No cesa el éxodo de cubanos hacia Estados Unidos
WILFREDO CANCIO ISLA
El Nuevo Herald
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Ryan Droze / Especial para The Miami Herald
Cubanos balseros esperan ser trasladados, tras arribar a la costa de Cayo Hueso.
Las expectativas generadas con el gobierno de Raúl Castro no han logrado detener el impetuoso éxodo desde la isla rumbo a Estados Unidos, adonde unos 11,000 cubanos han intentado llegar por diversas vías durante el último semestre.
Las estadísticas proporcionadas a El Nuevo Herald por tres agencias del Departamento de Seguridad Territorial (DHS) indican que desde el comienzo del año fiscal 2008 --el pasado 1ro. de octubre-- un total de 10,998 cubanos han tratado de penetrar ilegalmente en territorio estadounidense, la mayoría de ellos desde el pasado enero.
Las cifras del actual período fiscal relacionadas con la inmigración cubana se desglosan de la siguiente forma:
* 1,194 cubanos han sido interceptados por el Servicio Guardacostas en el estrecho de la Florida, 639 en los últimos tres meses.
* 1,621 lograron llegar a las costas de la Florida en más de 120 desembarcos, la mayoría consideradas operaciones de tráfico humano, de acuerdo con la Patrulla Fronteriza.
* 8,083 entraron por puntos en las fronteras con México y Canadá o pidieron refugio al llegar a aeropuestos estadounidenses.
Las cifras del pasado semestre coinciden con el período de consolidación de Raúl Castro en el poder, como gobernante interino y luego como mandatario elegido al frente del Consejo de Estado, el pasado febrero.
Fue en su intervención del pasado 26 de julio en Camagüey que Raúl Castro --aún como mandatario sustituto-- formuló los lineamientos estratégicos de su gobierno, ante la tácita posibilidad del retiro de Fidel Castro. Tras su elección como máxima figura del país, el 24 de febrero, reforzó su plataforma en un discurso que abrió la puerta para las medidas de cierta liberalización doméstica que han comenzado a aplicarse en la isla.
Sin embargo, ni la proclamada "prioridad por satisfacer las necesidades básicas de la población'' con las ventas de efectos electrodomésticos, celulares y computadoras, ni el levantamiento de las restricciones para el acceso a los hoteles, parecen haber frenado el silencioso éxodo masivo de cubanos, que desde el 2000 suma unas 200,000 personas.
"La tendencia migratoria de los cubanos va a mantenerse, porque las medidas implantadas por Raúl Castro están dirigidas a sectores de la población que no están pensando en emigrar'', opinó el historiador cubano Rafael Rojas, profesor del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE) en México.
Estudios académicos realizados en Cuba hablan de un potencial migratorio de 500,000 personas, que considerarían salir del país por diversos motivos.
Para Rojas, la política de "supresión de prohibiciones'' de Raúl Castro no es más que una liberalización del consumo que beneficiará principalmente a la gente que ya ha alcanzado un nivel de vida considerable, gracias al acceso a divisas. "Los potenciales inmigrantes siguen siendo mayormente los jóvenes y los profesionales sin opciones para obtener moneda convertible con su trabajo, y no creo que esta gente se vean favorecidos por el decreto para adquirir celulares u hospedarse en un hotel''.
Los datos revelados por el DHS durante el actual año fiscal no incluyen, sin embargo, la inmigración legal desde Cuba, que anualmente añade unas 20,000 plazas.
Pero resulta significativo el flujo del primer trimestre del 2008, particularmente el alza ocurrida durante marzo.
La mayoría de las entradas por la frontera (y en menor cantidad por los aeropuertos), más de 6,000 cubanos, han sido desde diciembre del 2007. La cantidad de llegadas por vía marítima se disparó de cifras relativamente bajas en enero (181) y febrero (219) a 412 en marzo.
Las autoridades de Inmigración consideran que no hay razones para preocuparse por la avalancha de cubanos.
"Hay evidentemente un incremento en las últimas semanas, pero no es para alarmarse'', consideró Víctor Colón, portavoz de la Patrulla Fronteriza en distrito sur de la Florida.
No obstante, los índices actuales presagian que en el 2008 podría batirse ampliamente el récord de cubanos llegados por las fronteras, que es de 12,929 en el 2007.
"Nosotros simpatizamos con los cubanos que escapan del régimen opresivo pero al mismo tiempo continuamos aplicando las leyes y asegurando nuestras frontreras'', declaró Verónica Nur Valdés, vocera del DHS en Washington. "Los inmigrantes se ponen y ponen a nuestros agentes fronterizos en gran riesgo cuando intentan entrar ilegalmente al país''.
La funcionaria enfatizó que el personal del Servicio Guardacostas y del departamento de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP) "mantendrá una presencia vigilante en nuestras aguas territoriales y nuestras fronteras para proteger la seguridad nacional''.
La inmigración ilegal de cubanos hacia Estados Unidos --por las fronteras, aeropuertos o viajes marítimos-- ha experimentado una espiral desde el 2005, cuando llegaron 11,524 personas. La cifra subió a 13,405 en el 2006 y a 13,840 en el 2007.
Ahora, justamente a la mitad del año fiscal, el número es de 9,704.
Al panorama de las salidas ilegales hay que añadir los viajes de contrabandistas que llegan cada vez con más frecuencia a las costas de México y Honduras. Los gobiernos de ambos países están interesados en negociar acuerdos migratorios con Cuba para frenar el flujo indetenible de cubanos en tránsito hacia territorio estadounidense.