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LA CUBA DEL GRAN PAPIYO
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General: “”” PORNO PARA CASTRO.”””
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Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: esteban_casa챰as  (Mensaje original) Enviado: 21/05/2007 23:00
                                 “”” PORNO PARA CASTRO.”””


… “Pero nunca me voy a sumar a la ideología de mierda de este país”… ¡Wow! Se requieren varios kilogramos de timbales para manifestarse de esa manera viviendo dentro del infierno cubano. Involuntariamente me llega a la mente la imagen de Trucutú, era un viejo cocinero de la flota muy noble, casi ignorante, silencioso, laborioso, casi servil, casi ovino. Bebía en extrañas ocasiones y cuando lo hacía, caía abatido inmediatamente por todo el tiempo de abstinencia transcurrido. Ese día, Trucutú se acordaba de sus enormes testículos y alardeaba de sus dimensiones, solo por eso, el Trucu, como le llamábamos cariñosamente, estaba herniado desde hacía un millón de años.
Gorki es un flaco menudo que muestra sus vellos sin pudor, su lengua no es casta. Pudiera agruparse (de acuerdo a las categorías establecidas por nuestra población) entre los locos o los que hablan mierda. Padece de esa esquizofrenia que todos evaden con sus miedos, y sus mierdas, expresadas en un mundo repleto de marchas y consignas, y manos que se alzan para aprobar a sus verdugos, y que luego se bajan para aplaudir, suelen resultar extremadamente peligrosas para los únicos que allí no apestan porque nunca carecieron de un buen jabón, exquisitos desodorantes, y no tuvieron necesidad de limpiarse el culo con el Granma.
Pertenece a la generación de los “Eidis y Lieskis”, sin embargo, sus padres se inclinaron por la literatura rusa, y quién pudiera saberlo, tal vez fueron grandes consumidores de la carne soviética enlatada. Lo cierto es que el tiempo no les alcanzó para castigarlo con los muñequitos rusos si se portaba mal. Como quiera que sea, el chamaco resultó ser un fraude, no les salió literato ni político. Aquella larga persecución del espermatozoide detrás del óvulo para fecundarlo con esos sueños, fue un fracaso justificado por elementos exteriores a sus organismos del que nadie puede escapar en la isla.
Consumo todo tipo de música y fui amante del rock, mis gustos por esa música fueron inclinadas por un gesto de rebeldía, estaba prohibida en mis tiempos. No encuentro esa relación directa entre el rock y las desviaciones ideológicas, quizás sea fundamentada en la imperiosa necesidad que persigue como fantasma a los comunistas. ¿comunistas?, supongamos que sí, ellos se nutren de enemigos y mártires. Poco importa el campo, todo terreno es fértil y la cultura nunca ha dejado de serlo. El rock siempre ha sido una víctima de ese sistema, lo fue en todo el desaparecido campo socialista, nosotros no podíamos ser inferiores.
Ser rockero en Cuba implicaba ciertos riesgos, antes, era un desafío escuchar esa música que nos llegaba desde las entrañas del enemigo. Hoy, y cuando se piensa que las cuerdas han aflojado, todo el peso de aquellos años cae sobre sus intérpretes. Sus notas son estridentes y molestan a los vecinos acostumbrados al balance y armonía que se inculcó entre Silvio y Buena Vista, la crítica y la autocrítica (revolucionaria, por cierto), la libreta y la olla vacía, la guardia y el apagón, el mérito laboral y la imposibilidad de comprar un televisor, el turista y el obrero, la jinetera y el militante.
Sus elevadas y agudas notas deben molestar a cualquier vecino, pero en cualquier país del mundo existen variadas soluciones que no sean las de un improvisado e ilegal estudio forrado con cartones vacíos de huevos. Pero en Cuba, todos sabemos que nadie se molesta o despierta ante un bombardeo, allí, la vida es una pachanga y cada cual la disfruta a su manera. Más allá del sonido de la batería estremeciendo todo el edificio, desvelan las letras desafiantes y contestatarias de unas simples ovejas que se escapan del rebaño y renuncian a la mansedumbre. Esa es la principal razón que mueve hilos del gobierno en ese teatro de marionetas.
Los escucho y me vienen a la mente varios muchachitos rockeros de Pinar del Río, aquellos, han sido aplastados por el olvido. Me refiero a todo ese grupo que se inyectó el virus del SIDA en un gesto loco y desesperado por hacerse sentir, saberse parte de una nación que solo amaba ese género de la música, tocar simplemente lo que ellos gustaban o amaban. Fue un error de su parte y hoy no se encuentran entre nosotros, sin embargo, Porno Para Ricardo ha sabido ocupar con valentía el vacío dejado por aquellos jóvenes de los que muy pocos se acuerdan, y lo hacen muy bien, tan bien, que muchos de nosotros debemos avergonzarnos ante tanto derroche de valentía y los cojones que nos faltaron.
El otro, al que tanto mencionan en lenguaje figurado y que estos muchachos llaman por su nombre verdadero, anda comiendo mierdas y escribiendo articulitos sobre el etanol, para eso quedó uno de los asesinos más despiadados de nuestra historia. ¡Se encuentra bien! ¡Dentro de poco asumirá el poder! ¡Ya le da cuatro vueltas a la pista y luego le echa cinco palos a su mujer! Lo cierto es que está allí, entretenido, con su bolsita de mierda blindada o su culito por estrenar, con un escolta que le cambie los pampers y le seque la baba mientras el hermano se acomoda en el trono, nadie sabe, todo es secreto de Estado.
Busco información sobre nuestra época, la anterior, la del siglo veinte, ¿animal o vegetal?, ¿epopéyica?, la de Pello el Afrocán, y choco con nuestro censor, dice que no, y al muy cabrón le gusta The Beatles, el mismo que nos prohibió aquella música. Dice el tipo que todo vino de arriba, en Cuba todo llega del cielo y como allí se encuentra Dios, nadie se atreve a criticarlo. Leo un escrito de uno de sus hijos y no puedo negar que me conmovió, estuve a punto de llorar, Papito Serguera ha sido otra víctima. ¡Pobrecito! Exclamo mentalmente cuando terminé de leer esa carta en Cuba Encuentro. Sigo buscando y hallo más información, no solo sobre el tiempo de mi juventud, insiste la presencia de Papito. Fue fiscal en La Cabaña y logró la pena de muerte para unos doscientos encausados. Fue aquel embajador de Cuba en Argelia que embarcó a Castro cuando el golpe de estado de Boumedien a Ben Bela. Un alcohólico culto que gusta también de la música clásica, persisten en presentar esa faceta del tipo, su refinada cultura. ¡Ohhhhh, la cultura! Antídoto especial para encubrir a un hijoputa, poco importa si doscientos fueron cegados por las ráfagas, hasta el Ché era “doctor”, sin título, por cierto. Papito será el ángel de sus hijos, pero fue el hijo de puta de mi generación, poco importa si le gusta escuchar a Chopin o Beethoven.
Gorki suena y satisface oídos sedientos de alguien que hable por ellos, no quepa la menor duda, vivimos en un mundo, el nuestro, poblado de mudos y ciegos, solos. Su camino será un calvario peor que el de Cristo y él con su juventud lo sabe y manifiesta. Estará solo en su camino, muy solo, caerán fulminados muchos de sus amigos en ese recorrido espinoso que eligió, no todos estarán dotados de sus cojones, locura o valentía, puede que sí, pero será víctima de infinitas traiciones.
Porno Para Ricardo no es un hecho aislado, es la porno que se merece Castro, una música tres equis que molesta sus oídos y no es complaciente porque dice muchas verdades calificadas de mierda o locura que, cuando escapan de la embriaguez producida por la Chispa de Tren, nos llegan de unos locos comemierdas que exhiben los cojones que muchos cubanos debiéramos tener.
Son atacados de vulgares, pero, ¡Viva la vulgaridad!, allí, donde los cultos han sido castrados.

                          Esteban Casañas Lostal.
                          Montreal..Canadá.
                          2007-05-21


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