Carlos Saladrigas es un hombre de negocios cubano-americano que copreside el Cuba Study Group, una organización nacida que aspira a cambiar las formas y los métodos con que el colectivo de exiiados de Miami se ha enfrentado hasta ahora a las cuestiones relacionadas con la isla. Las posturas moderadas de Saladrigas y su organización han cautivado al colectivo cubanoamericano residente en EEUU porque las nuevas generaciones creen más en el diálogo que en el enfrentamiento y en buscar vías de colaboración con la población civil de la isla, para llegar a una negociación política que pudiera abrir la puerta a la transición hacia la democracia. De hecho, según nuestro entrevistado, aunque todavía la voz que más se oye en los medios de comunicación es la del anticastrismo radical, la mayoría de los cubanos en el exilio consideran que el embargo es una política fallida.

- ¿Cuándo y cómo se puso en marcha el Cuba Study Group?

- El grupo se formó a raíz del caso del niño balsero Elián González. En ese momento, muchos en Miami nos dimos cuenta del grado de polarización al que había llegado el exilio cubano respecto a Cuba y a la opinión pública mundial. También nos dimos cuenta de cómo se dejaba este exilio ser manipulado por intereses extremistas de ambos lados del Estrecho, y de lo poco que importaba para algunos la efectividad de nuestra gestión opositora. De hecho la imagen frecuentemente proyectada de un exilio irracional, radical e intransigente, solo servia para reforzar el continuismo del régimen por aquellos que allá, y acá, así lo persiguen. Fue asombroso comprender como se parecen en su intransigencia, retórica y tácticas aquellos elementos continuistas en ambos lados de la disputa nacional de Cuba. En resumen, este episodio resultó ser muy bueno para los Republicanos, pero muy negativo para Cuba y su futuro.

- Su posición es muy distinta a la que tradicionalmente han sostenido los sectores cubanoamericanos mas presentes en los medios de comunicación. ¿Se consideran una nueva alternativa para esta comunidad?

- Aunque nuestras posturas son distintas de los sectores mas presentes en los medios de comunicación locales de Miami, nuestras posturas reflejan el sentir de una creciente mayoría del exilio cubano. Desde la formación del grupo, hemos conducido múltiples encuestas que han demostrado que el exilio cubano esta cambiando a pasos agigantados hacia posturas mas conciliatorias y productivas para un futuro diferente en Cuba. El exilio, de hecho, ya ha empezado su propio proceso de transición. Muchas organizaciones, como la tradicional Fundación Nacional Cubanoamericana, han demostrado la capacidad de cambio del exilio cubano y la disposición del mismo de dar pasos positivos y constructivos para procurar una Cuba nueva, generosa e incluyente, donde se vislumbre un futuro distinto y prometedor para todos los cubanos. Desafortunadamente, cuando mas se progresaba en la búsqueda de soluciones y posturas diferentes, los grandes inmovilistas en Cuba lanzaron la abusiva ola represiva donde se arrestaron injustamente a mas de 75 opositores, muchos de los cuales aún se encuentran en prisión. Es importante recalcar, que no basta con que se modere o cambie el exilio cubano, sino que es Cuba la que también tiene que dar pasos decisivos hacia el cambio y la reconciliación, o seguirá deslizándose de forma inexorable hacia el abismo del tercer mundo.

- El partido Demócrata parece buscar ahora candidatos capaces de derrotar a los hermanos Díaz Balart y a Ros Lehtinen en sus feudos tradicionales y de dice que Joe García quiere convencer a Raúl Martínez, el ex alcalde de Hialeah, para que sea uno de ellos. ¿Apoyarían ustedes esa opción?

- El Cuba Study Group es un grupo no partidista, y por lo tanto no tomamos posiciones ni ofrecemos endoso respecto a ningún candidato. Naturalmente, que como individuos si tenemos vida política, pero eso es a nivel personal. No obstante, aquellos políticos, de cualquier partido, que no se percaten de los cambios que están ocurriendo en Miami, perderán relevancia con el tiempo.

- La defensa de unas relaciones menos tensas entre EEUU y Cuba parece estar bastante alejada de las intenciones actuales de Washington, expresadas recientemente por el propio presidente Bush. ¿Cree que estas posiciones podrían cambiar tras las próximas elecciones presidenciales?

- Sea el próximo presidente Republicano o Demócrata, yo creo que se verá en la necesidad de efectuar cambios significativos en las políticas norteamericanas hacia Cuba. Hay un fuerte consenso emergente que considera que aislar a Cuba, como aislar a cualquier otro país totalitario, es una estrategia contraproducente. Además, si Cuba efectuara cambios importantes, como creo que tienen que hacer, y que van a hacer, esto presionaría de forma significativa a una futura administración a dar pasos que correspondan a los cambios en Cuba, aunque estos sean de forma calibrada. No obstante, Cuba tiene que crecer y madurar como nación, y dejar a un lado su obsesión con los EEUU. Al fin del día, Cuba tiene que dar los pasos necesarios para cambiar de rumbo, establecer una economía productiva, y crear un futuro distinto. Lo que hagan, o dejen de hacer los EEUU deberá ser una consideración secundaria.

- Su innovadora propuesta de microcréditos para los pequeños emprendedores cubanos parece estar en línea con los deseos expresados últimamente por una buena parte de la población de la isla. ¿Cree que tanto La Habana como Washington llegarían a darles facilidades para llevar a cabo su plan?

- Estamos convencidos de que Cuba debe comenzar a reformar su economía a través de la microeconomía. Solo así se podrán efectuar los cambios necesarios sin crear grandes desarticulaciones en los sectores mas vulnerables de la sociedad cubana. Cuba es un país totalmente descapitalizado, y no se podrá depender solamente de la inversión extranjera para capitalizarlo. Consideramos que es imprescindible que se cree una base de capital criollo, que utilice la gran riqueza humana que hay en Cuba. Es por esto que lanzamos nuestro proyecto de microcréditos, para facilitar el acceso al capital inicial que permitirá a los cubanos a convertirse en empresarios creadores de actividad productiva. Ojalá, que La Habana permita el desarrollo de este proyecto. Estamos convencidos que grandes sectores de la élite gubernamental saben que éste es un proyecto necesario, serio, e importante.

- ¿Apoyarían ustedes un levantamiento total del embargo, incluso si Raúl Castro sucediera en el poder a su hermano Fidel?

- Nuestras encuestas han demostrado que la mayoría del exilio cubano considera el embargo como una política fallida. En cierto sentido el embargo es tan anacronístico como la misma Revolución. Ambas son políticas del pasado que poco tienen que ver con el futuro de Cuba. El embargo ha sido, y ha servido, por muchos años como el gran chivo expiatorio de las políticas fallidas de la revolución cubana. Así como el drogadicto tiene que empezar el arduo camino de su recuperación reconociendo su verdadero problema, así Cuba tiene que dejar de echarle la culpa al embargo por sus propios fracasos. Cuba es pobre por diseño, no por destino. Las soluciones a los problemas de Cuba no radican en Washington, sino en La Habana.

- ¿Cuál es la opción que maneja su grupo para asuntos como la compensación de las expropiaciones llevadas a cabo en la isla tras el triunfo de la Revolución?

- Naturalmente, este es un tema muy delicado y complejo que aborda la economía, la justicia, la equidad, y la ética. Respecto a las propiedades residenciales y las pequeñas fincas agrícolas, tanto el Cuba Study Group como Consenso Cubano (una agrupación de organizaciones opositoras a la cual el Cuba Study Group pertenece) se han pronunciado a favor de proponer que estas propiedades han de pertenecer sin ningún tipo de limitación o gravamen a sus moradores, con el fin de disipar uno de los grandes temores al cambio, a la vez, que se libere el enorme valor de estas propiedades como activos financieros que puedan contribuir a la recapitalización de Cuba y a la creación de nuevas empresas. Aunque parezca extraño, sobre este tema de las propiedades residenciales hay un gran consenso dentro del exilio, aún de las organizaciones mas recalcitrantes e intransigentes del exilio histórico. Sin embargo, nosotros no hemos tomado ninguna posición respecto a las propiedades comerciales. Sobre esto, hay muchos y variados precedentes de todas las transiciones que ya han ocurrido, tanto en Europa como en Asia. De esta experiencia colectiva, hay numerosas lecciones de lo que ha sido exitoso y de los fallos y fracasos. Al fin de cuentas, para nosotros es mas importante enfocarnos en las etapas de comienzo de la necesaria transición que de preocuparnos prematuramente por los temas que serán relevantes en sus etapas de conclusión. Nosotros en el exilio debemos estar muy conciente, de que podemos proponer ideas y soluciones, pero que serán los cubanos de la isla los que finalmente disponen. Anhelamos que la toma de estas decisiones importantes sea un proceso incluyente donde se le de la voz que le pertenece al pueblo cubano.

- Algunos medios de comunicación españoles han asegurado en estos días que su grupo considera adecuada la actual estrategia de la democracia española con respecto a Cuba. ¿Está de acuerdo con ese análisis?

- Hemos sido absolutamente consistente sobre este tema desde el gobierno del presidente Aznar hasta el día de hoy. No se le puede cerrar la puerta al diálogo y a la participación, y muy especialmente en esta coyuntura, que pensamos es tan crítica, importante y delicada. No obstante que se deba fomentar el diálogo, la cooperación y la participación, estos tienen que estar basados en principios y valores fundamentales de la democracia española. Cuba no puede dictar lo que le incumbe y pertenece a España para decidir o hacer. Aunque las relaciones bilaterales han de estar basadas en el respeto mutuo y en la soberanía nacional de ambas naciones, es absurdo e inaceptable que España se deje intimidar por el régimen cubano. Las relaciones bilaterales no se limitan a los gobiernos, sino que son incluyentes de la sociedad civil y de la diversidad política del país. España no puede, ni debe, darle la espalda a la oposición pacífica de Cuba. Creo que hay un gran ejemplo de lo que es una política funcional y efectiva hacia Cuba, y es la Canadiense. Canadá ha mantenido una política de estado hacia Cuba firme y respetuosa, pero crítica, cuando ha de serlo, a través de los años, y nunca se ha dejado manipular ni por el régimen cubano, ni por Washington. España tiene las razones históricas y afectivas para desempeñar un papel importante y constructivo en el futuro de Cuba; y tiene la oportunidad. No creo que pueda haber otro país mas importante para Cuba, sin descartar, por supuesto, la importancia de los EEUU. Para esto hace falta una política de estado, ajena a las guerrillas partidarias que hoy desafortunadamente la afligen, y solidaria con Cuba y los cubanos, no sólo con su gobierno.