Aurora...me gusto el escrito que pusiste..yo, estudie teologia a sabiendas de que la mujer dentro d ela iglesia donde mi abuela me crio la participacion de la mujer es muy limitada creo que eso me empujo a estudiar teologia, aspirando a reformar un poco  entre mas teologas y tu servidora...y recordaba una parte d emi vida y como rechazo la leche ahora de adulta..sabes????Si no fuera por el hambre de mis dos hermanos tal vez fuera más aficionada a la leche. Creo que no me gusta porque mi cerebro, como un ropero que guarda las memorias, la asocia con la imagen de una niña flaca y tosienta, escondida bajo la mesa, tomando apurada un vaso de sustancia blanca, esperando que sus hermanos no se den cuenta. Ellos no debían pedir lo que no había. ¿Para qué hacer sufrir a mamá? Ya había hecho bastante con conseguir un vaso de leche para su unica hija más propensa a la tuberculosis. Allí, bajo la mesa, tomando leche en complicidad con mi madre, teniendo cuidado de limpiarme los bigotes blancos después del último sorbo, me veo yo cuando veo en los supermercados las cajas, botellas o bolsas de leche.

No debería ser así. De hecho yo mamé más allá del tiempo necesario. Mi resentimiento no es contra la leche materna, sino contra aquella que no alcanza para todos. Me gusta la leche maternal natural, que fluye por el cuerpo y por la gracia de Dios. Leche no adulterada porque es de mujer. Leche que no solo contiene constituyentes químicos y minerales como el 0.7 o 1.5 gramos de proteínas, más los glúcidos, lípidos, grasas, sodio, calcio y potasio; sino que en su composición participan constituyentes espirituales como el calor de otro cuerpo cercano y amoroso, que sostiene el cuerpo pequeño con confianza y seguridad mientras mama.

Estabamos precisamente ayer en el chat platicando con Cielo que desde hace pocos años se habla de la feminización de la pobreza. . Ella me comentaba con datos que tomo d einternet que en la primera Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Social de Copenhague, de marzo de 1995 se reconoció, con datos dramáticos, que la pobreza tiene cara de mujer. Las estadísticas son alarmantes. De acuerdo a los estudios manejados en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la mujer en Beijing y me mando por e-mail lo siguiente: 

• De los 1,300 millones de pobres en el mundo, el 70% son mujeres. Crece la pobreza entre las mujeres pobres del área rural. Las mujeres indígenas son las más pobres entre las pobres. 
• De cada 100 analfabetos 66 son mujeres, en África y Asia llegan a 70. 
• De los 23 millones de refugiados en el mundo, el 80% son mujeres. 
• De la fuerza laboral existente en el mundo se estimó en 1990 que menos del 32% lo conformaban las mujeres, y en los puestos subvaluados y mal pagados.

Como entonces nosotras mujeres concientes de ello podemos apreciar las palabras de jermias  escritos dentro de el canon biblico.... y de las cuales me recorde yo cuando principio con este mensaje a proposito de mi niñez de carencias..."Alegraos con Jerusalén...para que maméis, y os saciéis de los pechos de sus consolaciones, para que bebáis y os deleitéis de sus ubres abundantes".

Ojala que todas las mujeres del mundo podamos mamar y saciarnos y poner un alto a la pobreza que nos limita a ejercer realmente nuestro ejercicio como creadoras y constructoras de este universo tal patriarcal....un beso de talita.