Martin Luther King luchador por los derechos civiles de los afroamericanos en Estados Unidos.
LUNES 3 de SEPTIEMBRE de 2007
3/9/2007
Víctimas del Terrorismo
Desde la moral cristiana
El terrorista, ya sea del pensamiento que sea, se ha creado desde su nacimiento. Se le ha educado desde niño en el odio a algo o a alguien, en el fanatismo. Pongamos un ejemplo, muchos niños vascos son adoctrinados desde pequeños en las Ikastolas, en su odio a todo lo que huela a español. Igualmente, pasa en Irlanda, lo mismo que en las escuelas del entorno musulmán.
Martín Luther King: âLo peor del siglo XX, no han sido los crímenes, si no el silencio execrable de las personas de bienâ.
Por Chema Morales
Analicemos el porqué de la creación de la “Asociación de Ayuda a Victimas del Terrorismo y Pro Derechos Humanos”. Para ello es imprescindible bucear en el espectro político y social de la España actual, yo diría incluso del mundo. Estamos viendo cotidianamente, cómo se ataca de manera constante los cimientos de nuestra sociedad occidental. La moral cristiana, mayor exponente donde se fundamentaron todos los valores, es el “modus vivendi” de nuestra sociedad. Daba igual ser de Hispania, Galia, Germania o Britania: todos conducíamos nuestros pasos basados en las “reglas del juego” que daban tan buenos resultados desde el año 34 D.C.
Esas “reglas del juego”, eran simplemente cumplir los Mandamientos de Dios e intentar seguir las palabras de vida de Nuestro Señor Jesucristo. En contra a estos valores férreos, nace la “progresía”. Decía San Agustín “El mayor éxito del diablo es hacer creer que no existe”. Esa progresía, es ni mas ni menos que eso, hacernos creer que sus hechos, sus acciones son progresistas, hacia delante, beneficiosos para la sociedad, enmascarando su verdadera función, cambiar las bases de la sociedad, sus valores.
Si consigue imponerse, derrotar a la moral cristiana, veremos bien el aborto, la eutanasia, la falta de caridad y solidaridad con el que sufre –la víctima-, el hacer zombis a nuestros hijos, seres no pensantes, incultos, que sus vidas posteriores como adultos sean sin valores, trabajando para únicamente sobrevivir. Eso si, sustituyendo sus valores por el consumismo, la moda, el sexo libre, la familia uniparental, el alcohol, etc. Si se adoctrina a la juventud, no hay revoluciones. Igualmente, el sentimiento patrio, se anula. La bandera ya no significa nada, el himno es simplemente música, consiguiendo con ello romper la cohesión de una nación, en este caso España, al no significar nada los símbolos de su unión.
En España, se han publicado imágenes sacrílegas de Nuestro Señor Jesucristo, lo más doloroso es que esas fotografías han sido pagadas y distribuidas por el Gobierno de Extremadura, una de las autonomías regionales en el mapa político de España. Pocos han alzado la voz, pocos han dicho algo y nadie ha presentado querella. Ya saben lo que pasó por las viñetas de Mahoma. Por lo expuesto, y aunque la frase nos parezca durísima “ya no se respeta ni a Dios”.
Por otro lado, analicemos el trato del espectro político con relación a las víctimas. El Gobierno socialista actual en España ha tomado como su primer objetivo acallar a las víctimas del terrorismo. Molestamos al denunciar el proceso de impunidad de la banda terrorista ETA y su entorno, así como la actual puesta en escena, pensando que al cambiar de rumbo en la superficie, no en el fondo, debido al varapalo recibido en las anteriores elecciones municipales, conseguirá cambiar la intención de voto, consiguiendo así volver a quedarse con la poltrona de la Moncloa. Posteriormente âvolverán las oscuras golondrinasâ. El partido en la oposición utiliza esos movimientos cívicos a favor de las victimas, e incluso las propias asociaciones de victimas, en su propio beneficio. Infiltrándose, incluso dirigiendo esos movimientos cívicos. Sacando rentabilidad política de concentraciones, manifestaciones e incluso opiniones de los dirigentes de esos movimientos cívicos a los medios de divulgación. Las víctimas del terrorismo somos de todos y de nadie a la vez. Por ello la AAVT y PDH, ha nacido como totalmente apolítica.
Los derechos humanos, como derecho a la vida, a la libertad en la educación de nuestros hijos, etc., son totalmente transgredidos en España. Si miramos en el mundo, muchos mas.
Los integrantes de la AAVT y PDH, amamos a Dios sobre todas las cosas, amamos al prójimo como a nosotros mismos. Lo que conlleva, tener que oponernos a todos estos ultrajes tanto al mismo Dios, como a su creación, el hombre.
Nos oponernos a esta progresía de opereta, es nuestra primera misión, siendo la segunda oponernos igualmente a quien intente utilizar a cualquier ser humano, donde por derecho y por su máximo sacrificio están las victimas del terrorismo.
¿Por qué además de Asociación de Víctimas del Terrorismo, somos pro derechos humanos? Por la misma manera que un cirujano extirpa la totalidad de un cáncer, para evitar la metástasis. El estar contra el terrorismo, sería sólo una parte de un todo.
El problema del terrorismo es un cáncer en sí mismo, pero analicemos el porqué de su existencia. El terrorista, ya sea del pensamiento que sea, se ha creado desde su nacimiento. Se le ha educado desde niño en el odio a algo o a alguien, en el fanatismo. Pongamos un ejemplo, muchos niños vascos son adoctrinados desde pequeños en las Ikastolas, en su odio a todo lo que huela a español. Igualmente, pasa en Irlanda, lo mismo que en las escuelas del entorno musulmán.
Nuestro cometido no es sólo oponernos, sino volver a construir lo destruido.
Nacemos igualmente, en el pensamiento de unión de todas las victimas del mundo, de todo ser que sufra menoscabos en sus derechos. El dolor y la incomprensión se sufren en todo el mundo igual. Es lo mismo una victima del 11 S, que del 11M, que de ETA, que de cualquier grupo terrorista. El dolor es el mismo. La muerte es la misma. El crimen es el mismo.
Por todo ello, solicitamos ayuda y contactos en todas las partes del mundo, para así poder desempeñar nuestra labor, nuestro cometido.
Gracias América, porque sabemos que nos ayudareis en nuestro cometido, sabéis lo que es sufrir el terrorismo en vuestras carnes, USA, Colombia, etc.
Me despido con una frase de Martín Luther King, “lo peor del siglo XX, no han sido los crímenes, si no el silencio execrable de las personas de bien”.