A muchos puertorriqueños y puertorriqueñas -particularmente a los que nacieron después de haberse constituido el Estado Libre Asociado en el 1952- se nos escapa en el recuerdo que hace cincuenta y siete años, el 30 de octubre del 1950, numerosos combatientes nacionalistas decidieron lanzarse a la lucha armada insurreccional con el propósito de libertar a Puerto Rico y frustrar los planes imperialistas de imponernos el nuevo modelo colonial que resulto ser el Estado Libre Asociado, vigente todavía. El pueblo de Jayuya en la cordillera y la capital en el Viejo San Juan constituyeron los focos revolucionarios más candentes, aunque hubo otros como Arecibo, Utuado, Naranjito, Peñuelas y Mayagüez.
En Jayuya, un grupo de nacionalistas, encabezados por Carlos Irizarry, Blanca Canales y Elio Torresola, atacaron e incendiaron el cuartel de la Policía. En ese operativo hubo dos muertos, incluyendo a Irizarry. En Jayuya se declaró la Republica de Puerto Rico y se izo la enseña nacional, prohibida para la época.
Jayuya se vio asediada por tierra y por el aire, bombardeada por la fuerza aérea de la Guardia Nacional. El día antes de los bombardeos el Presidente de Estados Unidos había manifestado que los sucesos de Jayuya era un asunto interno de los puertorriqueños.
El alzamiento tocó también los portones de La Fortaleza, residencia oficial del entonces gobernador, Luis Muñoz Marín, donde cinco nacionalistas murieron durante el ataque.
Además de los muertos y heridos, los sucesos provocaron el arresto y encarcelamiento de más de mil personas.
La Revolución del 50 no obtuvo su objetivo principal: derrocar el gobierno colonial y constituir la República de Puerto Rico. No obstante, la Insurrección de Jayuya reafirmó nuestra voluntad de lucha ante el mundo, denunció el carácter colonial de la Ley 600 que incluía el establecimiento del ELA y paradójicamente, le dio poder de regateo a Muñoz y su grupo para sentarse en la mesa de negociaciones con Washington en una posición de mayor fortaleza para reclamar algunas concesiones autonómicas para los puertorriqueños.