Caracas, 18 feb (PL) Las reservas de petróleo y gas de Venezuela, consideradas entre las mayores del mundo, colocan hoy ante el país el reto de perfeccionar una infraestructura capaz de llevar el beneficio de esos recursos a todo el territorio.
En esa dirección se incluye el proyecto del sistema de Interconexión Centro-Oriente-Occidente (ICO), diseñado para un mejor aprovechamiento del gas natural en la propia industria petroquímica, la generación de electricidad y el consumo domestico.
Richard Tahan, gerente del mencionado proyecto, indicó que una vez concluido para mediados del 2008 se alcanzará una capacidad de transporte de 520 millones de pies cúbicos diarios.
El sistema, añadió, vinculará las producciones de ese energético de las zonas centro y oriente del país con el occidente, además de cubrir los requerimientos del complejo refinador de Paraguaná.
Tahan adelantó que ya desde septiembre del pasado año se trabaja en la construcción de tres plantas compresoras, situadas en los estados de Carabobo, Aragua y Guárico, respectivamente.
Asimismo, el avance de las obras esta acompañado de importantes inversiones en materia social, con la creación de Núcleos de Desarrollo Endógeno, redes de fibras ópticas, acueductos, instalaciones para la salud y educación.
La política de soberanía petrolera, lanzada por el Ejecutivo con el propósito de garantizar un destino justo a los ingresos procedentes de las exportaciones de crudo, impulsa además la prospección y explotación de nuevas reservas del volátil combustible.
Cifras de organismos especializados sitúan en unos 150 billones de pies cúbicos los inventarios actuales de gas en el país, para colocarlo de esa forma entre los 10 primeros del mundo y como líder de América Latina por la magnitud de ese indicador.
No obstante, el ministro de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez, aseguró que el país cuenta con posibilidades de añadir otros 196 billones a las reservas probadas.