China y Estados Unidos, juntos por el bienestar popular, socios o grandes amigos - LA CUBA DEL GRAN PAPIYO

China necesita urgentemente un cambio hacia el modelo de crecimiento por el impulso de la demanda interna

China y Estados Unidos constituyen las dos grandes locomotoras de la eonomía mundial. Con miras a establecer un sistema económico de ganancia compartida y beneficio recíproco y favorable a la economía mundial, los economistas Samuelson y Mundell manifestaron: Las partes china y norteamericana tienen todas necesidad de reajustar sus respectivas estructuras económicas y modelos de crecimiento económico. Ellos hicieron para China las siguientes propuestas:

Primero. Cambiar el modelo de crecimiento económico. Transformar la simple economía orientada a la exportación en una economía del modelo por el impulso de la demanda interna, que pone mayor énfasis en el consumo. El PIB real de China sobrepasará el del Japón tarde o temprano y el país llegará a ser la segunda potencia económica después sólo de Estados Unidos. Esto se debe en gran medida al modelo de crecimiento económico orientado hacia la exportación de China. Sin embargo, el modelo de crecimiento orientado hacia la exportación, que depende excesivamente de ésta, tiene su límite; es imposible que sea aceptado por sus socios comerciales extranjeros para un plazo indefinido y es muy fácil de provocar conflictos comerciales.

Segundo. Reforzar la capacidad de innovación tecnológica de las empresas. A medida de la constante elevación del nivel salarial de los trabajadores chinos, la ventaja china en el bajo costo de mano de obra se debilitará en forma incesante. Entonces será de vital importancia si es fuerte o débil la capacidad de innovación tecnológica. Apoyarse en la inmitación e introducción de tecnologías avanzadas del extranjero para impulsar el crecimiento de las exportaciones es viable para corto plazo, pero será insostenible para largo plazo. Las empresas chinas tendrán que reforzar su capacidad de innovación por cuenta propia, lo que concierne al futuro de China.

Tercero. Fortalecer ulteriormente el papel del mercado. Las medidas concretas incluirán: transformar el sistema de propiedad de las empresas estatales; reducir los préstamos de cobranza dudosa del sistema bancario y estimular a los bancos a ofrecer mejor apoyo financiero a las empresas privadas; establecer un sistema de calificación del crédito personal y empresarial.

Cuarto. Promover el consumo interno del país. Es necesario prolongar el período de contratación de tierras por parte de los campesinos, elevar el nivel educacional en las zonas rurales e incrementar de este modo la capacidad de consumo de los campesinos.

Quinto. Reformar el sistema financiero. Una gran revaluación del renminbi causaría pérdidas irreparables para la economía china. Se propone que China fije el tipo de cambio del renminbi frente al dólar en 8:1 y, al mismo tiempo, afloje el control sobre las divisas y vuelva a lograr el equilibrio en el pago internacional.

Sexto. Tener habilidad de aprovecharse de los ahorros bancarios. En circunstancias en que es difícil de cambiar las altas tasas de ahorros, se propone que se usen los ahorros en el financiamiento en el mercado interno del país en lugar de usarlos para comprar demasiados bonos gubernamentales de Estados Unidos. Se debe prestar atención para que la inversión en el extranjero sea plural y, además de comprar bonos gubernamentales de Estados Unidos, se adquieran más valores de derechos e intereses (acciones) de otros países.