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General: “”” EL CHE Y EL GOBELINO.”””
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Respuesta  Mensaje 1 de 5 en el tema 
De: esteban_casa챰as  (Mensaje original) Enviado: 08/10/2007 16:01
          “”” EL CHE Y EL GOBELINO.”””





Hoy se cumplen cuarenta años de mi paso por aquella chivería, lo recuerdo perfectamente, ese día fuimos convocados a participar en una concentración que se realizaría en la plaza. No estoy muy seguro de que haya sido exactamente ese día, creo que no. Yo no era chivero, ni pastor, ni la cabeza de un guanajo, yo comenzaba a dejar de ser yo y debía moverme en el mismo sentido de la corriente, hacía muy poco que había cumplido los dieciocho años.

Sweet y yo no nos mantuvimos diez minutos entre aquella gente con aires fúnebres, silenciosa, enlutada, triste. Nuestra juventud nos alejaba de un velorio que no era nuestro, nos desplazamos por 20 de Mayo hasta Infanta y doblamos a la izquierda. Anduvimos por una avenida casi semidesierta y no nos llamó la atención, comenzábamos a acostumbrarnos. En Clavel doblamos a la derecha, Sweet no comentaba nada, era de poco hablar.  Cuando llegamos a Subirana doblamos nuevamente a la derecha y nos detuvimos frente a la tercera puerta, ese día tenía colocada una aldabita y como llegaba con un extraño preferí tocar. Nos sentamos en la sala, mi abuela no se sorprendió por aquella inesperada visita, no existía esa costumbre de llamar por teléfono para anunciarla. Ella tenía teléfono, aún recuerdo su número 70-76-31, es solo una prueba a mi memoria. Eran otros tiempos, llegabas y nadie te ponía mala cara, pocos minutos después el aroma del café inundaba cualquier casa. Aunque esa costumbre se iría perdiendo por el dichoso racionamiento, pero se conseguía, ya existía un mercado secreto. Mi abuelo prendió un tabaco casi de su estatura, no hablaba, era poco comunicativo, poco familiar, caía mal desde el primer encuentro con su persona. Permanecía sentado en su butaca al lado del televisor, justamente a su lado, durante horas y el cuello virado hacia la pantalla, consumiendo cualquier cosa y listo para darle una trompada al aparato cuando se movían aquellas líneas horizontales, pocos tenían televisor también. Sus bocanadas de humo blanco azuloso bloqueaban de vez en vez la imagen, abuela tampoco hablaba. Allí permanecimos sentados como fugitivos hasta el final del discurso, era la hora de regresar al campamento, dormir, descansar para enfrentar un nuevo día donde deberíamos comentar algo, identificarnos, revolcarnos con los chivos.

Ese día nació un nuevo santo que no había sido crucificado, el mismo pelo largo, las mismas barbas, el mismo amor por los pobres, los desposeídos, los explotados. Ya teníamos dos, el primero se perdió en una avioneta, pero de ése solo se hablaba una vez al año. Ambos fueron beatificados sin el consentimiento del Papa, uno para consumo nacional, y el otro, para vender en moneda fuerte, éste saltó nuestras fronteras rápidamente y se consume mucho más que los discos de Elvis o las fotos de las cataratas del Niágara. 

Luego, la historia es conocida por todos nosotros, gallardetes, banderitas, órdenes, escuelas, barcos. ¡Ohhh! Aquella canción del Carlos Puebla que tanto gusta a los turistas y latinos peluditos que visten un pullover con su imagen legendaria. ¡Pobre viejo!, lo vi varias veces naufragando en galernas de alcohol en el restaurante El Patio. Guarida de tantos marinos que abrían sus puertas con sobornos y extendían su propina al infeliz diablo para que les cantara esa canción, ¡qué borracheras aquellas cargadas de espíritu revolucionario! Siempre fue así, nos reunimos grandes grupos y nunca faltaba uno que llevara su carné como credencial, siempre fue más importante que el de identidad.

Un día caí en baja, en esas bajas que no pueden ser registradas por ningún barómetro, en las que tus compañeros y socios te dan la espalda para no ensuciarse, en las que el miedo te invade ante la incertidumbre del qué te pasará. Pasó un pariente muy conciente, muy proletario, muy revolucionario, muy comunista, muy, muy, y me trajo un poster de su santo preferido. ¡Úsalo! Tal vez san Ernesto pueda abrirte el camino, me dijo. Yo nunca había creído en Changó, Orula, Ochún, y menos en la pila de babalaos fabricados como cualquier morcilla. Lo miré y me gustó, era en colores y de aproximadamente un metro de largo por unos sesenta centímetros de ancho. Una de las paredes de la sala se encontraba vacía, y como estaba pintada de blanco, aquellos colores muy bien podían contrastar artísticamente en su entorno, hasta hacía juego con los muebles de la sala y el equipo de música, pensé. Va y con esto me limpio un poco, va y tiene poderes de verdad y acabo de salir de ese cabrón bache, volví a pensar y lo colgué.

Algo me molestaba mucho, entre otras cosas, que mis hijos fueran obligados a pedir ser como él cada mañana. Siempre preferí que fueran como yo o en el mejor de los casos como ellos mismos, pero opinar sobre eso me ensuciaría mucho más.

Pasaron unos tres años y no se cumplieron ninguno de los milagros esperados de aquel santo. Es más, nunca pudo controlar mi lengua, mi maldita lengua, mi desgraciada lengua, la causante de todos mis males, la condenada por un extraño maleficio que al final me trajo hasta estas frías tierras. En Singapur compré un gobelino muy bello y a un precio razonable, o sea, que se ajustaba a los dos dólares diarios que ganaba, gasté un poco más de lo ganado en una semana, digamos que semana y media, pero valía la pena sacrificarme por aquella extraña vanidad. Era una caravana de camellos saliendo de un oasis, tendría un metro y medio de ancho por uno de largo, me encantaron sus colores y se encontraría en armonía con mis muebles y equipo de música, no lo pensé dos veces.

Una vez con el gobelino en la casa, retiré el poster de aquel santo que no concedía ni arreglaba nada. Lo desbaraté y metí en el tanque de la basura. No se me ocurrió pensar que muy bien pudo ser utilizado en el comité para presidir sus misas semanales, o bien en las escuelas de mis hijos para que oficiara sus oraciones colectivas, y hasta en el mismo barco. No pensé que si se lo hubiera llevado al secretario del partido, me serviría para limpiar un poco el pasado y presente de aquel momento, no lo pensé o no quise pensarlo, ¡a la mierda con esta cosa!

No por gusto un estado ha invertido tanto en sus propósitos por destruir una comunidad como la nuestra, han sido años de infiltraciones constantes, gastos económicos elevadísimos, campañas de propaganda difamatoria interminables. Nunca en la historia de nuestra América, un gobierno se ha ensañado con tanto odio en contra de sus nacionales que viven en el extranjero, ese ha sido nuestro caso. Razones sobran, un día dejamos de ser una propiedad y decidimos ser libres. Pero esa no es la más importante de todas, no lo comprendí hasta encontrarme del lado de acá.

En esta otra orilla se encuentra una gran parte de nuestra verdadera historia, aquí viven los dedos acusadores que un día subirán a un tribunal pidiendo justicia. Aquí es donde realmente se conoce la repugnante historia de quienes han sido vestidos como santos y resultan ser unos aberrados criminales. Aquí fue donde me enteré de los crímenes cometidos contra nuestro pueblo por ese embajador del odio que, hoy beatifican millones de idiotas en diferentes continentes.

No me avergüenzo por haber colgado la imagen de un asesino en la sala de mi casa, creo que a millones de seres en nuestra isla deba sucederle lo mismo. No por gusto se aferran en mantenerla aislada del mundo, pero tarde o temprano la verdad tendrá que imponerse y caerán íconos, mitos, altares, leyendas, estatuas. Ese día llegará y toda esa porquería tendrá un solo destino, el basurero de la historia.

Gracias a Dios por haber alumbrado un día mi camino, mis hijos no son como él, mi nieto nunca lo será, las máquinas de matar hombres serán destruidas y el odio que supo sembrar en nuestra tierra se convertirá nuevamente en amor.





                                Esteban Casañas Lostal.

                                Montreal..Canadá.

                                2007-10-08





Y si tenéis por rey a un déspota, deberéis destronarlo, pero comprobad que el trono que erigiera en vuestro interior ha sido antes destruido.
Jalil Gibrán.

Otros trabajos pueden encontrarse en las sig. direcciones:

http://www.conexioncubana.net/index.php?st=content&sk=blogcategory&id=176&sitd=416&showcatname=ok
http://www.amigospais-guaracabuya.org/#casanas
http://www.conexioncubana.net/blogs/esteban/




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Respuesta  Mensaje 2 de 5 en el tema 
De: maribea05 Enviado: 09/10/2007 05:59
Los escritos de Esteban siempre tienen la capacidad de llevarme justo a las mismas épocas, y vivir las mismas experiencias...

Es una buena muestra de esta primera generación que fuimos los ilusionados ilusos de los pasos al frente.

Respuesta  Mensaje 3 de 5 en el tema 
De: maribea05 Enviado: 09/10/2007 11:59
LD (José Carlos Rodríguez) El icono nació exactamente el 5 de marzo de 1960. Ese día Alberto Díaz Gutiérrez, más conocido como Alberto Korda, le tomó la fotografía que acuñó el mito. Asistía a un funeral masivo, pero no por sus numerosas víctimas, sino por los mas de 80 cubanos que murieron el día anterior al estallar un barco francés cargado con munición. Su efecto, precipitado e indiscriminado, se adelantaría a los planes del régimen para muchos otros cubanos. Korda describió al Che captado por su cámara como "guerrillero heroico" y "encabronado y valiente".

La imagen no se transformó en un símbolo del socialismo, del crimen ungido por la ideología, hasta su muerte. La fotografía sólo estuvo accesible a los visitantes del estudio de Korda durante el primer año. Probablemente no se habría convertido en lo que es de no haber llegado a Europa de la mano de Giangiacomo Feltrinelli en 1967, el año de su muerte, cuando cubrió las paredes de Italia con la fotografía. De ahí se filtró a las revistas y se creó, definitivamente, el mito.

Un grupo de anarquistas alemanes le enviaron la imagen al diseñador gráfico Jim Fitzpatrick, que fue el primero en crear el icono en la revista Stern. "Lo diseñé deliberadamente para que se reprodujera como conejos". Le quitó el volumen a la fotografía y lo convirtió en un grafismo plano y fácilmente manipulable.

Trisha Ziff, directora de una exposición itinerante sobre la iconografía del Che, ha declarado a la BBC que "El Che Guevara se ha convertido en una marca. Y el logo de la marca es la imagen, que representa el cambio. Se ha convertido en el icono del pensamiento alternativo a cualquier nivel, ya sea anti-guerra, pro ecologista o anti-globalización". "Se ha convertido en este momento en una corporación; en un imperio", añade. Desde luego, el Che Guevara ha sido engullido por la sociedad de consumo. Elvis, Madonna, camisetas, cómics, videojuegos…

Se acabó la diversión

Pero, con todo el poder de aquella fotografía, manipulada y replicada con todas las formas imaginables (la última es la caracterización del empresario Martín Varavsky en la portada del European Business), no es el único producto típico del Siglo XX que ha convertido al Che en un producto de consumo masivo, utilizado tanto para vender zapatillas de deporte o camisetas como cigarrillos. Como recoge el New York Times, el Investor's Business Daily ha editorializado recientemente, "¿Qué será lo próximo? ¿Mochilas de Hitler? ¿Vajillas de Pol Pot? ¿Pantys de Pinochet?".

Dos años antes Carlos Puebla sacó el tema "Hasta siempre, Comandante", una bella guajira en la que ensalzaba al fusilero. "Tu mano gloriosa y fuerte sobre la historia dispara", dice la letra de la canción. El compositor también hizo un canto a la revolución con el estribillo "¡y en eso llegó Fidel! Y se acabó la diversión: ¡llegó el Comandante y mandó a parar!".

Se acabaron la diversión, la prosperidad, la libertad e incluso la vida para muchos cubanos. Llegó el Comandante y mandó detener la historia en la isla-cárcel. O continuar en ella lo que hoy es un anacronismo: el socialismo real. Porque este en un mes se cumplen 18 años del derribo del muro por el pueblo alemán.

Ernesto Guevara, el Che, contribuyó a la tiranía de Fidel Castro en Cuba. No se conoce el número de muertos causados por el socialismo-o-muerte en Cuba. El proyecto Archivo Cuba http://www.cubaarchive.org/version_espanol/ , quiere recoger todos los datos posibles sobre los crímenes cometidos en nombre de la revolución. María Werlau http://www.libertaddigital.com/index.php?action=desanoti&cpn=1276300562 , directora ejecutiva de Archivo Cuba, no pudo dar una cifra aproximada de las víctimas del socialismo en la isla: "No lo sé, cien mil... doscientos mil...". Gran parte de ellos han perdido la vida intentando huir del paraíso socialista. Muchos han sido simplemente ejecutados por el régimen.

El propio Che era aficionado a ejecutar a cubanos puestos contra la pared. Manuel Capitán, Joaquín Casillas Lumpuy, José Luis Alfaro Sierra, Ricardo José Grau… ninguno de esos nombres nos dice hoy nada. Tuvieron el privilegio, así visto por quienes le admiran, de conocer a Ernesto Guevara. Probablemente fue, incluso, la última persona que vieron en su vida, ya que son sólo cuatro de los 164 personas, con nombre y apellidos, que murieron a manos del revolucionario. Todos los niños de Cuba dicen por la mañana "yo quiero ser como el Che". Hoy nos acordamos de todas sus víctimas.

Respuesta  Mensaje 4 de 5 en el tema 
De: maribea05 Enviado: 09/10/2007 17:59
http://www.pagina12.com.ar/ http://www.pagina12.com.ar/   7 de Octubre de 2007
La historia de Régis Debray
Por Eduardo Febbro

Desde París

Han pasado tantos años y ha corrido tanta tinta... pero muchos pliegues de la historia quedaron envueltos en la corriente del tiempo y de las sucesivas versiones del episodio que condujo al Che a Bolivia, al arresto y condena en Bolivia del intelectual francés Régis Debray, a la posterior detención del Che, a su asesinato y a la liberación de Debray. Biógrafos, comentaristas, agentes de la CIA y hasta algunos compañeros del Che que sobrevivieron a la expedición boliviana han dado de este episodio y de la captura del Che argumentos siempre renovados, contrapuestos, contradictorios, a veces delirantes, otras lejanos a toda forma constatada de la verdad. De la media docena de biografías válidas que existen del Che ninguna ofrece la misma explicación. ¿Quién entregó al Che? La versión más sólida apunta a Debray como el culpable de haber indicado dónde se encontraba Guevara en su periplo mortal por Bolivia. El 31 de agosto de 1996, en Buenos Aires, la primera hija del Che, Aleida Guevara, acusó a Debray de haber “hablado más de lo necesario”.

El acusado encontró un defensor inesperado en Benigno, uno de los ex compañeros del Che en Bolivia, que negó que Debray fuera el responsable directo del arresto. Dos años más tarde, el mismo Benigno iba a ser protagonista de una de esas escenas dignas de un circo: ya exiliado en Francia, Benigno viajó a Miami para encontrarse con Félix Rodríguez, un agente cubano de la CIA que pasó años persiguiendo al Che por medio planeta. Ambos posaron juntos en una foto para promover la paz entre cubanos. Enemigos de antaño, reconciliados por la vejez y los intereses políticos del momento.
Rodríguez no comentó en ese entonces las confidencias que le había hecho en 1989 al periodista norteamericano John Weisman, publicadas luego en el libro Shadow Warrior. Allí, el ex agente de la CIA afirma que luego de la captura de Debray –20 de abril de 1967– el intelectual francés, interrogado por la CIA, dijo lo esencial: “Fue el testimonio de Debray lo que convenció a la CIA de concentrar sus esfuerzos en la captura del revolucionario”. En 1996, el periodista norteamericano John Lee Anderson escribió una de las biografías de referencia –Che Guevara, A Revolutionary Life– en la cual también desarrolla el argumento de que fueron las palabras de Debray las que sellaron el destino del Che. Otras versiones, en especial la del intelectual y político mexicano Jorge Castaneda –Compañero. Vida y muerte del Che Guevara– y la del francés Pierre Kalfon –Che Guevara, una leyenda del siglo– dan vuelta esas acusaciones y acusan a Ciro Bustos de haber hablado demasiado. Bustos era uno de los compañeros del Che en Bolivia arrestado al mismo tiempo que Debray. Leídas a través del tiempo, cada biografía parece responder a una voluntad personal de buscar un culpable: Bustos, Debray o algún otro.
Los bolivianos que participaron en aquella caza a los revolucionarios sonríen con cierta condescendencia cuando evocan. Uno de ellos dijo a Página/12: “A Debray no teníamos necesidad de torturarlo para que hablara. Tenía tanto miedo que cuando le soplábamos los ojos se ponía a llorar. Pero lo que él pudo decir no cambia la historia, no nos servía de mucho. Nosotros ya sabíamos por dónde andaba el Che cuando capturamos a Ciro Bustos y a Régis Debray. La CIA nos había dado un respaldo decisivo”. Los bolivianos aseguran hoy que no les hacía falta ni que Bustos, ni que Debray les confirmara que el comandante Ramón era el Che.
El año pasado, el general Gary Prado, el hombre que el 9 de octubre de 1967 capturó al Che en La Higuera al mando de la compañía de los Rangers, contó a Página/12 las condiciones del arresto, la lástima que le daba tener al Che cercado desde hacia algunas semanas, observándolo como palomas prisioneras hasta cerrar para siempre el diario de esa aventura. “Esos últimos días son totalmente surrealistas. Sabían que el ejército se les estaba viniendo encima, nos habían visto, sabían que mi compañía tenía 160 hombres. ¿Y qué hicieron? En vez de dispersarse y decir, bueno, hasta otro día camaradas, dejamos los fusiles, nos compramos un pantalón y una camisa, nos sacamos la barba y sálvese quien pueda, no, siguieron marchando ¿rumbo a qué? ¿Al sacrificio? Había combatientes muy buenos, de mucha experiencia, pero totalmente desubicados dada la realidad del país. Estaban perdidos en una zona donde las características son difíciles, ahí en pie de monte, al comienzo del Chaco, donde no hay ni mucho que comer y donde la gente es muy especial”. Prado narró a este diario la forma en que el grupo del Che se dividió en dos –en uno de ellos estaba Debray– y cómo esa división los llevó a la pérdida.
Régis Debray fue juzgado y condenado a 30 años de cárcel. Casi cuatro años después salió en libertad gracias a una negociación secreta con Francia cuyos compromisos nunca fueron cumplidos por París. Hace casi cuatro décadas, los diplomáticos bolivianos se enteraron de que Debray había sido puesto en libertad leyendo el diario Le Figaro. Sólo al día siguiente les llegó de La Paz un telegrama con la confirmación y el anuncio de que llegaría un agregado militar en misión especial, el general León Kolle Cueto, hermano del ex primer secretario del Partido Comunista de Bolivia. En los años en que Debray estuvo preso en Bolivia el personal diplomático boliviano era la oveja negra de los círculos diplomáticos: “No nos invitaban ni a un cóctel de beneficencia”, recuerda uno. El general Kolle Cueto fue acreditado debidamente en la cancillería francesa y pidió cita con el ministro de Defensa, Michel Debré. Este jamás lo recibió. Cueto había sido enviado a París a cobrar la recompensa pactada en la negociación destinada a abrir las puertas de la cárcel de Régis Debray. El acuerdo era amplio. Francia se había comprometido a entregar lanchas fluviales para la Fuerza Naval boliviana, equipamiento completo para un batallón de ingenieros, entrenamiento a pilotos de la Fuerza Aérea y un hospital militar. Nunca hubo ni lanchas, ni hospital, ni equipos de ningún tipo. Cueto refirió el problema de la cita con el ministro a la cancillería francesa y obtuvo una cita con el canciller Maurice Schumann. El canciller lo recibió y cuando el general le reveló el acuerdo, Schumann le dijo: “Es imposible. Francia no negocia esas cosas”. Cueto se quedó sin el tributo que su país había negociado en medio de circunstancias políticas nacionales muy especiales.
Bolivia estaba gobernada entonces por el general Juan José Torres, un militar del ala izquierda de las fuerzas armadas que había llegado al poder mediante un golpe de Estado y luego fue derrocado por otro golpe lanzado por Hugo Banzer. Uno de los hombres que negociaron el acuerdo con los franceses, que desempeñó un papel preponderante en la posterior liberación de Debray, el ex vicecanciller Fernando Laredo, no recuerda los hechos con ningún encono: “Los franceses no cumplieron pero eso fue culpa nuestra. Nosotros manejábamos el asunto de la liberación de Debray pero como el gobierno de Torres no controlaba todo en algún lado se nos fue de la mano. Había otros grupos que también negociaban con los franceses. Francia no nos engañó. Había mucha confusión y demasiados negociadores. Eso fue lo que pasó”. Laredo refirió a Página/12 que la liberación, con o sin acuerdo, fue una decisión política de Torres. “Sabíamos que si nosotros no lo sacábamos otros militares lo iban a liquidar. Para ellos, Debray era un apoyo sustancial de las guerrillas de América latina, lo que no era cierto. Era una cuestión de principio”.
La decisión de extraer a Debray de la cárcel la tomó Torres en persona. Pero no fue simple. Ciertos sectores castrenses no querían soltar a Debray. Para conseguirlo se montó una operación al mando del mayor Rubén Sánchez, comandante de los Colorados de Bolivia, el regimiento de escolta presidencial, militar de izquierda y miembro del MNR. Fue con un comando a Camiri, donde Debray estaba detenido en una división del ejército desde la cual se dirigían las operaciones contra la guerrilla del Che. Sánchez tomó el edificio y liberó a Debray. “El avión ya estaba listo para llevárselo. Cuando el comando entró en Camiri Debray pensó que venían a matarlo”, cuenta Laredo. El avión partió rumbo a Chile.
Debray escribe numerosos ensayos y, como muchos otros ex aventureros de izquierda, sus ideas huelen a salones para damas elegantes y asustadizas que acuden de vez en cuando a los confesionarios. París no entregó jamás las piezas del intercambio. Debray nunca pagó sus deudas. Ni con Bolivia, ni con la historia de América latina.


Respuesta  Mensaje 5 de 5 en el tema 
De: ANGELVIPHDEFE EN ESPAÑA Enviado: 09/10/2007 17:59
MOTIVOS HAY PARA QUE LOS FALANGISTAS AUTENTICOS DE FEA EN ESPAÑA  FE AUTENTICA APOYEMOS EL RECUERDO DEL CHE .
 
DIGAN LO QUE DIGAN CIERTOS APARENTEMENTE CONGENERES NUESTROS
 
VEAMOS ESTE DOCUMENTO DEL PERONISMO AUTENTICO POCO DIFUNDIDO POR LA REACCION INTERNACIONAL E INCLUASO POR AL REACCION DERECHOIDE DE ARGENTINA ,?LO CALLARA TAMBIEN LA IZQUIERDA INTERNASCIONALISTA EN EUROPA SUPONGO ,PERO NO AQUI EN ESTE FORO DE CUBA :
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De: ANGELFEOviphdefe  (Mensaje original) Enviado: 09/10/2007 22:13
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De: JARABE AUTENTICO  (Mensaje original) Enviado: 09/10/2007 21:11
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De: NOSOTROS  (Mensaje original) Enviado: 09/10/2007 21:09
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De: NUESTRA RAZON  (Mensaje original) Enviado: 09/10/2007 21:06
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De: AUTENTICOS  (Mensaje original) Enviado: 09/10/2007 21:03

CARTA DEL GENERAL PERON ANTE LA MUERTE DEL
COMANDANTE ERNESTO “CHE” GUEVARA
 
Madrid, 24 de Octubre de 1967
 
 
Compañeros:
Con profundo dolor he recibido la noticia de una irreparable perdida para la causa de los pueblos que luchan por su liberación.
 
Quienes hemos abrazado este ideal, nos sentimos hermanados con todos aquellos que en cualquier lugar del mundo y bajo cualquier bandera, luchan contra la injusticia, la miseria y la explotación.
 
Nos sentimos hermanados con todos los que con valentía y decisión enfrentan la voracidad insaciable del imperialismo, que con la complicidad de las oligarquías apátridas apuntaladas por militares títeres del pentágono mantienen a los pueblos oprimidos.
 
Hoy ha caído en esa lucha, como un héroe, la figura joven mas extraordinaria que ha dado la revolución en Latinoamérica:
 
¡ Ha muerto el Comandante Ernesto "Che" Guevara !.

Su muerte me desgarra el alma porque era uno de los nuestros, quizás el mejor: un ejemplo de conducta, desprendimiento, espíritu de sacrificio, renunciamiento. 
 
La profunda convicción en la justicia de la causa que abrazo, le dio la fuerza, el valor, el coraje que hoy lo eleva a la categoría de héroe y mártir.
 

He leído algunos cables que pretenden presentarlo como enemigo del Peronismo. 
 
Nada más absurdo. 
 
Suponiendo fuera cierto que en 1951 haya estado ligado a un intento golpista, ¿que edad tenia entonces?. 
 
Yo mismo, siendo un joven oficial, participé del golpe que derrocó al gobierno popular de Hipólito Irigoyen. 
 
Yo también en ese momento fui utilizado por la oligarquía. 
 
Lo importante es darse cuenta de esos errores y enmendarlos. 
 
¡Vaya si el "Che" los enmendó!.

En 1954, cuando en Guatemala lucha en defensa del gobierno de Jacobo Arbenz ante la prepotente intervención armada de los yanquis, yo personalmente di instrucciones a la cancillería para que le solucionaran la difícil situación que se le planteaba a ese valiente joven argentino; y fue así como salio hacia México.

Su vida, su epopeya, es el ejemplo más puro en que se deben mirar nuestros jóvenes, los jóvenes de toda América Latina.

No faltaran quienes pretendan empalidecer su figura.
 
El imperialismo temeroso del enrome prestigio que ya había ganado en las masas populares; otros, los que no viven las realidades de nuestros pueblos sojuzgados.
 
Ya me han llegado noticias de que el Partido Comunista Argentino, solapadamente, esta en campaña de desprestigio.
 
No nos debe sorprender ya que siempre se ha caracterizado por marchar a contramano del proceso histórico nacional.
 
Siempre ha estado en contra de los movimientos nacionales y populares.
 
De eso podemos dar fe los peronistas.

La hora de los pueblos ha llegado y las revoluciones nacionales en Latinoamérica son un hecho irreversible.
 
El actual equilibrio será roto porque es infantil pensar que se pueden superar sin revolución las resistencias de las oligarquía y de lo monopolios inversionistas del imperialismo.
 

Las revoluciones socialistas se tiene que realizar; que cada uno haga la suya, no importa el sello que ella tenga.
 
Por eso y para eso, deben conectarse entre si todos los movimientos nacionales, en la misma forma en que son solidarios entre si los usufructuarios del privilegio.
 
La mayoría de los gobiernos de América latina no van a resolverlos problemas nacionales sencillamente porque no responden a los intereses nacionales.
 
Ante esto, no creo que las expresiones revolucionarias verbales basten.
 
Es necesario entrar a la acción revolucionaria, con base organizativa, con un programa estratégico y tácticas que hagan viable la concreción de la revolución.
 
Y esta tarea, la deben llevar adelante quienes se sientan capaces.
 
La lucha será dura, pero el triunfo definitivo será de los pueblos.
 
Ellos tendrán la fuerza material circunstancialmente superior a la nuestra; pero nosotros contamos con la extraordinaria fuerza moral que nos da la convicción en la justicia de la causa que abrazamos y la razón histórica que nos asiste.

El Peronismo, consecuente con su tradición y con su lucha, como Movimiento Nacional, Popular y Revolucionario, rinde su homenaje emocionado al idealista, al revolucionario, al Comandante Ernesto "Che" Guevara, guerrillero argentino muerto en acción empuñando las armas en pos del triunfo de las revoluciones nacionales en Latinoamérica.
Juan Domingo Perón

 
 
 


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