La contundente respuesta dada por nuestro pueblo a las brutales medidas de Bush ha desconcertado a su ultraderechista administración y a sus incondicionales sirvientes de la mafia de Miami. No saben qué decir o qué no decir y se deshacen en explicaciones contradictorias e incoherentes, tratando de confundir y apaciguar a las crecientes voces que no admiten que un grupo de corruptos y fascistas pueda interferir en algo tan personal y sagrado como las relaciones familiares y las acciones normales en que estas se sustentan, tales como las visitas y las ayudas económicas, entre otras. Sin embargo, la momentánea confusión e incertidumbre que se observa en el comportamiento de los funcionarios de la administración norteamericana y sus incondicionales de Miami, ante la extraordinaria indignación que han provocado sus nuevas medidas tanto en Cuba como en los propios Estados Unidos, no nos debe llevar a descuidarnos. Es evidente que los fascistas traman nuevas trampas, utilizando fórmulas alternativas que les permitan obtener sus sucios fines de estrechar el cerco económico a nuestro país, sin exponerse a críticas y condenas, tanto en Cuba como en el resto del mundo. En este sentido, hemos visto cómo en los últimos días la ultraderecha de la administración Bush está dando claramente pasos dirigidos a bloquear los ingresos a nuestro país por turismo y otros servicios y a reducir a cero la posibilidad de que los cubanos residentes en Estados Unidos puedan enviar remesas a sus familiares en Cuba, utilizando el método más perverso, artero e hipócrita que se podría imaginar: simplemente impidiendo que Cuba pueda depositar en bancos extranjeros los dólares que obtiene por concepto de las ventas en las tiendas en divisas, por actividades relacionadas con el turismo y otros servicios comerciales. De esta manera, Cuba no podría usar esos dólares para adquirir medicinas ni alimentos ni para importar los suministros necesarios para las propias tiendas, donde adquieren los productos aquellos que reciben las remesas de familiares residentes en Estados Unidos. Con ese taimado propósito, el Gobierno de Estados Unidos presiona a bancos extranjeros para que no reciban de Cuba fondos cuyo origen es absolutamente legal y honesto. Además, promueve la publicación en la prensa de la mafia terrorista de Miami de la repugnante infamia que tales fondos podrían incluso estar relacionados con actividades que son enérgicamente combatidas por nuestro país como el lavado de dinero y el tráfico de drogas. Estas acciones resultan más indignantes si se tiene en cuenta que la única razón por la cual los turistas que visitan Cuba tienen que utilizar efectivo, es que el bloqueo yanki les impide usar tarjetas de crédito o cheques de viajeros emitidos por bancos u otras entidades financieras norteamericanas que controlan ese mercado. Además, solamente se le ha otorgado licencia a una empresa norteamericana para tramitar envíos de remesas a Cuba por vía bancaria, de tal suerte que actualmente los cubanos residentes en el exterior son sometidos a un verdadero vía crucis para hacer llegar la ayuda económica a sus familiares, que al final se ven obligados, en la mayoría de los casos, a enviarla en efectivo. La misma persecución y amenaza que constantemente se mantiene contra quienes envían dinero a sus familiares en Cuba desde Estados Unidos, contribuye a que estos prefieran muchas veces hacerlo en efectivo, para no dejar rastros documentarios que los sometan a la persecución de las autoridades norteamericanas y a las acciones violentas de terroristas residentes en Miami. No puede concebirse una fórmula más cínica y perversa: Estados Unidos con su criminal bloqueo obliga a que los envíos de remesas y los pagos de visitantes extranjeros en Cuba tengan que hacerse en efectivo, y ahora, con groseras presiones, trata de impedir que Cuba pueda utilizar ese efectivo para pagar por sus importaciones. Hace dos días, el bandido Otto Reich, al despedirse de su cargo como enviado especial del Gobierno de Estados Unidos para el Hemisferio Occidental, declaró cínicamente sobre las recientes medidas adoptadas contra Cuba: "Algunas ya están siendo implementadas y otras están en proceso. Muchas de ellas requieren de establecimiento de reglamentos y de ciertos aspectos burocráticos y en eso están los abogados y otros funcionarios del Gobierno y están en camino de ser implementadas muchas otras más." Cuba ha acumulado demasiada experiencia en estos más de 40 años de lucha como para que se le pueda sorprender con los planes repugnantes del imperio. Frente a esa nueva y cobarde medida, denunciamos ante el pueblo cubano, ante los cubanos residentes en Estados Unidos, ante el pueblo norteamericano y ante los demás pueblos del mundo, que el Gobierno de Estados Unidos está trabajando aceleradamente para privar a Cuba, además de las remesas familiares, de una parte importante de sus ingresos por concepto de turismo y otros servicios comerciales. Ninguna anterior administración norteamericana había llegado a estos extremos, lo que indica claramente que para la extrema derecha fascista que hoy ejerce el poder en Estados Unidos no existen escrúpulos o ética de ningún tipo en su fanática obsesión de alcanzar lo imposible: poner de rodillas al pueblo cubano. Todas sus trampas están condenadas al fracaso. Con la firmeza y serenidad de siempre, nuestro pueblo heroico luchará y vencerá frente a un enemigo poderoso pero ruin y cobarde, verdaderamente despreciable por su política genocida y sus métodos nazi-fascistas. |