LA CAMPAÑA DE BALLENAS DE GREENPEACE. 31 AÑOS EN DEFENSA DE LAS BALLENAS
Desde que el primer barco de Greenpeace, el “Phyllis Cormack”, se enfrentó a la flota ballenera soviética en 1975, Greenpeace no ha dejado de luchar para conseguir el fin de la caza comercial de ballenas a través de sus numerosas acciones pacíficas.
Greenpeace es consciente de las diferencias culturales en el mundo, que afectan a la distinta concepción que se tiene de las ballenas. Fruto de este hecho, Greenpeace no realiza campañas en contra de la caza de subsistencia de las poblaciones indígenas. En este tipo de caza no suelen intervenir ni el comercio ni los mercados asociados.
La caza comercial de ballenas es intrínsecamente insostenible. Las reglas económicas hacen que la caza comercial no pueda ser al mismo tiempo ecológicamente sostenible y económicamente rentable.
A esto se une la dificultad de obtener datos fiables sobre la abundancia de las distintas especies y la gran incertidumbre en la que nos movemos cuando tratamos de evaluar el estado de cada población.
Las ballenas son un patrimonio mundial, y un indicador de la “salud” de los océanos y del planeta. Su explotación comercial supone un riesgo inaceptable.