Una nueva Santa Alianza
El objetivo del curso de 60 horas fue estudiar tácticas de ataque contra la izquierda. No por azar se analizaron las estrategias empleadas en 2006 en México por el publicista español Antonio Solá, creador del eslogan "Andrés Manuel López Obrador es un peligro para México", desplegado a lo largo de la campaña electoral y que, unido a la manipulación en la etapa final, terminó dando ganador al panista Felipe Calderón, sucesor de Vicente Fox, por un mínimo de medio por ciento de la votación.
La información fue presentada en el diario mexicano "Reforma" bajo el título: "Aprenden extranjeros estrategias electorales. Imparte Acción Nacional curso sobre guerra sucia", en el que participaron dirigentes juveniles de Alemania, Venezuela, Argentina, Cuba (mejor dicho, Miami), España y Uruguay. En el módulo titulado "Gerencia Política" se analizaron las llamadas "campañas de contraste". Entre los participantes estuvo el dirigente juvenil Diego Echeverría, del Partido Nacional uruguayo (adherido a Corriente Wilsonista), quien según "Reforma" "aceptó que este tipo de campañas-spots dirigidas a resaltar factores negativos del adversario tendrá un uso redituable en su país" y "nos ayudaría a contrastar con la oferta de un partido de izquierda como el que actualmente gobierna Uruguay por primera vez en su historia". Otros delegados declararon que regresan a sus países con "un aprendizaje intenso, sobre todo en materia de campañas publicitarias o de contraste".
Cabe señalar que la Fundación alemana Konrad Adenauer le entregó tres mil dólares a cada participante en el seminario.
La Heritage Foundation y la gusanera de Miami
Mi nota de fines de junio partía de que en esos días el ex presidente del gobierno español José María Aznar había sido recibido con todos los honores en la sede del PAN, se había reunido con el ex presidente mexicano Vicente Fox y con el dueño de la RCTV venezolana, Marcel Granier, y que todos juntos habían enfilado sus dardos contra la izquierda latinoamericana y caribeña. De ese modo se puso en marcha una gran conspiración, apuntada en primera instancia contra Cuba y Venezuela, pero en realidad contra todos los gobiernos progresistas y de izquierda de la nueva América Latina, todo ello en sintonía con los planes de Bush y del Departamento de Estado. La prueba está, que también intervenían en la cocina de ese pastel la Heritage Foundation, el think-tank (tanque pensante) del Partido Republicano, la gusanera de la Fundación Nacional Cubano-Americana de Miami, la Internacional Demócrata Cristiana y su filial para América Latina (ODCA), con fuertes conexiones con el Partido Popular Europeo, y la Fundación Konrad Adenauer, nacida en 1956 como instrumento de la guerra fría por inspiración de la CIA y vinculada a la derecha germana. Todos revolcados en el mismo lodo.
Desde el gobierno de España, Aznar respaldó el golpe de Estado contra Chávez del 11 de abril de 2002. El embajador español en Caracas, Manuel Viturro de la Torre (un ex represor franquista), hizo público el respaldo a la acción sediciosa encabezada por Carmona el breve, amigo de Aznar y hoy prófugo, que usurpó todos los poderes hasta que lo barrió el vendaval del pueblo. En marzo de 2003 Aznar apareció ante el mundo como el faldero de Bush en las Azores, apoyando el genocidio que hoy ensangrienta a Irak. (De paso sea dicho, de los participantes en esa cita y sus sostenedores no queda ninguno salvo Bush; Zapatero retiró las tropas, Berlusconi salió de la escena y Gordon Brown expresa ahora en Camp David serias reticencias a seguir en Irak). En la cena del PAN, Aznar expuso sobre "América Latina, una agenda de libertad", despotricó contra los gobiernos de izquierda en el continente y llamó a México a desempeñar el liderazgo en la lucha contra ellos. Antes, en abril, había participado en Filadelfia en la reunión de la Heritage Foundation, anexa al Partido Republicano y procreadora de los Documentos de Santa Fe, un breviario para la colonización de América Latina. Allí definió al continente como "parte esencial de Occidente", dijo que no podía quedar en manos de "regímenes totalitarios" y abogó por estrechar los lazos con EEUU.
Por su parte Fox aspira a convertirse en el presidente de la Internacional Demócrata Cristiana, cuya filial americana (ODCA) está liderada por Manuel Espino, líder del PAN y que presidió la cena en honor de Aznar. Fox no ha ocultado que uno de sus objetivos primordiales es la lucha contra Chávez, con quien estuvo fuertemente enfrentado durante su gobierno y al que no le perdona que junto a los presidentes del Mercosur contribuyera a enterrar definitivamente el ALCA en la Cumbre de las Américas del 4 y 5 de noviembre en Mar del Plata, donde el mexicano intentó sacarle las castañas del fuego a Bush. En la reunión de la ODCA efectuada en abril en México, bajo la presidencia de Espino, se adoptaron como objetivos fundamentales derrotar "el socialismo del siglo XXI" anunciado por Chávez y desestabilizar a Cuba.
Al servicio del imperio
Como se advierte, todo este andamiaje está al servicio de los planes del imperio y contra los gobiernos progresistas y de izquierda en América Latina. El seminario de México es un engranaje de esta maquinaria conspirativa echada a rodar.
Publicado en La República, el 31 de julio de 2007