Con una fragilidad evidente -tuvo que ser ayudado para llegar hasta el escenario y apoyado en todo momento en un bastón-, aunque sonriente, Mandela recordó a los asistentes que queda mucho trabajo por hacer, especialmente allí "donde hay pobreza y enfermedad, donde los seres humanos son oprimidos".
"Nuestra misión es lograr libertad para todos", subrayó el Premio Nobel de la Paz, quien regresó a la misma ciudad que acogió en 1988 un concierto en el estadio de Wembley para exigir su liberación, acto que se convirtió entonces en un emblema en la lucha contra el "Apartheid". "Vuestras voces cruzaron el mar y nos inspiraron en las celdas de nuestra prisión", aseguró Mandela en el concierto, celebrado bajo el lema "Está en nuestras manos" y cuya recaudación se destinará a la campaña del ex presidente sudafricano contra el SIDA.
Dos años después del concierto de Wembley, Mandela fue finalmente puesto en libertad, tras 27 años en prisiones sudafricanas, y en 1994 se convirtió en el primer presidente negro del país, elegido en las primeras elecciones democráticas y multirraciales de la historia de Sudáfrica.
El concierto en Hyde Park arrancó hoy con los sonidos emitidos por el músico armenio Jivan Gasparayan con su uduk, un instrumento antiguo parecido al oboe con el que hechizó al público, que integraban, según la organización, 46.664 espectadores.
El número no es casual. Además de dar nombre a la fundación promovida por Mandela para concienciar de las consecuencias devastadoras del SIDA, 46664 es el número que tuvo el ex presidente sudafricano durante sus años de prisión bajo el régimen del "Apartheid" en la cárcel de la isla de Robben.
En su primera intervención, el actor estadounidense Will Smith, encargado de presentar el evento, citó las palabras del músico británico Peter Gabriel para destacar que "si el mundo pudiera sólo tener un padre", el hombre elegido "sería Nelson Mandela".
El grupo anglo-sueco Razorlight, Sugarbabes -presentadas por el piloto británico de Fórmula 1 Lewis Hamilton- y los británicos Annie Lennox y Simple Minds se sucedieron en el escenario, algunos acompañados por el coro de gospel de Soweto, para rendir homenaje al ex mandatario, que cumple 90 años el próximo 18 de julio. La audiencia, entre la que se encontraba el primer ministro británico, Gordon Brown, y el príncipe Guillermo con su novia, Kate Middleton, pudo escuchar también las felicitaciones grabadas de quienes no pudieron estar presentes, entre las que destacó la de Bono y The Edge, ausentes por estar grabando un disco.
Unas pantallas mostraban al público las palabras de ciudadanos anónimos de todo el mundo deseosos de mostrar su reconocimiento a quien fue aclamado como icono de la lucha contra la opresión, llamado cariñosamente Madiba.
Los integrantes de Queen, acompañados por Paul Rodgers, interpretaron algunos de los grandes éxitos de la banda, y el concierto tuvo también representación española, con la actuación del dúo Amaral, embajador de la organización 46664 y que interpretó una canción de Bob Dylan.
Pero sin duda, la actuación más esperada fue la de Amy Winehouse, cuya aparición en el concierto había estado en aire hasta el último momento, tras ser hospitalizada para tratarse de un enfisema pulmonar.
La cantante de soul, que salió dos veces al escenario, cantó dos de sus éxitos, "Rehab" y "Valerie", con público y prensa siguiendo atentamente cada segundo de su actuación.
Winehouse fue además la encargada de poner punto y final al concierto con la interpretación de "Free Nelson Mandela", el que fuera himno para su liberación, acompañada por su compositor, Jerry Dammers, y el resto de artistas. SALUDOS REVOLUCIONARIOS (Gran Papiyo)
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