"La creencia de que un ataque podría ser inminente, sería una circunstancia que uno definitivamente querría considerar" para aplicar tormentos, según dijo Tony Fratto, portavoz de Bush, en la primera quincena de febrero, aunque no exista ninguna circunstancia atenuante para someter a un ser humano a torturas que afrentan a la humanidad.
Su discurso fue pensado para justificar este crimen de lesa humanidad aludiendo a las "necesidades" de la supuesta lucha contra el terrorismo. Esta fue la tesis de la ultraderecha israelí para convencer al pueblo de Israel que aceptara la tortura y así supuestamente evitar actos de terrorismo. Y fue también la tesis nazi aplicada para el holocausto.
El portavoz de la Casa Blanca habló después de que el director de la CIA, Michael Hayden admitiera por primera vez que sus agentes utilizaron el simulacro de ahogamiento en los interrogatorios de tres detenidos de Al-Qaida. Y se refirió a esta técnica brutal de interrogatorio, con la misma frialdad conque un alto oficial de marines en Estados Unidos, admitió, hace un tiempo en una entrevista televisada, que gracias a los nuevos esquemas de entrenamiento en su país ahora los soldados no tienen dudas ni vacilaciones porque las nuevas técnicas han logrado que "el reflejo condicionado" de sus hombres sea "matar".
Y eso es lo que está sucediendo en Guantánamo, la base militar que Washington mantiene en un territorio ocupado ilegalmente en la isla de Cuba. El reflejo condicionado de soldados, siquiatras, médicos y enfermeros que los secundan es la tortura cotidiana que aplican a presuntos sospechosos, algunos de ellos vendidos por cuatro o cinco mil dólares al ejército invasor de Estados Unidos en Afganistán, como se ha comprobado. Esto les permite exhibir esos prisioneros como " terroristas" y justificar así su guerra ilegal. Es la lógica de un imperio brutal.
Por eso no es casual esta decisión de Bush y su equipo de poner en blanco el uso de la tortura, precisamente después que el pasado 11 de febrero, el Pentágono como parte acusadora, aunque sin ninguna validez legal, solicitó la pena de muerte para siete detenidos en la base de Guantánamo.
¿Cómo saber que eran de AL Qaida?. Imaginemos, esos hombres aislados, encadenados, con los ojos cubiertos, golpeados, lacerados. Imaginemos las cabezas hundida una y otra vez hasta la asfixia. ¿Pueden creer los militares de Estados Unidos, verdugos de esos prisioneros, que lo que ellos confiesen en esa circunstancia puede ser aceptado por la justicia de algún país?.
De hecho ser detenido- desaparecido como lo son los prisioneros de Guantánamo, es una tortura infinita: sin tiempo, sin vida, sin ojos, sin voz, sin manos, sin abogados, sin observadores. Sólo ellos y sus verdugos. Los condenados por el tribunal militar de Estados Unidos en Guantánamo, son Khalid Sheikh Mohammed, al que adjudican ser "el cerebro" de los atentados del 11 de septiembre de 2001, de lo que no existen pruebas sino sólo una confesión bajo torturas. Con el agravante de que nadie sabe aún quienes fueron los autores de ese atentado. También están en la antesala de la muerte y ya muertos por su estado físico y mental: Abu Zubaydah, supuesto miembro "influyente" de Al Qaida; Abd Al-Rahim al-Nashiri; Mohamed Al Qahtani. En este caso se lo acusa supuestamente como el "secuestrador número 20" de un avión al que nunca subió. Y la lista sigue: Ali Abd Al Asiz, sobrino de Mohamed, Mustafá Ahmed Al Hawsaki y Walin Bin Attash. Todos ellos "confesaron" en Guantánamo.
¿Por qué es tan importante para Bush justificar "el submarino", una forma atroz de tortura en estos momentos?. Es que sobre Mohamed ("el cerebro" )el mismo Departamento de Defensa reconoció que se confesó culpable después de los interrogatorios(de todo tipo) y especialmente el famoso submarino. ¿Cuantas veces los verdugos habrán hundido la cabeza de Mohamed en aguas inmundas hasta la asfixia para que se confesara culpable como necesitaba Washington?.
La propia justicia de Estados Unidos o cualquier tribunal del mundo no puede aceptar condenas donde las pruebas son confesiones logradas mediante torturas, además de su trágica condición de detenidos-desaparecidos. Bush entonces recurre a la legalización de la tortura para intentar forzar a la justicia.
Por supuesto que Fratto se negó a calificar como tortura alas duras técnicas de interrogatorio de la CIA. "La tortura es ilegal. Cada técnica avanzada utilizada por la CIA en este programa fue sometida al departamento de Justicia y ellos estimaron que, en circunstancias particulares, y con garantías, era legal". La tortura es ilegal dice Fratto y con la misma frialdad menciona que se hace legal cuando ellos la "necesitan".
"El programa (de interrogatorios) y las técnicas utilizadas ya fueron juzgadas legales", dijo. Ahora es imposible ignorar que esas confesiones fueron obtenidas mediante tormentos y con prisioneros que fueron secuestrados ilegalmente y de la misma manera trasladados desde sus países de orígenes al otro extremo del mundo, en una gigantesca operación en el esquema de la Guerra infinita y preventiva. Y esto también demuestra que Estados Unidos considera al entero como su "frontera de seguridad". Otro concepto básico del nazismo.
Si esto se acepta será fácil para Estados Unidos y sus aliados cercanos, armar los atentados que necesite-como lo ha hecho a lo largo de la historia- para aterrorizar a las sociedades en distintos países, como lo hicieron con sus propias poblaciones. Y como también se hizo en la Alemania nazi.
Es el terror impuesto por la propaganda y los medios masivos de comunicación, lo que paralizó al pueblo estadunidense, y lo convirtió en cómplice directo de los crímenes de lesa humanidad que cometen sus gobernantes.
De esta manera el mundo entero podrá ser una "zona liberada" para cazar presuntos sospechosos y someterlos a tormentos inenarrables y obtener confesiones de crímenes que no cometieron.
Sin duda a Estados Unidos, Israel o gran Bretaña, esto les sirve, por si necesitan "encarrilar" a los países más evasivos y obligarlos a acompañarlos en sus guerras preventivas y supuestamente antiterroristas. Esto es terrorismo de Estado a nivel mundial, contrainsurgencia global y coloca al mundo entero en situación de extremo peligro y vulnerabilidad.
Pero hay más. Según el vocero presidencial "el presidente escuchará el juicio considerado de los profesionales de la comunidad de inteligencia y el juicio del fiscal general en términos de las consecuencias legales de emplear una técnica en particular". Lo que no dijo es que la comunidad de inteligencia de Estados Unidos no es creíble para nadie. No sólo ha mentido una y otra vez , sino que en este momento es señalada como responsable del casi un millón de muertos en Irak, país invadido bajo argumentos declaradamente falsos.
Esa misma "comunidad de inteligencia" de Estados Unidos es responsable del genocidio cometido por las dictaduras militares que impuso y sostuvo Estados Unidos en toda América Latina en el siglo pasado, para citar sólo una región del mundo. Y de aplicar el terrorismo en forma constante contra Cuba, desde hace casi medio siglo. ¿Y cómo no recordar lo que hizo esa comunidad de inteligencia en Indonesia, donde acaba de morir Suharto responsable de un millón de asesinados en su país, después de ser llevado al poder por Estados Unidos en 1965. Fue la Cia y otros miembros de "la comunidad de inteligencia" los que también apoyaron a ese gobierno criminal -como a tantos otros-durante 30 años, en los que siguió asesinando.
¿Quien puede creer hoy en la CIA o los servicios de inteligencia estadunidenses y de sus aliados íntimos?. La decisión de considerar el uso de la tortura, como el submarino, o los perros, o los tomentos aplicados en las cárceles secretas de Irak, de las cuáles Abu Ghraib es la más conocida, se produce justamente cuando jueces militares sin facultad alguna de ejercer justicia en Estados Unidos acaban de condenar a detenidos.
Sucede cuando Parlamentarios en países de Europa investigan el uso indebido de los aeropuertos para este tráfico de presuntos sospechosos, que como se demostró en varios casos, no tenían nada que ver con las acusaciones planteadas y plantadas. Y aún cuando fueran responsables de actos criminales deben ser tratados como marcan las layes internacionales.
Infinitamente solos en un lugar que desconocen, sin saber en qué parte del mundo están, perdiendo todo lazo con sus familias, que tampoco saben donde ellos están y sometidos a un cautiverio feroz los presos de Guantánamo son el símbolo del terror imperial.
Fratto reconoció también que Bush puede decidir o rechazar una nueva autorización del uso del submarino u "otras técnicas avanzadas", después que el director de la CIA se dirija al ministro de Justicia para discutir "las circunstancias en función de las cuales una técnica particular(de tortura) sería utilizada, y cuáles son las garantías". Y con esto está todo dicho.
Algo que recordar
Distintos organismos humanitarios y la misma ONU han luchado largo tiempo para que Estados Unidos dejara entrar a observadores y abogados a Guantánamo. El 19 de mayo de 2006 un comité de la Organización de Naciones Unidas (ONU) divulgó un informe denunciando el maltrato y las detenciones indefinidas de presuntos terroristas en ese lugar y solicitó al gobierno de George W.Bush el cierre de esas instalaciones militares.
El 22 de mayo de 2006 , la secretaria de Estado Condoleezza Rice criticó duramente el informe y sostuvo:"No queremos ser el carcelero del mundo. Nos encantaría poder cerrar Guantánamo, porque eso quiere todo el mundo(...)Pero yo preguntaría, si cerramos Guantánamo, ¿qué pasaría con los centenares de personas peligrosas que fueron arrestadas en los campos de batalla de Afganistán, por sus vínculos con Al-Qaeda?" .
Mentía abiertamente porque, por una parte en ese momento había 500 detenidos en la base militar de Guantánamo, todos llevados ilegalmente para facilitar la aplicación de las técnicas brutales de interrogatorios. Rice no mencionó el objetivo básico del experimento de Guantánamo donde convirtieron a los prisioneros en detenidos-desaparecidos, al clasificarlos como "combatientes enemigos", a pesar de que la mayoría de ellos ni siquiera había combatido en nada. Pero bajo este calificativo quedaban impedidos de todo tipo de asistencia legal.
La noche y la niebla del nazismo fue impuesta en Guantánamo por Estados Unidos desde 2001, sin que se hayan tomado medidas internacionales contra esa situación. Rice no tuvo empacho en mentir en TV, cuando dijo que hubiera sido "útil" que los que prepararon el informe de la ONU hubieran ido a Guantánamo, a sabiendas que no hay posibilidad alguna para observadores ni para abogados de estar con los prisioneros.
También sostuvo falsamente que había habido progresos con la liberación de "centenares" de detenidos y que su país seguía intentado "repatriar" a otros. En realidad, de 195 detenidos liberados, después de pasar por los tormentos y la prisión ilegal, ninguno de ellos tenía la mínima peligrosidad, como habían sostenido las autoridades estadounidenses. Otros supuestamente liberados fueron llevados de Guantánamo como detenidos desaparecidos a cárceles secretas de por lo menos 16 países.
La Comisión de la ONU contra la tortura en esos días demandó al gobierno de Bush eliminar cualquier forma de maltrato a los detenidos y clausurar definitivamnente las cárceles secretas. Las conclusiones de los expertos fueron demoledoras estableciendo que los detenidos no tienen ninguna salvaguarda legal, no existe justicia alguna que evalúe si deben o no estar detenidos y que las cárceles secretas violentan todas las normas y ni siquiera la Cruz Roja Internacional tiene acceso.
La mayoría de los prisioneros fueron apresados tras las invasiones estadounidenses de Afganistán e Iraq, entre 2001 y 2003, luego de los atentados del 11 de septiembre contra Estados Unidos.
Ante la presión internacional el 17 de mayo de 2006 se conoció que los detenidos procedían de 40 países y en esos momentos Washington dio los nombres de 759 presos en Guantánamo, cuyas edades oscilaban entre los 14 hasta los 70 años. 220 eran de Afganistán, 134 de Arabia Saudita, 94 de Yemen y 57 de PaKistán. Además había 20 argelinos, 17 chinos, siete rusos y estuvieron detenidos ocho británicos y también ciudadanos franceses, australianos y otros.
En diciembre de 2004 se conocían ya testimonios sobrecogedores, como las revelaciones del australiano David Hicks sobre las torturas que sufrió en Gantánamo. En esos testimonios Hicks se refirió al uso de "inyecciones" sospechosas. (reporte del periodista Jean Guy Allard , 27-12-2004)
Pero no fue el único, como también indica ese reporte. También el abogado de Nizar Sassi y Mourad Benchellali, dos de los detenidos de nacionalidad francesa que habían sido liberados en julio de 2004 denunció que sus clientes podían haber sido víctimas de "experimentos" en unos de los siniestros centros de interrogatorios de Guantánamo.
Por esos días el abogado Jacques Debray, dijo en la revista francesa Le Nouvel Observateur, que Sassi y Benchellali, fueron forzados a recibir medicamentos sospechosos, y se preguntaban si no habían sido víctimas de "experimentos" por parte de sus verdugos. Ambos optaron por contar sólo algunos episodios sobre su detención, debido a que los servicios de inteligencia francesa, les aconsejaron hablar moderadamente "mientras otros franceses siguieran detenidos allí". El abogado confirmó que los prisioneros habían descripto "escenas similares a lo que se había visto en Abu Ghraib".Detenidos en Paquistán y entregados a Estados Unidos después de la invasión de Afganistán, ni siquiera se habían enterado de la guerra en Iraq antes de su liberación.
"En Guantánamo, fueron acogidos por militares norteamericanos, que les orinaron encima al bajar del avión. En ningún momento supieron por qué estaban allí(...)Fueron interrogados un centenar de veces y, otras, antes del interrogatorio, pasaban ante unas salas de donde provenían alaridos.(...)Nizar también me contó que fueron encerrados en un local equipado con espejos sin azogue donde hacía un frío extremo. También contaron que existían cámaras donde se escuchaba una música extremadamente violenta".
"Una vez, después de recibir uno de esos medicamentos(sospechosos) Nizar se desmayó y ha tenido la impresión de haberse quedado sin conocimiento durante uno o dos días. También recibieron inyecciones. No sabían de qué medicamento se trataba pero los dos afirman que uno de los otros detenidos se cubrió de granos después de haber tomado esos productos(...) Los frasquitos que contenían los medicamentos llevaban números y un médico les visitaba para preguntarles qué efectos sentían".
Otro testimonio fue sobre la presencia de " un número impresionante de psiquiatras" y sobre la existencia de unidades reservadas "a los que se vuelven locos", aunque las experimentaciones médicas sobre los detenidos son terminantemente prohibidas por la "Convención contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes" de las Naciones Unidas.
Por su parte, David Hicks, uno de los muy pocos detenidos que fue acusado formalmente y tuvo acceso a abogados por ser australiano, en su declaración jurídica en su país, ratificó que fue forzosamente inyectado con drogas. Hicks detalló las torturas sufridas de mano de sus interrogadores norteamericanos, su cabeza golpeada constantemente contra el asfalto, con los ojos vendados durante los interrogatorios que duraban horas. "Lo privaban de alimentos o lo obligaban a correr con las piernas amarradas con esposas que le rasgaban la piel de los tobillos", dice el reporte de Guy Allard.
Capturado en Afganistán cuando tenía 29 años de edad, fue trasladado a Guantánamo en enero del 2002."He sido golpeado con las manos, los puños y culatas de fusil", cuenta en el documento que publicó la prensa de Australia.
"He sido golpeado bajo la influencia de sedativos que me fueron administrados forzosamente con inyecciones" sostuvo y denunció que las incursiones de los miembros del llamado Internal Reaction Force (IRF) —un escuadrón militar usado para aterrorizar con sus perros a los detenidos rebeldes— eran tan comunes que se decía de los detenidos agredidos habían sido "IRFados".
Por ese mismo tiempo la Cruz Roja Internacional denunció a los médicos que asesoran a torturadores en la base de Guantánamo. El sistema creado por el Pentágono y la CIA en Guantánamo "no puede ser considerado otra cosa que un sistema intencional de cruel, inusual y degradante tratamiento y una forma de tortura", expresó la Cruz Roja en el expediente dirigido a Washington, según publicó The New York Times.
La Cruz Roja afirmó que médicos y enfermeros asesoran a los interrogadores sobre las vulnerabilidades psicológicas de los presos, describiendo esto como "una violación flagrante de la ética médica".
Según The New York Times los expertos en tortura de Guantánamo disponen de la asesoría de un grupo llamado The Behavioral Science Consultation Team (Equipo de Consulta de la Ciencia del Comportamiento), apodado "Biscuit".
En agosto de 2004 la revista médica británica The Lancet revelaba que los médicos y otros "profesionales de la salud" eran "cómplices" de la tortura tanto en Abu Ghraib como en Afganistán "al colaborar en el diseño y la práctica de interrogatorios psicológica y físicamente coercitivos" .
El Comité Internacional de la Cruz Roja presentó el informe confidencial al Gobierno de EE.UU. con copias a la Casa Blanca, el Pentágono y en el Departamento de Estado. Pero no hubo resultado.