Renacer, la fábrica autogestionada más antigua de Argentina, se halla en Ushuaia, la urbe más austral del planeta. Tras años de luchas, un juez reconoce la propiedad a los obreros, en una medida sin precedentes.
100% autogestión obrera
Renacer, que se ha transformado en una empresa rentable, produce en la actualidad componentes electrónicos además de sus clásicas lavadoras / Renace La cooperativa de trabajo Renacer de Ushuaia, Tierra del Fuego, es la primera empresa argentina gestionada por sus propios trabajadores. El origen de la lucha de estos obreros por recuperar su fuente de trabajo se remonta al año 1996, cuando Electrodomésticos Aurora S.A., quizá la más grande empresa de electrodomésticos de Argentina de esa década, que abastecía más del 40% del mercado de lavadoras, televisores y aparatos de audio y vídeo en general, azotada por la crisis y por el desgobierno financiero, quebró y dejó en la calle a más de mil trabajadores.
Ante el temor de un estallido social, el Gobierno de la Provincia de Tierra del Fuego, el sindicato metalúrgico (Unión Obrera Metalúrgica, UOM) y los que habían sido dueños de la empresa acordaron formalizar un proyecto autogestionado de los trabajadores. Con fondos y materiales otorgados por la Provincia y los antiguos propietarios, la dirección de la fábrica quedó en manos de la UOM, representada por su secretario Marcelo Sosa. Este señor terminó comprometiéndose con intereses de los monopolios privados, se acostumbró al manejo discrecional de la empresa y, con la complicidad de sus colaboradores inmediatos, vació la fábrica, provocando un endeudamiento de la empresa de 20 millones de dólares.
Los obreros se reorganizaron y bajo la dirección de la Comisión de Lucha, liderada por la dirigente obrera Mónica Acosta, recuperaron la fábrica, gracias a su esfuerzo pero también a la inmediata solidaridad de muchos sectores populares, especialmente de la Corriente Clasista y Combativa y del Movimiento de Fábricas Recuperadas. Después de mantener durante tres años una ya legendaria carpa frente a la fábrica, soportando los rigores del largo invierno subantártico, su lucha se vio coronada por el éxito. Los obreros, al final, constituyeron la cooperativa el 25 de mayo de 2003 y lograron en septiembre de ese año la sanción de una ley que dispuso la expropiación de la fábrica y su entrega en donación a los trabajadores. Con el auxilio técnico de la Facultad de Ingeniería de Buenos Aires pusieron la fábrica nuevamente en marcha y recomenzaron la fabricación de lavadoras, y a ello le han agregado en la actualidad la creación de componentes electrónicos para distintas fábricas, especialmente para Newsan, empresa de origen japonés, fabricante de los productos Sanyo, Noblex y otros.
Fallo judicial histórico