El mundo entero puede ser objetivo de los terroristas. Los terroristas no buscan objetivos, no tienen una estructura militar, sino que buscan extender el terror en la sociedad, imponer a la mayoría sus opiniones minoritarias, totalitarias y opresivas. Y el terrorismo no nos puede hacer claudicar. Frente al terrorismo, más democracia.
La guerra de Iraq terminó. Lo que hay ahora es terrorismo. Y es de dos tipos: de grupos islámicos radicales y de los grupos fieles al antiguo régimen, que están defendiendo sus privilegios. Pero ambos grupos persiguen desestabilizar el país, que Iraq sea un país inestable, forzar la salida prematura de las tropas de la coalición internacional y sembrar el caos. Los americanos como país responsable no pueden dejar tirados a los iraquíes en estos momentos. Rendirnos no soluciona los problemas. Si ahora cediésemos seríamos tremendamente irresponsables.
La Universidad de Oxford llevó a cabo una encuesta según la cual se puede ver que la inmensa mayoría de los iraquíes estaba a favor de la implantación de la democracia, más del 80% de la población, y el 40% considera que lo mejor que les ha podido pasar ha sido el derrocamiento de Sadam. También es verdad, que el 80% de los iraquíes sienten desconfianza hacia las tropas de la coalición. Eso nos dice que las tropas, la Comunidad Internacional, tiene que hacer un esfuerzo por acercarse, priorizar y ser más sensible con las particularidades de los ciudadanos en aquel país. Las grandes desestabilidades en el mundo árabe se han producido en la mayoría de los casos por la imposición por parte de los regímenes occidentales de un sistema democrático sin haberse producido antes un proceso de transformación y adaptación a su cultura y a sus formas. Así, el fracaso de la democracia está servido, y no es más que un fracaso añadido con el que arraige el fundamentalismo
la postguerra debe panificarse como el mismo cuidado, con el mismo mimo y delicadeza con que se trazó la entrada de las tropas. La disolución del Ejército Iraquí, en mi opinión personal, fue un tremendo error. Muchos de los problemas con los que nos encontramos en Iraq vienen dados por una masa de personas descontentas, en paro, incontralados, que con un ejército sólido se hubieran sofocado. Quizá el modelo podría haber sido la purga selectiva de los mandos afines a Sadam pero no había por qué disolver el Ejército
Durante meses denunciaban que estabamos sometidos al yugo de Estados Unidos, que sólo sabíamos seguir a Bush, pero cuando el Presidente escuchó el discurso del llamado Eje del mal y quiso saber de cerca cuáles eran sus explicaciones e invitó en Visita de Estado al Presidente de la República de Irán, la oposición le criticó. Cuando Estados Unidos hizo unas declaciones elevadas de tono contra Siria, el primer país que dijo que Siria era un país amigo, que es importantísimo para la región y que es un país serio, fue España y la oposición criticó al Gobierno.
Y cuando José María Aznar llevó a cabo un viaje a Libia, un estado al que se le habían levantado los embargos por haber cumplido las resoluciones que le había impuesto la ONU, también se le criticó.
La invasión fue impecable, el derrocamiento del verdugo también.
La posguerra es culpa de ellos mismos.
Cualquier culpa de Bush sería semejante a un error de equilibrio ecológico, por haber intervenido en el avispero de los hijosdeputa árabes. Nada más. Una vez que el hombre interfiere en el ecosistema biológico ..
En 1894 fue exterminada un ave no voladora llamada Chochín (Xenicus lyalli) de la isla de Stephen, en Nueva Zelanda. Los científicos tardaron poco tiempo en encontrar la única causa de su desaparición: el gato del farero eliminó sistemáticamente a todos los individuos de la especie. Un solo animal introducido en un ecosistema al que no pertenecía fue suficiente para aniquilar a los organismos autóctonos.
No es Bush quien asesina ni pone bombas, eso son mentiras de Sanmierdeco Papiyo y Matilda. Se dejan llevar por los dictados de Ramiro Valdes que modela sus cerebros reblandecidos como masilla.