36%).
Asimismo, Perú es lejos el país con menor satisfacción con su situación económica (18%), a pesar de que el ingreso de los peruanos es similar al de los venezolanos, quienes sí se muestran satisfechos con este aspecto de su vida.
¿Qué hace felices a la personas?Según este estudio, existen diferentes factores que inciden más en uno u otro país al momento de ser felices. Es decir, es posible establecer el peso que tienen los distintos ámbitos de la vida en la felicidad de las personas. Esto se hace mediante correlaciones entre la felicidad de los individuos y la satisfacción con aspectos específicos.
De dicho análisis se desprende, entre otras cosas, que la satisfacción con la vida familiar es el factor que mejor explica por qué una persona es más feliz que otra. Éste es un hecho universal, que se ve plenamente ratificado en los seis países estudiados, pero que otros estudios revelan de manera similar en los más diversos países del mundo.
"La importancia de la familia contrasta con la fuerte desconfianza que sienten los latinoamericanos, hacia la gente en general y hacia las instituciones. Pareciera ser que la familia absorbe todos los lazos comunitarios y afectivos que necesitan las personas. En los países desarrollados hay menor apego a la familia y mayor afecto a los amigos, así como mayor confianza en las personas y las instituciones", concluye Pablo González.
En un segundo plano influyen otros aspectos, cuya importancia difiere de un pueblo a otro, como la satisfacción con la situación económica, la vida amorosa, la salud, el trabajo y la apariencia física. Así por ejemplo, se puede establecer que Chile es el país donde más pesa el dinero, entre los bolivianos pesa mucho más la satisfacción con el trabajo, en tanto los colombianos y peruanos son los que le dan más importancia al amor.
"En esencia, la encuesta muestra que la felicidad depende de muchos factores, donde los niveles de desigualdad económica, el clima, el grado de integración social y la familia, juegan un rol importante. Pese a que compartimos una lengua y una historia similar, no somos iguales. Y las diferencias en calidad de vida no explican por qué unos pueblos son más felices que otros. Al parecer, cada país tiene una forma particular de mirar la vida", resume el presidente de la empresa ejecutora.