Violaciones a los derechos no cesan en Cuba
Redacción de El Nuevo Herald
WASHINGTON
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ENRIQUE DE LA OSA / EFE
MADRES Y esposas de los disidentes cubanos encarcelados asisten a misa en la iglesia de Santa Rita, en Cuba. Washington denunció la situación de los derechos humanos en la isla.
Estados Unidos denunció ayer al gobierno cubano por continuar ''virtualmente'' violando ''todos los derechos'' de sus ciudadanos, por acosar a los disidentes y por mantener encarcelados a cerca de 300 prisioneros políticos.
En el informe sobre la situación de los derechos humanos en el mundo en 2006, publicado ayer por el Departamento de Estado, EEUU precisa que el régimen cubano, liderado temporalmente por Raúl Castro, viola derechos fundamentales de los cubanos como el de cambiar de gobierno de forma pacífica o el de criticar la revolución.
Pero además, el texto añade que el año pasado las autoridades de la isla caribeña incrementaron el ''acoso'' a los disidentes u otros ciudadanos vistos como amenazas por el Gobierno, mediante los llamados ''actos de repudio'' que implican abusos verbales y agresiones.
Según el Departamento de Estado, el abuso que sufren los detenidos en la isla se desarrolló con total impunidad y, a finales del año pasado, al menos 283 personas estaban encarceladas en calidad de prisioneros políticos, entre las que se incluyen activistas de derechos humanos.
Washington recuerda en el mismo estudio que Cuba es un ''estado totalitario'', con un historial de derechos humanos que sigue siendo ''pobre'' y con un Gobierno que continúa cometiendo ''numerosos y serios'' abusos.
En el país se constataron también ''graves limitaciones'' de las libertades de expresión y prensa, restricciones a la libertad de movimientos y condiciones penosas en las prisiones, donde miles de personas cumplen sentencias bajo el cargo de ``peligrosidad''.
Washington también denunció el genocidio de Darfur como el peor de los abusos de derechos humanos en el 2006 y el deterioro de las libertades en países como Irak y Afganistán, en un documento en el que de forma insólita admite sus propios fallos en este ámbito.
La secretaria de Estado, Condoleezza Rice, fue la encargada de presentar el documento en una rueda de prensa en la que dejó claro que EEUU, aunque no figura en el texto, no se libra de la lacra de los abusos a los derechos humanos.
''No difundimos estos informes porque creamos que somos perfectos, sino más bien porque sabemos que somos sumamente imperfectos como todos los seres humanos'', dijo Rice.
El sistema democrático estadounidense ''no es infalible'', como tampoco lo es el de muchos otros países a los que la secretaria de Estado recordó hoy que ``las reivindicaciones de la dignidad humana no son negociables''.
Es un recordatorio que el Departamento de Estado dirige de manera especial a países como Sudán, escenario del genocidio que se registra en la región de Darfur, considerado por Washington como la realidad más alarmante a nivel mundial durante el 2006.
Todas las partes implicadas en ese conflicto cometieron ''serios abusos, incluidos los asesinatos generalizados de civiles, la violación como una herramienta de guerra, la tortura sistemática, el robo y el reclutamiento de niños-soldados'', según el informe.
EEUU también llamó la atención sobre el retroceso de las condiciones de los derechos humanos en Irak y Afganistán, a pesar de los esfuerzos de las tropas estadounidenses por derrotar a los extremistas en ambos países.