Pide asilo en EEUU popular animador y humorista cubano
WILFREDO CANCIO ISLA
El Nuevo Herald
El humorista y presentador Carlos Otero, considerado el más popular animador de la televisión cubana, solicitó ayer asilo político a las autoridades estadounidenses y viajará a Miami con su familia en los próximos días.
''Me siento muy feliz, porque en mi familia llevábamos mucho tiempo preparando y anhelando esta salida'', declaró anoche Otero en conversación telefónica desde Nueva York. ``No quiero pedir más permisos a nadie para expresarme, moverme por el mundo o hacer lo que quiera hacer''.
Otero, de 49 años, cruzó el mediodía del lunes la frontera estadounidense por Buffalo, estado de Nueva York, acompañado por su esposa Maylen Laura Alvarez y los dos hijos del matrimonio, Alejandro, de 10 años, y Julio César, de 8. Luego de un rápido procesamiento por las autoridades de Inmigración, el grupo fue liberado alrededor de las 7 p.m.
Otero y su familia viajaron el pasado sábado a Canadá para supuestamente coordinar los preparativos del espectáculo de fin de año que el artista planificaba realizar en Toronto por segundo año consecutivo.
''En verdad fue una reunión preparada para facilitar mi deserción'', confesó. ``Estuve dos meses esperando y exigiendo que se me diera permiso para viajar con mis dos hijos menores hasta que lo logramos''.
En Cuba quedó Carlos Manuel, de 19 años, un hijo de su primer matrimonio.
Avalado por una exitosa carrera de 28 años, el animador conducía actualmente uno de los programas de mayor audiencia en la TV cubana: Con Carlos y punto, una revista dominical que transmite en horario estelar el canal Cubavisión.
Es reconocido como uno de los más versátiles animadores en la historia de la televisión cubana, junto a Germán Pinelli, José Antonio Cepero Brito y Consuelito Vidal.
Anoche el programa humorístico Jura decir la verdad, donde participaba Otero, fue interrumpido por Cubavisión tras difundirse versiones de su deserción.
''Me imagino que también cortarán el programa que dejé grabado para despedir el año'', apuntó el humorista.
Otero agregó que para un comunicador de televisión en Cuba se hace cada vez más difícil trabajar como resultado de la censura y la vigilancia institucional.
''Espero poder ganarme un plato de comida con mi trabajo en el exilio y ver a mis hijos crecer con la oportunidad de estudiar lo que quieran, sin tener que estar de acuerdo o no con el sistema donde viven'', manifestó el artista. ``Espero trabajar en lo que me gusta, pero si no fuera así, espero envejecer sin tener que dispararme la Mesa Redonda [programa de información oficial] todos los días''.
En relación con el panorama cubano tras el anuncio de la enfermedad del gobernante Fidel Castro, dijo que ``Cuba está detenida en el tiempo y la gente está a la expectativa de lo que pueda suceder, con mucha incertidumbre sobre el futuro''.
''Pero lo que sí ha sucedido es que nadie habla, a nadie le importa ya Fidel Castro'', relató. ``Y la gente ha comenzado a decir horrores del sistema, en plena calle, con nombres y apellidos''.
Otero indicó que los estudios del Instituto Cubano de Radio y TV (ICRT) son ``una ruina''.
''Hacer un programa allí es un acto heroico'', contó. ``Los estudios se caen a pedazos, la técnica no existe, los artistas hacemos lo indecible para lograr que los programas sean al menos decorosos''.
Graduado de Actuación en la Escuela Nacional de Arte (ENA) en 1979, Otero ganó inicialmente popularidad como presentador del programa juvenil Para bailar. Desde 1993 fue el artífice de Sabadazo, un exitoso espacio de humor y música de los sábados, y posteriormente de Justo al medio y La hora de Carlos, un espectáculo semanal con música, entrevistas y reflexiones que mantuvo hasta mediados de este año con los máximos índices de audiencia nacional.
Otero informó que llegará en los próximos días a Miami, en viaje por carretera desde Nueva York.
''En Miami tengo muchos amigos y ojalá se me diera la oportunidad de hacer televisión en un canal hispano'', expresó.