consiguió ingresar a la Escuela Latinoamericana de Medicina Alejandro Próspero Reverend,
. Pero cuando llegó de Colombia
. Lo cuenta esta semana la
DESPUÉS DE INSISTIR por más de cuatro años en la Embajada de Venezuela en Bogotá, el 12 de abril pasado Gabriel Guerrero pensó que por fin iba a cumplir su sueño de estudiar una carrera universitaria.
Ese día, la representación diplomática le informó que él y otros 32 colombianos habían sido becados por el Gobierno para estudiar medicina comunitaria integral en la Escuela Latinoamericana de Medicina Alejandro Próspero Reverend, ELAM. Se trata de una entidad creada en agosto de 2005 en desarrollo del denominado Acuerdo Sandino, suscrito por el presidente Hugo Chávez y el líder cubano Fidel Castro para la formación de 200.000 médicos de América Latina y el Caribe en un lapso de 10 años.
Entusiasmado, Guerrero dejó todo y un par de días después estaba en la capital venezolana, de donde fue trasladado al estado Miranda, sede principal de la ELAM, donde se encontró con 412 estudiantes más de todo el continente.
Sin embargo, pocos días después el sueño empezó a desvanecerse porque Guerrero se encontró con un pensum académico distinto al que le habían ofrecido inicialmente y en lugar de empezar a estudiar medicina se vio inmerso en un centro de adiestramiento político-comunista con Chávez y Castro como figuras principales. Además, le informaron que pasaría un año en ese lugar y seis más haciendo prácticas por todo el territorio nacional.
Los estudiantes de la ELAM recibieron varias cartillas y algunos folletines con una alta carga ideológica contra el capitalismo. El texto principal es un cuadernillo de 50 páginas elaborado por el Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior, titulado Curso Introductorio a las Ciencias Médicas, Premédico Latinoamericano y contiene el programa de estudios de los siguientes cuatro años.
Pero no hay tal. Se trata de un completo programa de adoctrinamiento político revolucionario que en el capítulo seis se refiere a América Latina y el Caribe y propone como objetivo específico examinar el pensamiento de varios caudillos de la región como Pancho Villa, Farabundo Martí, Ernesto Che Guevara, Fidel Castro, Salvador Allende y Daniel Ortega, e incluye a dos colombianos: Jorge Eliécer Gaitán y Manuel Marulanda Vélez, Tirofijo, comandante de las Farc
A Guerrero le llamó la atención que en las primeras clases del programa de estudio uno de los profesores se refirió a Tirofijo como defensor de los derechos humanos y a la guerrilla como abanderada de la lucha revolucionaria. Al mismo tiempo, el docente criticó los consejos comunales del presidente Álvaro Uribe y dijo que eran una mala copia de una idea inventada por Fidel Castro y seguida por Hugo Chávez.
El estudiante colombiano de 22 años se convenció de que estaba en el lugar equivocado cuando las directivas de la ELAM les dijeron que los becarios de medicina debían ser socialistas por pensamiento y fieles seguidores del pensamiento revolucionario chavista.
Finalmente, el 19 de junio, Guerrero decidió abandonar el centro académico pero fue objeto de amenazas de parte de estudiantes que usaban boína y camiseta roja. La situación llegó a tal extremo que debieron intervenir varios funcionarios de alto nivel de Venezuela, que le dieron protección y facilitaron la salida del estudiante hacia Colombia, lo que ocurrió el 11 de julio.
Ahora Guerrero pide protección para su vida porque tras su regreso a Bogotá ha recibido numerosos mensajes que lo tildan de traidor a la causa revolucionaria. Lo que no saben en Venezuela es que el estudiante se las arregló para sacar a escondidas los textos de estudio en los que Tirofijo aparece ahora como un importante pensador latinoamericano. “Lo que me pasó fue increíble -dice Guerrero-. Lo único que quería era estudiar con una beca otorgada por el Gobierno del vecino país y me encontré con un intento de lavado cerebral”.