YHAVE ESTA ALCANZANDO OTRO ORGASMO; ASESINA LOS SABADOS TAMBIEN ¡ALELUYA! Más de 100 palestinos muertos y 300 heridos en Gaza, en la operación represiva israelí más sangrienta de los últimos 40 años | | | | Holocausto Israel amenaza a los palestinos con un "holocausto mayor" ¡¡¡¡ESTO NO ES TERRORISMO--ESTO ES JUSTICIA DIVINA!!!
Amagoia Iban Berria ""EN VERDAD EN VERDAD OS DIGO"" ASESINEMOS NIÑOS PALESTINOS; Y ACABAREMOS PRONTO, CON ESAS ASQUEROSAS PORQUERIAS PALESTINAS. ¡¡¡HE HABLADO!!!! ""DIOS""" Negar el holocausto contra los judíos es delito en varios países. Llamar genocidio u holocausto a la política que emplean los sionistas contra los palestinos, en cambio, puede convertirse en esos mismos países en razón para llamar antisemita a quien utilice esas palabras. Son de agradecer, por tanto, las declaraciones de ayer del viceministro de Defensa de Israel, Matan Vilnai: «en la medida que aumente el lanzamiento de misiles y la potencia de éstos, los palestinos traerán un holocausto mayor, porque nos defenderemos utilizando todas nuestras fuerzas». No parece que se le pueda tomar por antisemita. Ni que no conozca el significado de la palabra holocausto. Vista la frase, parece que, de los tres significados de la palabra, tiene éste en mente: «asesinato de muchas personas».
Es muy raro en Israel llamar holocausto a cualquier cosa que no sea lo que hicieron los nazis. Porque el único verdadero Museo del Holocausto de todo el mundo es el suyo, por supuesto. Y quien lo niegue, a diferencia de quien reivindica el holocausto contra los palestinos, merece condena.
Habíamos visto y oído muchas cosas sobre los palestinos. Los israelíes ─¿quién si no?─ nos han mostrado que son de todo punto holocaustizables. Y, sin embargo, tienen prohibido el Museo de los Holocaustizables.
Berria, 1 de marzo de 2008 ¿Acaso no es el momento de un boicot mundial a Israel?
Omar Barghouti El viernes 29 de febrero de 2008, el vice-ministro de Defensa de Israel, Matan Vilnai, amenazó a los palestinos de Gaza con un "holocausto" cuando afirmó en la Radio del Ejército Israelí: "Cuanto más se intensifique el lanzamiento de Qassams y mayor alcance tengan los cohetes, mayor será el holocausto que [los palestinos] se infligen a sí mismos puesto que nosotros usaremos todo nuestro poderío para defendernos" [1]. En la historia quedará constancia de este día como el del inicio de una nueva fase en el conflicto colonial entre Israel y los palestinos, por cuanto que un alto dirigente israelí, en realidad "de izquierda", ha revelado públicamente los planes genocidas que Israel está pensando aplicar a los palestinos que están bajo su ocupación militar si estos no dejan de resistirse a su dictados. También marcará la primera vez desde la Segunda Guerra Mundial en que un Estado ha aterrorizado sin descanso (y en directo por la televisión) a una población civil con actos de un genocidio a cámara lenta o de baja intensidad, y en que uno de los altos cargos de su gobierno incitan abiertamente a un "holocausto" en toda la extensión de la palabra mientras el mundo lo contempla sin hacer nada, observando absolutamente apático o, como en el caso de importantes dirigentes occidentales, con júbilo.
| Es una triste ironía de la historia que un dirigente israelí, judío en particular, amenace a quien sea con un holocausto. ¿Acaso las víctimas de crímenes indescriptibles están abocadas a convertirse en criminales atroces? ¿Es posible hacer algo para romper este círculo vicioso antes de que el Estado que afirma representar a las principales víctimas del Holocausto cometa él mismo otro holocausto? Sin embargo, antes de plantear estas preguntas, uno se podría preguntar si no es exagerado y altamente contraproducente comparar los crímenes de Israel contra los palestinos, independientemente de lo brutales e inhumanos que hayan sido, con el genocidio nazi. Además, ¿acaso cada crimen no es único y digno de atención por derecho propio en tanto que violación de los derechos humanos, del derecho internacional, de los principios morales universales? La respuesta es sí; cada crimen es único y nada de lo que Israel ha hecho hasta el momento se acerca tanto, en cantidad, a los crímenes nazis. Pero cuando las víctimas-convertidas-en-perpetradores admiten abiertamente sus intenciones de llevar a cabo una forma exclusiva de ataque con la que ellos están más familiarizados y de hecho cometen actos reiterados que recuerda cualitativamente a aquel crimen por su racismo desenfrenado y por el espantoso desprecio del valor y de la dignidad de la vida humana del "otro" que está inherente en ellos, entonces habría que tomar en serio sus amenazas. Todos estamos llamados a reaccionar, a actuar de cualquier manera para impedir que este crimen en curso llegue a su conclusión lógica. A pesar de su falta de independencia política y de su discutible autoridad, la Autoridad Palestina de Ramala está llamada a exonerarse inmediatamente de la acusación popular de complicidad. Una de las personas más destacadas en lanzar esta dura acusación fue Azmi Bishara, como reacción al anuncio del presidente de la AP en El Cairo, justo el día antes de la última masacre israelí en Gaza, de que al-Qaeda se había infiltrado en Gaza y de que los proyectiles lanzados indiscriminadamente por la resistencia palestina contra ciudades y asentamientos israelíes proporcionaba una excusa para la agresión israelí. La credibilidad de estas aserción de complicidad fue lo suficientemente convincente como para provocar que Mahmoud Abbas condenara el crimen israelí con una austeridad y con un hipérbole sin precedentes calificándolo de [ser] "más que un holocausto" [2]. Todavía es de esperar que los regímenes árabes, especialmente Egipto y Jordania, aun cuando no hayan sido elegidos, sean ilegítimos y serviles a Estados Unidos, se distancien de la letal guerra de agresión de Israel contra Gaza. Después de todo, sus continuas relaciones diplomáticas y comerciales con Israel, así como su implícita justificación de los crímenes de Israel por medio de sus repetidas y gratuitas descalificaciones de Hamas, han hecho que sus respectivas opiniones públicas, por no mencionar de un público árabe más amplio, los etiqueten convincentemente de cómplices del crimen. Los gobiernos europeos, principalmente en Francia, Gran Bretaña y Alemania, también tienen que responder a esta grave acusación de connivencia con los crímenes de Israel contra la humanidad, frecuente entre amplias mayorías de palestinos, árabes y musulmanes. No sólo han guardado silencio ante el deliberado asesinato por parte de Israel [3] de casi cien civiles inocentes, la mayoría de ellos niños, en el curso de los últimos días en Gaza, sino que han seguido tratando a Israel con reverencia, han seguido celebrando su llamando 60 aniversario, que es en sí mismo un horripilante evento de limpieza étnica y ruina colonial, y dotándolo generosamente de apoyo económico, político y científico que contribuye de manera significativa a su impunidad. Por otra parte, no se puede acusar al gobierno estadounidense de instigar los actos de genocidio de Israel al mismo nivel que los siniestros cómplices antes mencionados. Es y siempre ha sido un completo y orgulloso cómplice en la planificación, financiación y ejecución de estos crímenes contra los palestinos, por no mencionar su propio e incomparable record criminal en Afganistán, Iraq y, antes de ambos, en Vietnam. Cuando llegue el momento de nuestro propio Nuremberg, cuando finalmente los criminales de guerra israelíes comparezcan ante un tribunal internacional, habrá que reservar un importante espacio en el banquillo de la defensa para los comandantes y dirigentes políticos estadounidenses. Sin la complicidad estadounidense, que se expresa en una inconmensurable ayuda militar, económica y diplomática, Israel no podría haber cometido todos sus crímenes racistas y coloniales con esta impunidad. Volviendo a la pregunta de si se debe y se puede hacer algo para detener a Israel, la respuesta es sin duda alguna sí. Los crímenes del apartheid sudafricano fueron desafiados no sólo por la heroica lucha de las masas oprimidas sobre el terreno en Sudáfrica, sino que también se luchó contra él con campañas mundiales de boicot, desinversión y sanciones contra el régimen con todas sus cómplices instituciones económicas, académicas, culturales y deportivas. De manera similar la sociedad civil internacional puede, y debe, aplicar las mismas medidas de justicia no violenta para hacer que Israel respete el derecho internacional y los derechos humanos básicos. Incluso la amenaza de sanciones demostró en el pasado ser lo suficientemente eficaz para detener las repetidas campañas israelíes de muerte y devastación. Si quedan impunes todas estas imágenes de niños palestinos destrozados, todos estos episodios de matanza y destrucción indiscriminadas por parte un ejército de ocupación contra una población formada predominantemente por civiles indefensos, puede que, en efecto, el mundo sea testigo de un nuevo holocausto. * Omar Barghouti es un analista político independiente. [1] http://www.haaretz.com/hasen/spages/959532.html [2] http://english.aljazeera.net/NR/exeres/0C8EBD66-032E-4470-82FB-005D6A2B5186.htm [3] http://www.alhaq.org/etemplate.php?id=352 Enlace con el original: http://www.zcommunications.org/znet/viewArticle/16720 | Madre palestina con su bebe herido por un bombardeo el sábado. (Foto: AP) | La operación represiva militar más feroz de Israel en los últimos 40 años ya dejó más de 100 palestinos muertos, entre ellos 11 niños, y 300 heridos en cuatro días de ataques combinados por tierra y por aire contra poblaciones sospechadas de "albergar terroristas", mientras EEUU y la ONU instaron a Israel a poner fin a la "violencia" y el presidente Abbas, el mejor aliado del eje sionista Washington Tel Aviv, calificaba a la masacre de "holocausto" y se retiraba de las conversaciones de paz. En lo que los expertos ya consideran como la operación represiva "relámpago" más sangrienta de los últimos cuarenta años contra el pueblo palestino, Israel masacró a más de 100 palestinos en solo 96 horas y sus fuerzas siguen operando en Gaza ,mientras su gobierno y su estado mayor militar advirtieron que no detendrán la matanza, pese a la presión de EEUU y la ONU. Un vocero del Ministerio de Sanidad de la Franja de Gaza, controlada por el movimiento radical islámico Hamás, aseguró que el número de víctimas del sábado fue el mayor registrado en un solo día en operaciones israelíes en Palestina desde la Guerra de los Seis Días en 1967.
Según cifras palestinas, el sábado fueron asesinados al menos 11 niños, además de numerosos militantes de Hamás y la Jihad Islámica. Calificando -como siempre- a la masacre de "enfrentamiento", la Casa Blanca le reclamó a Israel el "cese de la violencia" y que se retomen las negociaciones de paz que han quedado rotas tras los "enfrentamientos". "La violencia y los enfrentamientos deben cesar y las conversaciones retomarse", señaló Gordon Johndroe, portavoz de la Casa Blanca, poniendo a las víctimas (los palestinos) en las mismas condiciones que los victimarios (Israel) Durante los cinco días que ya dura la represión de Israel, fueron asesinados más de 100 palestinos, la mayoría de ellos en las últimas 48 horas de ataques terrestres y aéreos. Según los corresponsales de la prensa internacional, una fuerza israelí de alrededor de 2.000 soldados, apoyados por blindados y helicópteros, está realizando desde el jueves una gran incursión en el territorio palestino que ya llegó hasta la ciudad de Gaza y el campo de refugiados de Yabalia. Según la agencia EFE, la dureza de los ataques judíos obligó a Egipto a abrir el paso de Rafah, su frontera con Gaza, para que los heridos puediesen ser evacuados y atendidos en hospitales de la península del Sinaí. Según las autoridades de Gaza, Egipto también permitió el paso de equipos médicos y medicamentos.
Antes de la advertencia de Washington, el ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, advirtió que Israel se dispone a intensificar la ofensiva militar, lo que fue corroborado por Olmert quien advirtió que las operaciones continuarían hasta exterminar las "bases terroristas" en Gaza. | Area de Gaza blanco de un misil (Foto Reuters) | El primer ministro, Ehud Olmert, dijo durante la reunión del gabinete, el domingo, que no van a detener su ofensiva en la Franja de Gaza para acabar con los ataques de los "terroristas", y amenazó con tomar acciones más severas pese a la condena de Naciones Unidas por la ofensiva.
"Israel no tiene intención de detener su lucha contra las organizaciones terroristas ni siquiera por un minuto", dijo a su gabinete ante el reto de nuevos cohetes que pueden llegar hasta Ascalón, la principal ciudad del sur del país. No obstante el escenario de tragedia y muerte en varios frentes producido por el estado judío, el viceministro de Defensa Matán Vilnai ya había advertido el sábado que la continuidad de los ataques con cohetes Kassam desde Gaza contra Israel desencadenarían una masacre en la franja controlada por Hamás. "Cuanto más se intensifique el fuego y los cohetes alcancen una distancia mayor, ellos atraerán sobre sus cabezas una masacre porque emplearemos todo nuestro poder para defendernos", aseveró Vilnai. Las declaraciones del halcón sionista Vilnaí se produjeron en medio de los llamamientos de la ultraderecha de Tel Aviv a lanzar una operación militar represiva a gran escala contra la Franja de Gaza, a la que se oponen los sectores sionistas más "moderados" temiendo repetir el error de Líbano en Agosto de 2006. Los lanzamientos de decenas de cohetes Kassam que impactaron el viernes en la ciudad de Ashkelon, a 15 kilómetros del norte de la franja, soliviantaron los ánimos en el espectro político ultraderechista que exhortó a las fuerzas armadas a ingresar a Gaza para terminar con el Gobierno de Hamás.
El diputado Tzaji Hanegbi, de Kadima y jefe de la Comisión parlamentaria para Exterior y Defensa señaló que "el Estado de Israel debe tomar la decisión estratégica de ordenar al ejército prepararse rápidamente para tumbar al régimen terrorista de Hamás y tomar todas las zonas desde las que se disparan cohetes". Saeb Erekat, uno de los principales negociadores palestinos en el proceso de paz con Israel, declaró que las conversaciones "están enterradas bajo los escombros de las casas destruidas en Gaza". Se refería a las conversaciones iniciadas a fines de 2007, en una cumbre en Estados Unidos, promovida por el jefe de la Casa Blanca, George Bush.
Pero la canciller israelí, Tzipi Livni, afirmó que esto no cambiará las decisiones de Israel sobre esas operaciones.
A su vez, el presidente palestino, Mahmud Abbas, consideró que la ofensiva israelí era "más que un holocausto", y volvió a pedir "protección internacional". La masacre que provoca Israel contra los palestinos en Gaza llevó a que Al Fatah, liderada por el presidente Abbas que gobierna en Cisjordania, anunciara la ruptura de los contactos con Israel con quien hasta entonces, mantenía "conversaciones de paz" auspiciadas por EEUU. El domingo el Consejo de Seguridad de la ONU iniciaba una reunión de urgencia.
Sin embargo, la matanza ejecutada por Israel no frenó a los combatientes palestinos, que en las últimas horas dispararon más de 50 cohetes contra el estado judío. Siete personas resultaron heridas, entre ellas dos niños y un ciudadano argentino, en la ciudad sureña de Ashkelon. Según el diario Haaretz, ante las informaciones de que Israel está concentrando tropas en la frontera con Gaza y podría estar preparando una ofensiva contra este territorio, el responsable de Hamás aseguró que "no dejaremos que Israel juegue con nosotros. Si se lanza la operación, lucharemos con no más del 20% de nuestra fuerza".
"El 80% restante esperará a los israelíes en el interior del territorio para luchar en condiciones con las que estamos más familiarizados y demostrar que sigue habiendo fuerzas ahí, en caso de que Israel esté pensando en traer a los dirigentes que apoya, como (el presidente palestino Mahmud) Abbas", añadió. ****** |