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General: Derrota de la Cia en Cuba
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De: lealtad  (Missatge original) Enviat: 22/04/2008 13:33
Bandidismo: derrota de la CIA en CUba
Por: Imeldo Álvarez García
22 de Abril, 2008
(Cubarte).- La Editorial Capitán San Luis acaba de publicar Bandidismo. Derrota de la CIA en Cuba, la más completa investigación sobre la guerra irregular que la CIA fomentó en Cuba durante los primeros años de la Revolución. 

Se trata de un volumen de 354 páginas en el que Pedro Etcheverry Vázquez y Santiago Gutiérrez Oceguera unieron sus esfuerzos durante 10 años “para reunir y reflejar --como señala el General de Brigada (R) Aníbal Velaz Suárez-- la épica lucha que sostuvieron los combatientes y agentes de la Seguridad junto a los jefes, oficiales, sargentos y soldados del Ejército Rebelde y de las Milicias, para penetrar y neutralizar a tiempo las acciones de las bandas”.

Pedro Etcheverry Vázquez (La Habana, 1953), Doctor en Ciencias Históricas, Investigador Titular del Centro de Investigaciones Históricas de la Seguridad del Estado, pertenece a grupos de expertos y tribunales de grados científicos, y ha publicado Bandidismo y Playa Girón (Ocean Press, 2001).

Santiago Gutiérrez Oceguera (Candelaria, 1940), Bachiller en Ciencias, miembro de la Unión de Historiadores de Cuba. Fue combatiente del Movimiento 26 de Julio en Artemisa y participó en operaciones del DSE contra los bandidos en el Escambray y en Matanzas.

El volumen, además de un nutrido pliego de anexos, con documentos, fotografías, ilustraciones, mapas, textos, mensajes, cartas, órdenes, etc., consta de una Bibliografía que recoge las fuentes consultadas, a fin de que, tanto los especialistas como lectores en general, puedan acceder a otros aportes hechos en años anteriores por estudiosos del tema.

Etcheverry y Gutiérrez Oceguera han organizado la obra en 13 partes o capítulos que de manera amena y con rigor metodológico trazan un panorama en el que nada importante falta en el propósito de articular un sólido corpus de significativa utilidad. La simple lectura de los títulos de esas partes nos entrega la perspectiva del bosque y el valor de cada árbol, en la integralidad de la visión historiográfica.

--La historia comienza
--Una conspiración y primeros fracasos
--Una guerra impuesta
--Luego de octubre de 1960
--Los preparativos
--Poco antes de la invasión
--Bandidos nuevamente en acción
--La Mangosta
--La respuesta
--A más crímenes, más ofensiva
--La Múltiple Vía
--El comienzo del fin
--La última batalla

La administración de Eisenhower dibujó la inevitable batalla, tan pronto el imperialismo se sintió perturbado con el triunfo de la Revolución cubana.

No solo inició las presiones diplomáticas, a través de la OEA, mediante medidas hostiles, como la reducción de la cuota azucarera y la prohibición de las exportaciones de alimentos, medicinas, piezas de repuesto y combustible, sino que también confesó posteriormente: “En cuestión de semanas después que Castro entrara en La Habana, nosotros en el gobierno comenzamos a examinar las medidas que podrían ser efectivas para reprimir a Castro en el caso de que se convirtiera en una amenaza”.

Reflexionemos bien la palabra amenaza. Para Eisenhower y también para Kennedy, y en especial para los grandes personajes del poder real y aparente del imperialismo yanqui, dentro del Pentágono y fuera de Langley, entre los pasillos de la Casa Blanca y de los laberintos de Wall Street, una amenaza es intentar la independencia y la soberanía, zafarse de las garras de quienes desde antes y después de Eisenhower se habían acostumbrado a mandar y disponer en este Continente, como traspatio de su casa, partiendo de la filosofía: “lo tomo porque lo necesito”.

Es una historia aprendida con sangre, como la que aprenden actualmente otros pueblos en varias esquinas del mundo.

Estamos, pues, ante una obra que nos mantiene activa la memoria, y en alto, la dignidad, fieles a la Revolución que empezó con Céspedes.

Martí y demás próceres nos enseñaron a amarla y Fidel, ante la sangre derramada, encontró, como siempre, la respuesta que el Apóstol hubiera dado: “Nuestros muertos mandan, mas no los llamemos muertos”.

Este libro demuestra con datos y análisis irrefutables que desde sus inicios el bandidismo careció de posibilidades de triunfo. Batistianos, politiqueros, capataces al servicio de los terratenientes y de los intereses capitalistas extranjeros, y agentes disfrazados de la CIA, fueron los que se metieron en las montañas, para asesinar, para darle al término mercenario toda la connotación que agrada a los imperios.

Los daños y perjuicios causados fueron en el orden material de muchos millones de pesos. Pero lo que más nos afirma en nuestra decisión combativa es que según las cifras iniciales registradas al finalizar la Lucha Contra Bandidos, el pueblo cubano tuvo que pagar el alto precio de 549 muertos y un número indeterminado de heridos en diferentes tipos de acciones. Sin incluir los 200 sobrevivientes que quedaron incapacitados de por vida, datos que revelan la intensidad del enfrentamiento.

De acuerdo con las investigaciones realizadas se ha podido concluir que entre 1959 y 1965 actuaron en todo el territorio nacional 299 bandas con unos 4 mil alzados y cerca de 10 mil colaboradores. Las principales bandas fueron organizadas, financiadas, abastecidas y estimuladas por la CIA y por la Inteligencia Naval norteamericana, que pusieron a su disposición todos los recursos y varias organizaciones como fachada para encubrir su participación directa en el bandidismo.

Un ex piloto de la CIA, Eduardo Ferrer, en un libro titulado Operation Puma, the air battle of the Bay of Pigs, afirma que entre los meses de septiembre de 1960 y marzo de 196l se efectuaron 68 misiones de suministros aéreos de armas y explosivos sobre las montañas de Cuba para los grupos insurgentes. Esto se lee en la contracubierta del libro, que también recoge palabra de madres como Nicolasa Díaz, a quienes esas bandas asesinaron a sus pequeños hijos.

En la cubierta del libro aparece una foto de Fidel, con su legendario fusil de mirilla telescópica, y se ve a Piti Fajardo, tomando nota, y a otros combatientes, todos alertas en un firme de la montaña. Realmente la labor del diseñador Eugenio Sagués Díaz, de los diagramadores Beatriz Pérez y Zoe Cesar y de la responsable de la edición, Laura Álvarez Cruz, merece reconocimiento por la calidad de su trabajo.

Pienso que la lectura de estas 354 páginas nos lleva a Afganistán y a Iraq y a otras latitudes del planeta. Y nos lleva porque las agresiones a los pueblos que luchan por su independencia y soberanía no han cesado en el Nuevo Milenio, siguen produciéndose con mayor desesperación y brutalidad, sobre todo después del derrumbe de las Torres Gemelas de Nueva York.

Pero como dice Fidel:

“El imperialismo recibió una lección inolvidable. (...) El imperialismo aprendió que las guerrillas contrarrevolucionarias no pueden prosperar, el enemigo aprendió que organizar guerrillas contra el pueblo, contra la Revolución, contra los trabajadores, es absolutamente imposible. (...) La lucha guerrillera es un arma formidable, pero como arma revolucionaria; la lucha guerrillera es un arma formidable para luchar contra la explotación, para luchar contra el colonialismo”…

Fuente: CUBARTE
Lealtad


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Resposta  Missatge 2 de 2 del tema 
De: elsantaneco Enviat: 23/04/2008 03:11
LA Pobre CIA y sus Bueyes están altamente derrotados en el caso de CUBA. CUBA es una Revolución que apuesta por lo social, y la CIA solo sabe hacer crímenes y alimentar regimenes militares en Latino América.


 
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