SE HA MUERTO...
Se ha ido y esperamos que no vuelva nunca jamás,
el que se adueñó de los bienes y de la vida de muchos hermanos
de la mano del terror, de la sangre derramada por demás,
para calmar la sed imperial que tuvo entre sus manos.
Se ha ido el chacal, la bestia que quiso ir por más,
que tuvo la osadía de desafiar a la justicia en claros intentos
y sin advertir que la memoria sigue viva, a pesar de su cinismo en jarras,
de la mano de las hermanas y de los hermanos en honor a sus muertos.
Se ha ido al infierno, donde disputará el trono a Satanás,
mientras la humanidad celebra su partida a cuatro manos
y esperando el reinado de la justicia en otras partes santas,
aunque hubiese escapado a los estrados humanos.
Se ha ido, mientras el Imperio llora aún más,
en veloz partida y sin regreso a este mundo, en estos momentos,
para que, al fin, reine una justicia divina antes que las dudas humanas
y nos lleve a la memoria del nunca más, en claros encuentros...
Javier Sanz
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